El sábado por la mañana se llevó adelante, como todos los años, el acto aniversario del Desembarco de los 33 Orientales en la Playa de la Agraciada, la Cruzada Libertadora, como se la conoce oficialmente, en su 200° aniversario.

La actividad comenzó, como todos los años, con la entonación del Himno Nacional, mientras efectivos militares y policiales estaban formados, llevando pabellones nacionales y las banderas de Artigas y de los 33 Orientales.

Dos aspectos fueron novedosos en el acto del sábado, respecto a otros iguales, en años anteriores: el primero, que no hubo oratoria, ya que se decidió por parte de los organizadores que la intervención sobre este hecho histórico fuese hecha por el profesor Alex González, fuese a través de las radios del departamento, al mediodía. Compartimos con nuestros lectores parte de esta exposición en esta misma página.

Por otro lado, y al tratarse de un aniversario “especial”, se colocó esta vez, a diferencia de otros anteriores, una placa de bronce, con las firmas del presidente de la Junta Departamental, Joaquín Hernández, y del intendente Herman Vergara.

Una de las cosas más destacadas del acto, que fue breve, fue la actuación del grupo de danza de la Agrupación Criolla Santiago Chalar, integrada por niños, adolescentes y adultos, que una vez más ofreció un espectáculo pleno de talento, energía y alegría. Un deleite para todos los presentes, unas cien personas en total, en la Plaza Libertad de Minas.

COMITÉ PATRIÓTICO

Por radio, Alex González leyó una exposición sobre la fecha, a nombre del Comité Patriótico.

Según expuso González, el desembarco y el movimiento político posterior “fue clave en la entonces Provincia Oriental y en el proceso hacia la consolidación de nuestra independencia y hacia la formación del Estado uruguayo. Nuestro suelo nacional fue pocas veces testigo de escenas tan pintorescas que sacuden emociones e hicieron hervir el espíritu mismo de la nación”. “33 hombres que escribieron una de las páginas más sobresalientes de nuestra historia. Es así como lo refleja una estrofa del poema La leyenda Patria de Juan Zorrilla de San Martín: ‘Del húmedo arenal 33 hombres, 33 hombres que mi mente adora. Encarnación viviente melodía, Diana triunfal, leyenda redentora del alma heroica de la patria mía’.”

González recordó que Brasil era la mayor potencia militar de América Latina en la época, y que en Montevideo “había sectores del patriciado afines a la política imperial y al representante del imperio”.

“En ese contexto, se preparó un levantamiento general en secreto acaudillado por nuestro coterráneo Juan Antonio Lavalleja, que junto a un pequeño grupo de hombres organizaron una expedición en Buenos Aires para llegar a la provincia oriental y provocar la adhesión de la campaña que estaba muy en contra del poder imperial y sus persecuciones políticas, así como de los daños a la ganadería en beneficio de los hacendados riograndenses”.

“El 19 de abril de 1825 desembarcaron en Soriano en la playa con conocida como La Agraciada. Allí reiteraron al mando de Lavalleja el juramento que habían hecho en Buenos Aires, liberar la Patria o morir por ello”. “No se sabe con exactitud cuántos eran los orientales que ese día llegaron a la agraciada, pero se los recuerda con el número 33, como un símbolo de la cruzada que seguiría con fervor desde allí y hasta la independencia”.

No era tan agraciada

Según coinciden muchos historiadores uruguayos, la playa en la que desembarcaron Los 33 Orientales en Soriano no se llamaba “La Agraciada”, en honor a alguna hermosa paisana de la zona, sino “La Graseada”, ya que era una playa arenosa donde, desde la época colonial los faeneros mataban el ganado cimarrón para quitarle el cuero y la grasa o sebo, que era lo único aprovechable para el comercio en ese entonces.

Por otro lado, “Los 33 Orientales” al parecer no eran 33, ni tampoco tan orientales. Hay al menos 16 listas diferentes de los 33 orientales, en las que se menciona a 59 personas diferentes. El número 33 es aceptado oficialmente, pero no pocos historiadores afirman que eran al menos 40. Y no todos eran orientales: según el historiador Aníbal Barrios Pintos (1), hubo cuatro argentinos, cuatro paraguayos y uno nacido en Mozambique, Joaquín Artigas. El cordobés Simón del Pino fue el único de los cruzados que estampó su firma en el acta de la Declaratoria de la Independencia.