En agosto de 1985 se publicaba la primera edición de la revista Cotidiano Mujer, a cargo de un colectivo feminista que ha acompañado el desarrollo de la agenda política y cultural de las mujeres uruguayas y latinoamericanas, a partir de la promoción de los derechos. En la presente edición, dialogamos con una de sus cofundadoras, Lilián Celiberti.
Lilián Celiberti (1949), maestra y activista feminista, es una gran luchadora por los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Ingresó al Instituto Normal de Montevideo a los 16 años. Integró grupos de acción socio-pedagógicos que visitaban escuelas rurales. Se convirtió en dirigente estudiantil de Magisterio. Luego trabajó en una escuela pública y empezó a militar en la Federación Anarquista Uruguaya.
Detenida por primera vez a los 21 años, fue dos meses presa y, más tarde, en el inicio de la dictadura. Procesada por la justicia militar, estuvo alrededor de dos años en la cárcel. Pudo exiliarse en Italia con Universindo Rodríguez, su esposo, y con su primer hijo.
En Milán se acercó al creciente feminismo europeo. En 1976 se unió al Partido político uruguayo por la Victoria del Pueblo. Dos años después, se trasladó con su familia a Brasil. A los pocos meses, en el marco del Plan Cóndor, la secuestraron junto a Universindo y a sus dos hijos y los ingresaron clandestinamente a Uruguay. Seis años presa. Tras su liberación, en 1985, cocreó el Centro de Comunicación Virginia Woolf | Cotidiano Mujer para impulsar cambios hacia una democracia con justicia y equidad de género. Promovió el Primer Encuentro de Mujeres Trabajadoras y co formó la Comisión de Mujeres del PIT-CNT.
LOS INICIOS
«Ha sido una vida larga. En 1984 comenzamos a trabajar en la creación del grupo y salimos con la revista (Cotidiano Mujer) en el ‘85. En el momento en que una hace las cosas, las hace porque necesita hacerlas, porque cree en ellas, no está pensando en que van a perdurar en el tiempo. Se va dando, la vida nos va llevando, de alguna manera, en la evolución de los proyectos. En ese momento, salíamos de un periodo autoritario, que no es solamente la dictadura, que no afectó solo a quienes estuvimos en la cárcel o a quienes tuvimos que ir al exilio, sino que hubo miles de docentes, maestras y profesores sumariados. O sea, la dictadura fue una persecución masiva, y desmantelar el autoritarismo fue lo que nos llevó a crear el grupo», comentó Lilián Celiberti a Primera Página Dominical.
Otro objetivo fue «analizar las condiciones de las mujeres» y comprobar «la invisibilidad en la agenda de la desigualdad que existe entre hombres y mujeres, cómo las mujeres nos ocupamos del cuidado de la vida humana y no tenemos el reconocimiento por esa tarea que, generalmente, no es remunerada».
Esos fueron los principios «sobre los cuales nos movimos para crear el grupo, con la idea de editar una revista. En primera instancia era solo eso, hacer la revista, distribuirla. Después fueron desarrollándose otras tareas a lo largo de la historia. Nos movilizaba tener un medio en el que se comunicara, se hablara, donde se pudieran conjuntar otras sensibilidades que estaban en la sociedad, porque las mujeres salieron a atender muchas situaciones en ese período de 13 años, fueron quienes hicieron la búsqueda de sus familiares, de los que hoy están desaparecidos y de los que en algún momento lo estuvieron, porque hubo períodos de tres, cuatro, cinco meses en los cuales las familias no sabían nada de las personas detenidas».
PREMIO MARCELO JELEN
Cotidiano Mujer, junto a ONU Mujeres, UNESCO y CAInfo convocan cada año a participar del Premio Nacional de prensa escrita Marcelo Jelen. Sobre esta iniciativa, la entrevistada comentó que «Marcelo fue amigo nuestro, muy querido. Siempre teníamos una máquina de escribir, antigua, en nuestra sede y él decía: ‘tenemos que hacer un taller de máquinas de escribir’. Por ese motivo, en el Premio Marcelo Jelen se entrega una máquina de escribir antigua y no una computadora, como se utiliza en la actualidad. Tiene un valor simbólico muy importante para nosotras».
AVANCES
En 1985, Uruguay retomaba la senda democrática. En ese año nacía Cotidiano Mujer. ¿Cuánto se ha avanzado realmente en materia de derechos en estas cuatro décadas? Lilián Celiberti respondió: «Ha habido muchos avances, más allá de que los derechos nunca son suficientes en su ejercicio, debido a que efectivamente hay una condición estructural de desigualdad», aseguró. Es decir, «conquistamos un derecho, pero hacerlo efectivo, por ejemplo, en el caso de la discapacidad, en muchos casos es complejo. No basta con que exista una ley; solo eso no garantiza su cumplimiento real. Insistimos en que los medios de comunicación son muy importantes; tienen que ver con la manera en que miramos la realidad, cómo calificamos las desigualdades y en cómo reivindicamos sujetos y actores que normalmente no aparecen».
En su opinión, «pensamos de una manera normativa, sin considerar la diversidad de sujetos que somos como personas humanas». Reconoció que en los últimos años se han incluido muchas temáticas y áreas de trabajo, «las que son significativas para nosotras», pero que aún queda mucho camino por transitar.
“MI HABITACIÓN, MI CELDA”
En 1990 fue publicado el libro «Mi habitación, mi celda», escrito como diálogo entre Lilián Celiberti y Lucy Garrido. Relata la experiencia del secuestro en Brasil, el traslado clandestino y posterior cárcel política de Lilián. El testimonio y las reflexiones son un importante antecedente para pensar las articulaciones de la militancia política con el pensamiento y activismo feminista. Sobre esta obra, nuestra entrevistada comentó: «En ese momento yo tenía muchas dificultades con mi hijo mayor. Era adolescente y estaba viviendo una crisis tremenda. A los hijos que viven la violencia les cuesta encontrar después su sentido de vida. Vivíamos un momento muy complejo y fue una especie de catarsis muy sanadora. Compartir es una metodología, más allá de que nosotras, años después convocamos a algunas instancias de talleres para que se encontraran quienes habían sufrido abuso sexual en la infancia, a espacios de diálogo y terapéuticos».
«Poder hablar de una experiencia traumática nos permite racionalizarla, tomar poder sobre ella y que no sea al revés, que el trauma tome poder sobre nosotros. Para mí fue muy liberador conversar, hacerlo con una amiga (Lucy Garrido), hacer una búsqueda feminista en el sentido de cómo se comportaban los militares, las diferencias que tenían con las mujeres, cómo nos dañaban. Querían destruirnos en nuestra afectividad. Hablar fue sanador». Además, «racionalizarlo es una manera de salir. Por eso es tan importante el testimonio de las víctimas, para poder sanar y apoderarse de esa experiencia positivamente».
FORMA DE VIDA
A pesar del sufrimiento que afrontó, de la prisión, la tortura y el exilio, Lilián Celiberti eligió seguir luchando en defensa de derechos, para que estos no sean vulnerados y para que otros sean conquistados. «Cada uno elige el lugar que quiere en la vida. Yo disfruto de la construcción de espacios colectivos, de encontrarme con otras personas y pensar cómo mejoramos las condiciones de vida de miles de personas. Me duelen profundamente algunas situaciones. Prefiero actuar y aportar lo que puedo, en el límite de la capacidad humana que uno tiene. Hacerlo con otras y otros nos permite construir un camino», destacó y agregó que «no es heroicidad, sino una forma de vida que me hace feliz. No podría vivir puertas adentro o disfrutando de las cosas materiales si no me comprometo con estas causas».
FESTEJOS
En agosto de 1985 se publicó la primera edición de Cotidiano Mujer. Si bien aún resta ultimar detalles, las actividades para celebrar el cuadragésimo aniversario se realizarán en el transcurso de setiembre.
«Trabajamos en la planificación de iniciativas diferentes. El año pasado realizamos un encuentro con todas las compañeras y con algunos compañeros que fueron parte de la primera etapa, cuando comenzamos a reunirnos en 1984. Queremos hacer exposiciones con algunas artistas plásticas que nos acompañaron porque la salida de la dictadura fue un momento fecundo para el arte», informó Lilián Celiberti, cofundadora de Cotidiano Mujer, en diálogo con Primera Página Dominical.