Ñanderekó, palabra de origen guaraní, significa “Nuestra cultura”. Fue el nombre que Alejandro Santos Kuh eligió para su taller. Carpintero y artesano, además de crear piezas únicas entre sus manos, procura que su taller se transforme en un espacio cultural en el cual una amplia gama de disciplinas artísticas encuentre allí un cálido refugio.
Taller Ñanderekó está ubicado en Camino Santiago Mauri 314, en San Francisco de la Sierra, a pocos kilómetros de Minas y a metros del ingreso al hoy llamado Parque Minas (ex Parque de Vacaciones para Funcionarios UTE-ANTEL) y funciona en las acogedoras características de una estructura nacida a partir de la bioconstrucción, del barro y de materiales reutilizados, estilo arquitectónico sostenible cuyo fin es lograr la integración del edificio con su entorno, minimizando el impacto sobre éste.
Alejandro Santos Kuh (27 de febrero de 1975, Young, Río Negro) es carpintero recibido en UTU. Por eso, con orgullo, manifiesta que «debo mi formación a la educación pública». A partir de los conocimientos recibidos en la querida institución educativa y «del oficio aprendido, me volqué hacia el arte, algo que, en cierta manera, le debo a mi padre -Eusebio Alberto Santos-, quien estudió en Bellas Artes y quien siempre me estimuló a transitar por ese lado». Kuh, su apellido materno, proviene de sus abuelos alemanes, «quienes en realidad nacieron en Ucrania, pero eran hijos de alemanes que se trasladaron por un tiempo a aquel país para trabajar como campesinos».
En 2002, Alejandro se fue a Paraguay. Lo hizo en un camión, «a dedo». Allí tenía un primo, el cual, al poco tiempo de su llegada, falleció. Se contactó con una veterana antropóloga oriunda de Paysandú, y con su esposo, un abogado indigenista de Paraguay que había estado exiliado en Uruguay durante varios años, con quienes entabló una buena amistad. Sus condiciones económicas no eran las mejores y se fue con ellos. «Vivíamos en estaciones de trenes y en diversos lugares, trabajando dentro del mundo indígena, a vivir en las comunidades, a trabajar en la defensa de sus derechos naturales, con mucha vinculación con la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas de Paraguay, donde aprendí muchísimo. Fue una gran experiencia, forzada por la crisis económica. Malvendí las máquinas que tenía para poder subsistir, y viajé en las condiciones en las que podía hacerlo. Pasé muy mal en algunos sentidos, pero aprendí mucho. De Asunción me fui, junto a una delegación campesina indígena, al noroeste argentino, a la Provincia de Salta, en la frontera con Bolivia. Ahí estuve un par de años en comunidades indígenas y también anduve por el sur de Bolivia», compartió con Primera Página Dominical.
Proyectos colectivos
Santos ha sido parte de sendos proyectos colectivos que, comenta, «me han enriquecido en mi trabajo y en mi formación». Entre ellos, mencionemos «Al cerno-Arte en madera», propuesta en la cual participaron artistas de la región este, o exposiciones colectivas como la realizada en enero de 2022 junto a Alberto Thevenet y Jorge Doldán en el Centro Cultural Dalarna, en Punta del Este.
«Hace unos años fundamos un sindicato de artesanos en Kiyú, departamento de San José. Hace un tiempo ganamos un Fondo Concursable para la Cultura junto a artistas y a artesanos de Treinta y Tres y de Canelones, con quienes realizamos un trabajo sobre el arte en la madera, efectuamos exposiciones, brindamos charlas y elaboramos un documental».
Continuaron trabajando en conjunto y el verano pasado hicieron una exposición colectiva en Parque del Plata, Canelones, que «estuvo muy buena. Ese también es el camino, te enriqueces y aprendes en forma constante», valoró.
Además, el arte tiene la característica de que diferentes disciplinas se complementan y potencian. «Sobre todo, en las artes visuales te enriqueces a partir de un montón de estilos y técnicas. Yo estudié grabado, no pintura, pero siempre trato de aprender, de estudiar, de enriquecerme a partir de diferentes técnicas que termino aplicando en mis trabajos».
El arte, entendido de esta manera, pasa por compartir, máxime cuando el de la creación es un trabajo solitario porque «el proceso creativo es algo que viene de adentro. Es un trabajo, porque no es que surja como magia. Es un trabajo que vas realizando y puliendo hasta lograr una forma que, al principio, en muchas ocasiones, no sabes bien qué es lo que quieres hacer, lo que va a salir».
Diseños y personalidad
Taller Ñanderekó cuenta con una página web, www.nandereko.uy, muy bien presentada y diseñada, en la que se pueden conocer muchos detalles, desde parte de la vida y obra de su titular, Alejandro Santos Kuh, hasta las características de la propuesta, junto con algunos de los rubros en los que su trabajo artesanal ha incursionado.
Justamente dentro de obras únicas, que indudablemente tienen el sello de su autor, consultamos a Santos acerca de la manera en que diseña un trabajo específico, solicitado por un cliente. Es decir, si en un rubro donde se combinan el oficio y el arte, en términos comerciales, el cliente siempre tiene la razón. «En este caso no es así, no funciona de ese modo. En primer lugar, porque siempre intento llevar al cliente hacia lo que yo puedo hacer, hacia lo que me sale mejor, a lo que para mí queda mejor. Si hablamos de muebles, de un trabajo utilitario, entonces también debes combinar la estética, el diseño y el arte con algo que realmente te sirva».
En muchas ocasiones, «la gente aprecia en internet determinadas obras que se hacen con maderas que en Uruguay no hay, tablones de determinadas medidas que, o no hay o son muy caros. La idea del taller es utilizar maderas que van a quedar lindas, bien, que van a durar y que no son muy caras. Es por eso que tratamos de que el cliente, dentro de lo que pretende, maneje las opciones que le presentamos».
León y Dante
Alejandro Santos Kuh es padre de León (8 años) y de Dante (3 años). Ser padre, como es lógico suponer, le cambió la vida pero, ¿de qué manera repercutió en su arte creativo? «Sinceramente, nunca lo había pensado por ese lado. Seguramente que me ha cambiado, principalmente en valorar el tiempo, porque los niños requieren de mucho tiempo, debes dedicarles el tiempo y la atención que merecen. Entonces, la valoración del tiempo, de cuando estás en el taller, que es difícil porque en realidad el trabajo creativo no es un tiempo útil o un tiempo inútil. A veces puedes estar toda la mañana mirando materiales y no te surge nada, pero en realidad es también tiempo útil. Va un poco por ese lado, por apreciar el tiempo, porque al ver a los niños crecer te das cuenta de que ese tiempo no vuelve y que lo que no hiciste, ya no podrás hacerlo», respondió.
Espacio cultural
Santos creó el taller para generar en él un espacio de referencia cultural abierto a otros artesanos y artistas en el desarrollo de actividades culturales. «Recientemente hicimos la primera feria, a la cual invitamos a un montón de artistas. Se dio la coincidencia de que todas fueron mujeres artesanas, algunas del barrio y otras de Minas. En ese marco hicimos también la presentación de un libro de Leonardo de León y un conversatorio de Leonardo con la gente que asistió. Quedamos fascinados, todo salió impecable».
El viernes pasado, junto al taller de grabado Pinches Artistas, de Montevideo, dirigido por el mexicano Jorge Galaviz, Ñanderekó participó en el diseño y pintura de un mural en la esquina de Williman y Treinta y Tres, actividad propiciada por Campo Cultural Kykyô, entre otras organizaciones.
Gestión cultural
Entre 2010 y 2015, Alejandro fue edil por el Frente Amplio e integró en varias ocasiones la Comisión de Cultura de ese organismo. Consultamos su opinión acerca de cómo se trabaja en cultura en Lavalleja. «Como te decía, el nuestro es un trabajo solitario. A su vez, los artesanos somos patrones, patrones de nosotros mismos, no tenemos empleados. Es muy difícil, no da plata, por lo cual debes manejarte en una determinada línea en la que tienes que hacer lo que quieres, lo que te gusta y, a su vez, también debes generar dinero porque de algo hay que vivir. Es un trabajo y así debe ser considerado, algo. Muchas veces, en la política y en la sociedad no se valora como una actividad necesaria para el ser humano, porque si no tuviéramos arte, las casas no serían pintadas y los autos serían cuadrados, por ejemplo. Todo tiene un diseño, un arte. La ropa que te pones, la forma en que te mueves. Eso ha ido evolucionando y ha sido gracias al trabajo de los artistas que embellece la vida, que le da un color, un diseño y una hermosura», amplió.
Autogestión
El artesano, a fuerza de golpes de realidad, ha tenido que aprender a autogestionarse para no ‘morir en el intento’. En ese sentido, Alejandro Santos valoró la importancia de los Fondos Concursables y el apoyo institucional que pueda brindarse a la cultura.
«Fui ganador de un Fondo Concursable y luego fui jurado de los fondos -el Ministerio de Educación y Cultura me contrató como jurado en Artes Visuales-.
En la actualidad, desarrollo el proyecto Manos Pintadas. Comencé a investigar el arte prehistórico en Uruguay, grabados y pinturas rupestres en nuestro país. Estamos hablando de entre 2.500 y 4.000 años de antigüedad. Y para eso he estudiado en muchísimo material de la facultad. En Durazno, Flores y Maldonado recorrí sitios donde hay pinturas rupestres. Por estos días dicto charlas -estuve en el Colegio Verdún y en la escuela de Barrio Garolini- y confió en poder presentar este proyecto ante los Fondos Concursables que tendrán su apertura próximamente. Lamentablemente, durante el anterior gobierno se cerraron los Centros MEC, que cumplían una trascendente tarea. Es fundamental tener cerca de ti un lugar donde te puedan asesorar. En las direcciones de cultura departamentales hay un debe enorme sobre todo esto».
“Una parte de mi”
Las obras del artista coterráneo están diseminadas por muchos lugares. «Es un orgullo que la gente vea, valore, se lleve lo que uno hace y quede encantada con el trabajo. Cada obra es parte de uno. Cuando haces algo, transmites tu energía, la energía de mover las manos, de lo que piensas y lo transformas en algo físico, en un formato físico tridimensional».
Por ello, el vínculo de Santos con cada una de sus piezas no se extingue al momento de comercializarla. «Es algo que le comento a la gente: usted se lleva una parte de mí a su casa. En muchos casos me ha pasado que no quería vender determinadas obras. Me quedaría con un enorme porcentaje de lo que hago. Pero bueno, tiene que girar la rueda, y aunque me cueste, tengo que desprenderme de ellas, aunque la relación y el afecto continúen. No me da el tiempo para hacer todo lo que quisiera, para tener un stock en el local. Trabajo solo -tener gente a cargo en una cuestión creativa como esta es complejo-, pero bueno, estoy feliz, vivo de mi trabajo, de lo que quiero y porque camino hacia donde quiero ir», finalizó Alejandro Santos Kuh, titular de Taller Ñanderekó, en diálogo con Primera Página Dominical.
Contactos
Dirección: Camino Santiago Mauri 314, en San Francisco de la Sierra, a pocos km de Minas y a metros del ingreso al hoy llamado Parque Minas (ex Parque de Vacaciones para Funcionarios UTE-ANTEL).
www.nandereko.uy
contacto@nandereko.uy
Celular: 098 861 283
El Taller Ñanderekó también está presente en Facebook e Instagram.