Hace unas décadas, el fútbol minuano contaba con varias divisionales, lo que potenciaba su competencia interna. Cuesta contárselo a las nuevas generaciones porque en pocos años asistimos a la desaparición de muchas instituciones. El Tanque Fútbol Club, inserto en una barriada laburante y humilde, tuvo su hora más gloriosa en 1996, cuando luego de 40 años de lucha, logró el ascenso a la Divisional A. Múltiples factores incidieron para que luego discontinuara su actividad. Afortunadamente, en estos momentos, a través de las redes sociales comienza a sembrarse la semilla que, esperemos, en un futuro cercano permita que la institución resurja de su letargo.
Constituye también un buen ejemplo de cuando las redes sociales se emplean de forma adecuada. El fútbol es mucho más que correr detrás de una persona. Genera emociones, historias, anécdotas, vivencias que el paso del tiempo no borra. Yohnnatan «Fara» Acosta fue el impulsor de esta iniciativa, creó en Facebook el grupo EL TANQUE F.C (Minas Lavalleja) y la repercusión fue inmediata. Se sumaron exjugadores, dirigentes, allegados y luchadores de toda la vida, compartiendo el sentimiento que los une a la institución, junto con fotos de antaño y anécdotas que atesoraron por décadas.
HISTORIA
La institución fue fundada en el año 1957. «Amistad, tesón y trabajo», reza en su escudo. Fue un fervoroso animador de las divisionales de ascenso del fútbol de Minas, nacido en el seno de un barrio humilde, de gente trabajadora, surgido institucionalmente de una división generada en su vecino, Las Delicias.
Su primer presidente, Gualberto Morosi fue, a su vez, el primer director técnico de su plantel principal. En aquella primera Comisión Directiva, a Morosi lo acompañaron Alfredo García -vicepresidente-, Urbano Cubas -secretario general-, Tulio Llorente -tesorero-, Esmir Arana -protesorero-, Lirio Figueira, Edecio Jorge, Dionisio Llorente, Geremías Cardinal y Pedro Martínez -vocales-. Urbano Cubas, Tulio Llorente y Omar Correa representaban al club ante los órganos de dirigencia del fútbol de Minas de la época.
LUCHADORES
A lo largo de su historia, El Tanque Fútbol Club contó con grandes luchadores, personas que no dudaron en dejar su mejor esfuerzo, en retacearle horas a sus familias para defender los intereses del club en los ámbitos donde les tocaba actuar. Citamos el nombre del recordado Dardo Monsuárez Aparicio, y en él rendimos nuestro humilde homenaje a todos los luchadores por el club. Lo vimos trabajar en la Liga Minuana de Fútbol por el club de sus amores. Desde Divisiones Menores hasta Primera División, Monsuárez dedicó muchos años a estar en todos los detalles: fichas médicas, pases, habilitaciones, la logística que toda institución necesita para poder competir oficialmente.
Como sucedió con muchas instituciones de nuestro medio, el cambio generacional a nivel dirigencial no se concretó, las fuerzas flaquearon, las dificultades se multiplicaron y el desenlace se hizo inevitable. Los tiempos han cambiado y sellaron la suerte -por ahora- de instituciones como El Tanque, que supo escribir su historia a lo largo de más de cuatro décadas.
LA SEMILLA
Yohnnatan «Fara» Acosta busca reunir a la familia de El Tanque Fútbol Club. Es su principal objetivo. El tiempo dirá hasta dónde darán las fuerzas. Lo cierto, lo palpable, es que la repercusión obtenida hasta el momento en redes sociales ha sido excelente, porque referentes y luchadores de la institución han comenzado a involucrarse activamente.
«Yo tenía 14 o 15 años cuando ascendimos a la Divisional A. Toda mi familia es del Club Estación y yo, por supuesto, siento cariño por este club, pero por diferentes situaciones de la vida me hice hincha del naranja», declaró Acosta a Primera Página Dominical.
Desde hace un tiempo flotaba en el aire la idea de intentar que El Tanque Fútbol Club renaciera de sus cenizas. «Empecé por comentárselo a mi señora, con la idea principal de que no se perdieran, por el paso del tiempo, cientos de recuerdos y que las nuevas generaciones no puedan acceder a ellos, y pensando también, por qué no, en que en algún momento se pueda concretar el resurgimiento de la naranja».
El primer paso que dio fue visibilizar su propósito. Creó el grupo en Facebook y también marcó presencia en Instagram, en Telegram y en WhatsApp. «Afortunadamente, tuvimos la buena onda de Julio Ríos, reconocido periodista que nació en Minas y que siempre ha expresado ser hincha de El Tanque. Lo queremos sumar a esta iniciativa».
La gente se fue agregando al grupo y aportando fotografías, estadísticas, datos y anécdotas, contactándose a la mayoría de los jugadores que lograron el ascenso a la Divisional A en la temporada 1996, así como también a jugadores que defendieron a la institución durante sus primeros años. «Todos están ahí, en el grupo de Facebook, y para mi es una alegría inmensa porque de alguna manera eso demuestra que transmitamos por el buen camino con esta idea. Luego comenzaron a llegar artículos periodísticos de la época, que referentes conservan como reliquias. Se generó una cosa muy bonita en torno a recuerdos que aún están ahí, vivitos en nuestros corazones».
Yohnnatan Acosta vive junto a su familia en la Costa de Oro y vuelve a Minas con asiduidad. «Con quien más contacto tengo es con César Gomendio, nuestro golero en el ascenso, un crack. En breve lo visitaré otra vez; me va a regalar el buzo de golero de aquella tarde, al que , por supuesto, voy a encuadrar».
«De mi parte, la idea principal era dejar la semilla, la identidad marcada y que todo esto no se pierda en el olvido. Queremos que las historias del club se conserven, que las conozcan las nuevas generaciones. Estamos en la primera etapa, la de plantar la semilla y la de tratar de contagiar a la gente para que muchas personas se entusiasmen, para que esa gran barriada se organice y entre todos logremos despertar a un gigante», expresó Acosta .
DE LA ANGUSTIA A LA GLORIA
Tras su fundación en 1957, El Tanque Fútbol Club fue Campeón de la Intermedia en 1962 y en 1968 y logró el ascenso a la Divisional B. El acceso a la divisional de privilegio se concretó el domingo 24 de noviembre de 1996, de la mano de Ramón «Chato» Allende. Fue en el viejo «Parque Gral. Artigas», en una tarde calurosa, propia de la época estival que se aproximaba. Ese día, El Tanque alineó a César Gomendio, Robert Cesar, Héctor Origoni, Esteban Silvera, Leonardo Gutiérrez, Luis Caraballo, Alejandro Cifuentes, Anicio Rodríguez, Luis Díaz, José Luzardi y Hugo Pintos. En el transcurso del partido ingresaron Mario Suárez, Julio Bonilla y Hebert Jauregui. Claro que el encuentro no estuvo exento de sacrificios y de incertidumbre para los dirigidos con Allende. El empate consagraba el ascenso, pero a los 70 minutos de juego, Wanderers La Curva, el rival de turno, se adelantaba en el score. Los sueños volvían a postergarse hasta que en el minuto 72, el árbitro del cotejo, Héctor De León, sancionó una infracción al borde del área de los bohemios -El Tanque atacaba sobre el arco que da al centro de la ciudad-. Con su recordada calidad futbolística y su temple, Hugo Pintos colocó la pelota en el verde gramado, esperó el silbato para la ejecución y con potente disparo vulneró la resistencia del portero Rolando Barreto.
La historia estaba sentenciada y la página más gloriosa de El Tanque, escrita. Los minutos se hicieron eternos, pero nada cambiaría el resultado: ¡El Tanque era de Primera! Perdería la final de la divisional frente al Lavalleja Fútbol Club, pero esa es otra historia. El caro objetivo había sido cumplido.
Yohnnatan «Fara» Acosta estuvo presente en aquella gloriosa jornada para El Tanque. «Yo tenía 14 o 15 años, era un gurí. Estaba colgado del alambrado, sobre el arco que da hacia el barrio Estación. Sufrimos una enormidad. En el entretiempo fui al vestuario y el clima era bastante espeso por los lógicos nervios en todos. El partido estaba empatado sin goles y de ese modo ascendíamos, pero si nos hacían un gol, todo se derrumbaba. Luego llegó el gol de Wanderers La Curva e imagínate la desazón que sentimos, hasta que Hugo Pintos hizo el gol de tiro libre y fue una locura. Esa tarde es inolvidable para toda la barriada, todo era esfuerzo y corazón, con un equipo de leones metiendo por la camiseta, gente de barrio ‘raspando’ en cada uno de los sectores de la cancha».
«Lo que atajó César -Gomendio- ese partido fue impresionante, sobre todo durante el primer tiempo. Ese día nos jugábamos 40 años de historia institucional. Tengo grabado a fuego esa jornada, fue una tarde hermosa. Cuando empatamos, Wanderers se nos vino arriba y si nos hacían un gol, perdíamos la posibilidad histórica de ascender a la A», rememoró.
LA ESTADÍA EN PRIMERA
En 1997, El Tanque Fútbol Club disputó el Campeonato Minuano de Primera División. En la primera fecha, los clubes ascendidos, de alguna manera, reeditaban la finalísima de la temporada anterior. Aunque no fue una revancha, el Tanque se impuso a Lavalleja por 1 a 0. César Gomendio, Héctor Origoni, Ignacio Pintos, Esteban Silvera, Luis González, Gustavo Navarro, Alejandro Cifuentes, Esteban Barrios, Hugo Pintos, José Luzardi y Eduardo Cotto, fueron los titulares del naranja en aquel equipo dirigido por Julio Bonilla. Hugo Pintos, volvió a hacer la diferencia… «Aquel partido fue en cancha de Lavalleja, en una tarde gris, fría, pleno mes de julio. Yo estaba sobre el alambrado, en el arco que da al arroyo San Francisco», recordó nuestro entrevistado, Yohnnatan «Fara» Acosta, acerca de aquella histórica jornada para El Tanque.