Fin del ciclo electoral que para muchos es muy largo, pero para otros está bien, en Lavalleja fue diferente porque hubo un empate técnico, se tuvo que esperar el escrutinio de los votos observados para saber quién era el ganador, generando tensión y un trabajo extra de la Corte Electoral y en especial de la Oficina Electoral, por lo que ameritaba una entrevista al jefe de dicha oficina, Daniel Santos.

TODO BIEN

La primera pregunta fue qué evaluación o cómo se vivió la elección departamental, Santos respondió que “el domingo 11 de mayo fue una jornada ejemplar, cívica, la ciudadanía votó tranquila. Para nuestra oficina, hubo algunos inconvenientes normales, como en todas las elecciones, controlar a los delegados que están entregando lista en la puerta y eso deben hacerlo a más de 100 metros de las mesas, y ahí van nuestros funcionarios, y les dicen a los  delegados, así como alguna otra cosa menor, pero no hubo nada extraño, ni hechos fuera de lugar. Nada extraño”.

FUNCIONÓ

Tampoco se registró falta de funcionarios en las mesas, confirmó Santos que “las comisiones receptoras de votos se integraron a primera hora de la mañana con todos los funcionarios públicos designados, en algunas por razones de enfermedad el lugar lo ocupó el suplente, se cubrieron todas las mesas, urbanas y rurales. Las mesas rurales salen de acá temprano en la mañana, con la urna y el  custodio, que son del Ejército Nacional y del Ministerio del Interior. Eran en total 143 mesas, 24 rurales y 119 urbanas. En Minas 86 mesas”.

884 VOTOS OBSERVADOS

El domingo 11, al final de la votación, se hizo el escrutinio primario, y daba un empate técnico, por lo cual se debería hacer el escrutinio de los votos observados, Santos puntualizó que “teníamos 884 votos observados, que era bastante más que la diferencia que era de 116 votos, entre el Partido Nacional y el Frente Amplio, por lo que no se pudo tener resultado en la noche del domingo”.

El escrutinio definitivo se hace en la Oficina de la Corte Electoral, comenzó el martes 13 de mayo y se extendió hasta el sábado 17, explicó Santos que “se abre urna por urna. El escrutinio de los votos observados, que corresponden a los funcionarios públicos, los custodia del Ejército y de la Policía, o personas con discapacidad motriz, y su circuito no era accesible, se le toma el voto en calidad observado. Se da también en el caso de ciudadanos que no hicieron el traslado, y no pueden ir a votar por determinados impedimentos, y votan observados. Sobre todo se da en personas que votan en zonas rurales que ese día no pueden ir, pero que no quiere hacer el traslado, porque es una manera de encontrarse ese día de elecciones con su familia o con sus vecinos. No hay una cultura y no hay obligación de hacer el traslado”.

 

 

Daniel Santos Jefe de la Oficina Electoral de Lavalleja.
Daniel Santos Jefe de la Oficina Electoral de Lavalleja.

¿Cómo es el proceso? ¿Por qué se empezó por la verificación de todo y el sábado recién se contaron los observados?

Es siempre así, está establecido en la Ley 78/12, la ley de elecciones y la reglamentación de la Corte Electoral. Lo primero que se hace es el estudio de urna por urna, de los 143 circuitos de Lavalleja, es una tarea que hace la Junta Electoral con la asistencia de los funcionarios electorales, y es por la Ley 15.005, que le asigna esa tarea, la Junta Electoral asumió el 15 de febrero de este año, esta fue su primera elección y un escrutinio definitivo. A posteriori se estudia los votos anulados, si están bien anulados y los votos en blanco. La Junta Electoral tiene la potestad de validar votos que fueron mal anulados en la noche de la elección por la comisión receptora de votos. Siempre se encuentran diferencias entre el escrutinio primario y el definitivo, porque la Junta Electoral validó algunas hojas de votación de cualquiera de los partidos. Eso se hace en cada elección, no surgió ahora porque había poca diferencia, se hace en cada elección,  culminado el protocolo con la apertura de esos votos observados.

¿Cómo es el proceso de la validación de los 882 votos observados?

Los observados vienen en una urna, en un sobre azul, y lo primero es sacar la hoja de identificación que tiene el nombre del votante, y todos sus datos, y en algunos caso se le toma la huella digital del pulgar, luego se extrae el sobre amarillo que viene dentro del sobre azul y se pone en otra urna. Ahí ya no tenemos la identificación de la persona, porque cuando se hace un voto observado la ciudadanía piensa que se van a saber lo que votó, y no es así, no se sabe -eso es folclórico-. Nunca se sabe. En el momento que se vota delante de la comisión receptora, hay que cortar la tirilla y eso no tiene identificación. Es un respaldo que tiene la comisión dado que la cantidad de tirillas corresponde a la cantidad de sobres que hay en la urna. Los sobres azules se queman con todos los datos del votante, y eso lleva mucho tiempo.

¿Cómo vivieron ustedes esa tensión de la espera del resultado de los votos observados?

Se vivió en una semana estresante, teníamos que terminar el escrutinio antes del octavo día, había una infinidad de delegados, -por lo general vienen muy pocos-, viene algún delegado a la apertura de los sobres observados, pero no al de las urnas. Pero en esta elección era muy pequeña la diferencia, cada voto se defendía con todo por el delegado, y eso está amparado en la ley, el delegado puede recusar que un voto se valide, ese voto va a la Junta Electoral y si no da lugar, tiene la potestad el delegado de pedir la acción subsidiaria hacia la Corte Electoral que es el último juez y decide. Tuvimos muchos reclamos, si no hay solución acá se pasa a la Corte Electoral en Montevideo, que es el último juez de todas las elecciones, lo dice la Constitución de la República, la Corte Electoral es el órgano supremo, es la que determina en última instancia, y por eso van los recursos. Hubo dos funcionarios el viernes para hacer esa tarea de llevar los reclamos, que eran más de veinte, que se pasaron a Montevideo. La Corte Electoral está reunida en sesión permanente en estos casos, porque están todas las juntas electorales realizando el conteo definitivo. O sea ya veníamos una semana estresados porque la previa a las elecciones para cualquier funcionario electoral es compleja, que las urnas estén bien, la integración de la comisión receptora de votos, a veces hay renuncias, o les pasa algo y tenemos que cambiar alguna mesa, o alguna institución donde era la votación y están de guardia y no pueden participar y tenemos que cambiarlo. Los cursos de los receptores de votos fueron hasta el 8 de mayo. Todo ese ajetreo de última hora, fue muy estresante las dos semanas, la previa y la post elección.

¿Esto que ocurrió en Minas nunca había pasado?

Que yo recuerde, nunca existió un hecho así, es histórico, partiendo de la base de la poca diferencia del domingo.

¿El pedido de la Guardia Blanca fue otra novedad? ¿Quién la designa?

Está establecido en la ley. Es una ley de 1925, y tuvo algunos cambios a lo largo de estos cien años, pero muy pocos. Yo tengo más de 31 años en la oficina y nunca se ha dado. Algunos jubilados hoy con muchos años de oficina, me comentaban que antes los partidos políticos, después de cada elección, venían y se quedaban acá custodiando las urnas, pero hacía mucho que no se hacía. La guardia la pidió el Frente Amplio en las primeras horas de la madrugada del lunes. Después de la elección llegó un oficio acá, reunimos a la Junta Electoral en la madrugada, -2:30 de la mañana- y se les dio conocimiento, y toma la decisión y se hace, y se le da conocimiento a la Corte que esto iba a suceder, para que estuviera al tanto. Igual hicimos el traslado a la Casa de la Cultura, y la Corte lo aprobó.

¿Tampoco había ocurrido un resultado así, empate técnico?

No, y por eso es una jornada histórica. Nunca hubo que esperar a los observados para el resultado final de la elección departamental.

¿Qué pasó en Pirarajá? Hubo empate de dos concejales del Frente Amplio.

Hubo dos concejales que tuvieron los mismos votos. Cabe recordar que en la elección municipal no se vota el alcalde, los candidatos salen a decir que los voten a alcalde, pero lo que se vota son los cinco concejales para integrar ese municipio, el primer titular de la lista más votada del lema más votado se proclamará alcalde, el ciudadano vota concejales para integrar un municipio. En el caso de Pirarajá  dos concejales empataron, se envió un oficio de la Junta Electoral, y como ya ocurrió en otros lugares, se hizo un sorteo. Fue entre la hoja de votación 609 E y la 90 E. Y el viernes se sorteó y salió concejala Rocío Piñeiro, de la Lista 90 E, Frente Amplio.

¿Ustedes los funcionarios de la Oficina Electoral tuvieron alguna presión como denunció Miguel Azurica, presidente de la Junta Electoral?

No, no, no, para nada. Tampoco voy a hablar del tema. Lo que recibimos fue un agradecimiento grande por el trabajo de los partidos políticos, de todos. Presión ninguna.

¿Ustedes deciden la adjudicación de los cargos electivos?

La adjudicación de cargos lo hace la Junta Electoral, con la asistencia de los funcionarios de la Oficina Electoral. Al igual que se proclama el candidato electo y los suplentes, en esta oportunidad los suplentes del electo intendente son tres, y no cuatro, porque el doctor Ernesto Cesar no puede asumir, porque ocupó un cargo a nivel nacional. La Corte Electoral decidió así, y quedaron como suplentes Arianna Bentos, Yliana Zeballos y Daniel Urquiola. Los 31 ediles también los proclama la Junta Electoral, el Frente Amplio como partido ganador automáticamente se lleva los 16 cargos. El Partido Nacional va a tener 12 y el Partido Colorado va a tener tres.

¿Qué viene de ahora en más?

Seguir trabajando en lo que es la labor diaria común. A mediados de julio se abre el periodo inscripcional de los que cumplen 18 años. No sé si este año tenemos la elección universitaria. La Caja de Profesionales Universitarios seguramente será en los próximos meses.