Mientras continúa batiendo récords a nivel mundial y sumando repercusiones inesperadas, la serie El Eternauta tiene en el actor uruguayo César Troncoso a uno de sus protagonistas, junto al multipremiado Ricardo Darín. Luego de El baño del Papa y de El viaje hacia el mar, y de triunfar en superproducciones en Brasil, Troncoso compartió con Primera Página Dominical detalles del rodaje y de cómo se prepara para la segunda temporada.

-¿Qué sentiste al conocer las características del proyecto de El Eternauta, cuando comenzó a manejarse tu nombre para protagonizar la serie?

-Ante todo, una gran emoción. Conocía a El Eternauta, la historieta, la importancia que tenía dentro de la historieta argentina. La obra de Héctor Germán Oesterheld y de Francisco Solano López es realmente una historia emblemática. Sentí que era un proyecto en el que me interesaba participar. Luego me enteré quiénes eran los productores, K&S (Óscar Kramer y Hugo Sigman), pero en un principio no me dijeron que iba a estar Ricardo Darín. Cuando empecé a darme cuenta de todo eso, tenía la esperanza de quedar tras los castings realizados. Lo logré y fue maravilloso. Son de esas cosas que uno imagina que son para uno, porque te pasaste toda la vida leyendo historieta argentina y, de repente, aparece una serie basada en una historieta argentina y decís: ¡Esta es mi oportunidad!

-En otra entrevista decías que era como cumplir el sueño del pibe, que siendo niño soñabas con protagonizar una producción de este estilo.

-Exacto. Por un lado, el tema de que era un lector de historietas y, por el otro, cuando uno piensa en la actuación y se entusiasma con una película siendo niño, porque ese entusiasmo no empieza de adulto, sino en la niñez, uno lo hace a través de películas de gánsters, de la Segunda Guerra Mundial y con las de ciencia ficción. Entonces, cuando te dicen que vas a hacer una película o una serie de ciencia ficción, sientes que estás preparado porque pasaste toda la niñez con las dos cananas en la cintura y matando monstruos. Así que, ¡vamos arriba, estoy preparado!

-¿Cómo viviste el rodaje de la primera temporada de la serie en este formato de plataformas (Netflix) que requirió un importante esfuerzo físico?

-En cuanto al rodaje, en un punto es muy similar a cualquier película, pero claro, acá no estás haciendo una película de 90 minutos, sino seis capítulos, lo cual cambia notoriamente, porque en vez de estar trabajando cuatro o cinco semanas, o de tener una participación de 20 días en una película, en este caso estás siete u ocho meses trabajando, algo que te cambia los planes, sobre todo porque soy uruguayo, porque vivo en Montevideo y porque la película se realizó en Buenos Aires, por lo que tuve que hacer toda una movida familiar y trasladarme. Suspendí la vida de todos los días, medio que quedó colgada… Trabajar en El Eternauta implicó un gran esfuerzo físico, porque es una serie de aventuras, de invasión extraterrestre, algo a lo que uno no está preparado habitualmente para hacer en nuestros países. Salvo en El baño del Papa, donde anduve a las corridas con la bicicleta, en casi todas las películas he estado mucho más tranquilo. La serie implicó un sacrificio desde ese punto de vista, pero, en paralelo, mientras volvía con dolor de piernas de tanto correr, venía satisfecho y feliz porque disfruté como un cochino, a lo loco. Estás haciendo una película con una invasión extraterrestre, con una tecnología novedosa para la zona, basada en un clásico… Fue complejo y a la vez muy placentero.

-¿Cómo es la experiencia de trabajar en una producción de ciencia ficción, con efectos especiales, algo a lo que no estamos acostumbrados?

-No hay tanta diferencia. Hubo un montón de escenas que nosotros hacíamos en las calles de Buenos Aires, con toda la ‘nieve’ que tiraban, ‘maquillada’ en la calle. También pintaban el pasto, los autos, todo. Vos llegabas y ya estabas metido adentro. Lo mismo pasaba cuando trabajabas en el estudio, donde tenías las pantallas LED que te mostraban el mismo paisaje nevado en una pantalla. El oficio de actor te permite creerte cosas que no te están pasando. Es decir, lo que necesitas es lo mismo que para un drama. Habiendo construido el oficio, lo que te impresiona es el tipo de escenarios, las pantallas, pero las características del trabajo son las mismas. En uno corres más, en otro menos, pero se trabaja de la misma manera.

-El Baño del Papa, El viaje hacia el mar, las superproducciones en Brasil... En el último tiempo estás asociado al éxito. ¿Qué es el éxito para ti?

-A mí me está yendo bien, lo reconozco. Junto a Andrea Carballo, mi compañera en la actuación, ganamos con la película La mujer del río en el Festival Internacional de Cine de Buenos Aires. Es una película preciosa, pero eso quedó como relegado por el furor de El Eternauta. Me da pena porque trabajamos muchísimo en ella y fue la tercera película que hice con el mismo director, Néstor Mazzini. Me preguntas por el éxito… De algún modo, que te den un premio es un reconocimiento y funciona como un momento de éxito personal. Yo creo que el éxito tiene que ver con la posibilidad de trabajar en un área en la que deseas trabajar, de la que eres vocacional. Yo soy actor por vocación. Si tengo que trabajar en otras cosas, lo haré, porque bueno, nadie está libre de trabajar en lo que no desea, pero cuando te toca trabajar en lo que deseas, en lo que sabes que puedes hacer bien, hacerlo en varios países, para mí ese es el éxito. Después, obviamente, quiero vivir de la profesión, pero para mí el éxito es eso. La gratificación de este trabajo es que lo puedes hacer queriendo y pudiendo, y, dentro de todo, elegir las películas, con qué compañeros te llevas bien y trabajar con ellos. No es esa cosa de la fama boba, de ser famoso por ser famoso. Sí es algo viene acompañado, que la gente te conozca y te salude por la calle. Eso es bárbaro, pero en realidad para mí el éxito es haber conseguido trabajar en lo que deseo, algo que no es tan fácil de lograr en la vida.

-¿Esperabas que tuviera tanta repercusión ?

-No, esperaba repercusión porque sabía que estaba bueno lo que estábamos haciendo y tenía todas las de ganar, porque sale en Netflix, porque protagoniza Darín, porque dirige Bruno Stagnaro, todas cartas de muy buena calidad. Era como un paquete precioso el de la serie. Ahora, lo que pasó supera ampliamente mi imaginación. No me imaginaba que la serie estuviera tan despegada, que fuera un éxito mundial. Imaginaba una cosa más pequeña, que fuera primera en Uruguay, en Argentina, en Brasil, eso me parecía normal, pero que los japoneses la estén viendo, que sea número uno en India, en los países nórdicos de Europa, en Alemania, en Francia, en Estados Unidos, no lo esperaba. Pero bueno, la serie lo merece, el trabajo está ahí y se ve.

-¿Cómo te preparas para la segunda temporada de la serie?

-Todavía no tengo mucha información de eso porque estoy en Montevideo, ellos en Buenos Aires y todo pasa allá. Estoy preparado para otros siete meses de trabajo. La prioridad es la serie porque, por contrato, te comprometes a la continuidad. Estoy muy entusiasmado. Veremos qué tengo que hacer en la segunda temporada. Así sea un trabajo fuerte y riguroso como el de la primera, lo haré con mucho cariño, con mucho amor. Va a estar bueno. Estoy esperando que me llamen...

Trabajar con Darín

-¿Cómo fue trabajar con Ricardo Darín?

-Fue precioso. Es uno de los actores más importantes de Hispanoamérica, lo conocen en todos lados, es admirado en todas partes. Yo trabajé en Brasil y allí lo admiran mucho, como al cine argentino en general. Más allá de esa fama, de ese reconocimiento, de ese prestigio internacional, Darín es una persona muy sencilla, un muy buen compañero, un tipo que se maneja con mucho humor, te ayuda en todo momento. Hicimos muy buenas migas con él, así como también con todo el elenco. Todo funcionó muy bien en ese sentido, con Ariel Staltari, con Marcelo Subiotto, quien el año pasado ganó como Mejor Actor en San Sebastián, con Carla Peterson, una persona recontra reconocida en televisión, o sea, estamos hablando de gente de muy alto nivel y por suerte encontramos un modo de estar entre nosotros, porque era un tirón largo, siete meses es mucho tiempo, y la pasamos bárbaro. En eso pienso que tiene mucha responsabilidad Ricardo Darín, porque al ser la figura central, es un poco también el responsable del clima de trabajo que se genera. Él generó un clima de camaradería y de distracción, de mucha risa. Eso es bárbaro.

El Eternauta

Cómic argentino sobre una invasión extraterrestre, es considerada la primera novela gráfica en español y una de las obras cumbre de la ciencia ficción latinoamericana. La historieta fue escrita por Héctor Germán Oesterheld, con dibujos de Francisco Solano López, e imagina una invasión alienígena en Buenos Aires. Juan Salvo es su protagonista, un argentino común que integra un grupo de resistencia contra los invasores y termina convirtiéndose en El Eternauta, el viajero de la eternidad. Se publicó por primera vez en 1957 en la revista Hora Cero Semanal y concluyó en 1959, tras 106 entregas. Su impacto fue tan grande entre los fanáticos de la historieta y la ciencia ficción que hubo secuelas. Aunque se publicaron revistas y libros y se planearon producciones cinematográficas y televisivas, dificultades legales, técnicas y de presupuesto hicieron que El Eternauta, hasta el momento, no lograra saltar a un medio audiovisual.