Con apenas 17 años, mientras cursa Bachillerato en el Instituto Eduardo Fabini, Ezequiel Yelós García retomó los relatos deportivos. Ha incursionado en diferentes medios y plataformas. El periodismo es su pasión, tanto como la camiseta celeste, a la que sigue desde que tenía 3 años cada vez que disputa un encuentro en el Estadio Centenario, con cero falta hasta el momento. Reconoce que sin el apoyo de su familia no podría encarar esta tarea y agradece a sus compañeros de liceo, a las adscriptas y los profesores, siempre dispuestos a estimularlo para que siga adelante en la profesión que ha elegido.
El minuano Ezequiel Yelós García tiene 17 años y cursa 5º año de Bachillerato en la orientación Humanística, «dispuesto a terminar la etapa liceal para ver qué depara el futuro y seguir estudiando, sobre todo dentro del mundo del periodismo». Proviene de una familia futbolera. «Mi viejo (Alberto ‘Beto’ Yelós) desde siempre estuvo vinculado al fútbol, a Peñarol y a la Selección uruguaya. En mi caso, desde que tengo tres años voy al Estadio Centenario a ver los partidos de Uruguay. Desde ese momento, no he faltado a ninguno de la celeste, con eso te digo todo. Es una pasión. Recuerdo que en una oportunidad tuve 38º de fiebre y fuie de todos modos».
En cuanto al periodismo, «veía a los profesionales en la televisión y quería ser como ellos». Con nueve años, sintió que quería involucrarse con el periodismo. Cinco años después tuvo su primera oportunidad en Oral Sport. «Luego llegó una acreditación para la cobertura de la final de la Copa Intercontinental en categoría sub20, en encuentro disputado entre Peñarol y Benfica, en el Centenario, en 2022. Posteriormente me vinculé a diario La Unión donde continúo en la actualidad».
Alberto Kesman «fue desde siempre mi referente. Me gusta su estilo, es una persona que va directo, al igual que José Carlos Álvarez de Ron, saben de lo que están hablando y no están condicionados por el sistema ni por expresar lo políticamente correcto. En ese sentido, son desfachatados y, salvando las distancias, ese es mi estilo. Obviamente que para ganarte el respeto que ellos tienen en la actualidad debes empezar desde muy abajo y siempre con humildad. Es lo que te lleva a ir quemando etapas y superándote».
Como veíamos, su intención de vincularse al periodismo surgió a los nueve años. Le consultamos sobre si, una vez que pasó a ser parte de ese mundo, el ambiente ha cumplido con sus expectativas, si era como lo había imaginado. «Siendo del interior, cubriendo los partidos del fútbol minuano, conoces a todos los protagonistas, lo que te facilita algunas cuestiones. Los periodistas de Montevideo prácticamente no tienen relación con los futbolistas, manejan una mayor distancia de la que aquí estamos acostumbrados. Era lo que esperaba porque, de algún modo, lo había vivido a través de un amigo de mi padre, Román Nappa. En abril me desvinculé de Oral Sport por temas personales y regreso el sábado (ayer) para relatar Barrio Olímpico con Lavalleja de Rocha. Todo ha sido muy rápido. En un año y medio, desde setiembre de 2022 a esta parte, mi vida cambió casi por completo. Lo que antes era un sueño, ahora es una realidad», analizó Ezequiel y con justa razón.
No todo es color de rosa. Lo asume con naturalidad y lo afronta de la misma manera. «Las desilusiones están a la orden del día en todos los ámbitos de la vida. A veces te enteras de determinadas cosas o ves acciones de algunos protagonistas de los partidos que no son del todo buenas, lo que te hace pensar en muchas cosas. Sabes que hay personas que te dan notas con la mejor de las ondas y otras, de aquí, de Minas, que piensan que son Messi o Ronaldo. De mi parte, pienso que las estrellas están en el cielo. Esas son las desilusiones más grandes que te llevas, cuando vas a hacer una entrevista en el fútbol minuano y no se da ese feeling que sí puedes tener con otros jugadores».
En el ámbito del periodismo, «desilusiones todos hemos tenido, sobre todo cuando nos pintan algo que no es. Por ahora, en estos casi dos años, afortunadamente no he vivido grandes desilusiones, aunque reconozco que cuando eso pasa hace que sientas menos pasión por el fútbol en general. Si tienes contacto con un jugador de la capital o que es semi profesional, tienes que analizar cómo tratar a esa persona; cuando te da una entrevista debes tomarlo con una seriedad máxima. Si los jugadores responden de mala manera, sin ganas, ves otra realidad y reconoces que aquí, en Minas, te dan entrevistas de buena fe».
En este recorrido, Ezequiel ha sumado amigos en el periodismo. «Con casi todos los colegas tengo excelente relación. En ocasión del Campeonato de Selecciones, en un ambiente donde puede pensarse que aflora el recelo, a nosotros nos une la amistad. Hay una foto en la que estamos los cuatro relatores de las radios minuanas (Román Nappa, Guido Herrera, Luis Caballero y yo). En el verano, en todos los encuentros que la selección disputa fuera del departamento, nos juntábamos antes de los partidos, algo que quizá en otros lados no ocurre porque los relatores principales ni siquiera se saludan. El del periodismo es un ambiente muy lindo que te aporta muchos amigos. También hay gente en la que no puedes confiar, como ocurre en todos los ámbitos, porque ellas mismas se han encargado de crear una mala fama a su alrededor. En todos los casos es un ambiente que te aporta muchas enseñanzas y muchos amigos», afirmó.
Fue en pandemia, «donde, como todos, estaba bastante aburrido, en plena cuarentena» que sintió atracción por escribir artículos. «Cree una página en redes sociales (Lírico.uy) y empecé a escribir, a actualizarme, a compartir noticias. Me considero un gran lector, me encanta leer libros y demás publicaciones, ver el énfasis que pone el periodista a la escritura. Leo Primera Página, La Unión, Serrano, El País, Montevideo Portal, entre otras publicaciones. Lamentablemente los jóvenes de mi edad no suelen leer libros, ni diarios, sino que focalizan todo en redes sociales como fuente para enterarse de lo que está pasando. Empecé a escribir en Facebook y en Instagram. Mi primer artículo fue sobre Luis Suárez, luego empecé a hacer entrevistas, primero a un amigo como lo es Francisco Pereira, jugador de la Selección Uruguaya de Básquetbol y de Nacional. Rodrigo Guillén vio mis notas y me convocó para diario La Unión, donde continúo en la actualidad, aunque no con la participación que tuve en el momento en que Leonardo Rodríguez pasó a ESPN y, de alguna manera, me tocó suplirlo. Leo es un gran periodista, un clase a en el departamento, de quien trato de fijarme cada vez que relata, como cuando escribía en el diario, porque confeccionaba artículos muy interesantes. Cuando la Selección obtuvo el título del interior, me tocó escribir el artículo. Para un periodista del interior es lo máximo».
Durante un tiempo estuvo sin relatar y retomó la tarea ayer sábado. «Solo relataba en mi cuarto, mirando algún partido y haciendo videos de prueba para ver cómo evoluciono, si mantengo las mismas mañas o muletillas. La noche anterior a cada partido recabo información, me preparo, dialogo con los técnicos y con los principales protagonistas. En términos generales lo vivo con mucha tranquilidad. En mi debut como relator sí que sentí nervios. Fue en Santa Clara del Olimar y fue una tarea bastante dificultosa. Fue el peor debut que podía haber tenido cualquier relator. En la cancha no había ninguna cabina, ni una tribuna con más de tres escalones, por lo que debía relatar casi a nivel de cancha. Relatar me apasiona y es a lo que quiero dedicarme de aquí en adelante».
Cuando ingresa al liceo, «las adscriptas me reciben con un beso y un abrazo. ‘Mirá que te escuché en tal programa o te vi en la tele el fin de semana’, me dicen. Me causa mucha gracia porque quizá la hora anterior a entrar a clases había estado en la radio, llego al liceo y siento esa cálida repercusión. Con mis compañeros ocurre otro tanto. A veces no pueden creer que sea su compañero de clase si aparezco en la tele. Les digo que soy yo, que no soy un clon y todos se ríen. Afortunadamente me envían mensajes y me dan para adelante siempre. Publiqué en redes sociales que retornaba a los relatos y muchos amigos de mi edad y personas mayores me felicitaron por el regreso y se alegraron por la noticia, al igual que los profesores que me dicen que me escuchan o que leen mis artículos. Siempre están presentes».
Actualmente, Ezequiel Yelós García cumple tareas periodísticas en Oral Sport, en diario La Unión, en Copa Nacional de Selecciones y de Clubes en transmisiones de Direct TV y AUF TV, es columnista de deportes del programa Voces Minuanas (93.3 FM) y está al frente de la sección deportiva en el informativo central de VCC.
Para finalizar la charla con Primera Página Dominical, destacó y agradeció el apoyo incondicional que recibe de parte de su familia. «Es fundamental para mi. Si uno no tiene el respaldo de los viejos (Alberto Yelós y Luján García) y de los hermanos (Emilio y Martina) sería imposible avanzar. Siempre están pendientes de mi, A cada lado que voy ellos están conmigo, siempre con un mensaje de apoyo y de estímulo. Antes de cada relato un beso y un abrazo con los viejos. Ver que ellos me escuchan, me leen y disfrutan de lo que hago, me llena de orgullo, algo para tener por siempre guardado en el corazón. Sin esos apoyos, la tarea sería imposible de encarar, porque gran parte de lo que soy de los debo a ellos. porque los viejos siempre me dieron las mejores herramientas, nunca me faltó nada y que me sigan respaldando en lo que hago me llena el alma. Gracias a ellos, con 17 años, soy lo que soy», expresó Ezequiel.