UNA GESTIÓN COMPLICADA LOS TRES PRIMEROS AÑOS POR EL COVID 19
El doctor Guillermo Riccetto terminó hace pocos días que su gestión como director de la Departamental de Salud de Lavalleja (DSL), al finalizar el gobierno de la Coalición Republicana (CR). Muchos coinciden que fue una gestión con mucho trabajo pero sin ruidos disonantes.
MUY INTENSOS
Al preguntarle a Riccetto qué evaluación hace de los cinco años al frente de la DSL, dijo que “es muy grande el resumen, porque son cinco años, y fueron muy intensos todos, pero los primeros tres muy parecidos entre ellos, pero distintos al resto. Si tuviera que hacer una evaluación en cuanto a resultados; creo que fue una experiencia muy buena para mí, y creo que la gestión del MSP y la Departamental en estos cinco años fue muy buena”.
POLICLÍNICA DE VILLA SERRANA
Al consúltalo si quedaron cosas por hacer, aseguró el exdirector que “sí, siempre quedan cosas por hacer, ideas que uno tiene y que por distintas razones se van dilatando las resoluciones, el tiempo corre, se termina la gestión y quedan. Me hubiera gustado mucho concretar la policlínica para Villa Serrana, estuvimos en varias oportunidades por concretarla, dejarla en marcha, con todas las resoluciones a favor, pero por distintas razones no se concretó, y terminó el período de gestión. Ese es un debe que en el futuro alguien debe concretar, ya sea el MSP o ASSE, pero se debería concretar”.
ES UN DEBE
Respecto a la importancia de crear y poner en funcionamiento la policlínica de Villa Serrana, Riccetto señaló que “es un punto muy concurrido, un centro turístico muy importante del departamento, y que Lavalleja lo promociona como uno de sus puntos principales, y es así, pero no tiene un lugar para una atención inmediata. Es cierto que está muy cerca de Minas, pero ya salir de Villa Serrana, acceder a la ruta 8 no es tan fácil, por lo tanto ese es un debe. En Villa Serrana no hay nada, no hay para comprar curitas, más allá que tal vez en el almacén vendan”.
Riccetto aseguró que “según algunos informes del Ministerio del Interior y otros, cuando estábamos trabajando sobre la policlínica para Villa Serrana, se sabe que hay momentos como son Semana de Turismo o Santa, carnaval, fines de semana largos u otros feriados, se llegan a juntar hasta unas seis mil personas, cuando en José Pedro Varela tiene unos cinco mil habitantes. Sería impensable que Varela no tuviera un centro de salud, o las otras localidades importantes como Solís, Mariscala, Pirarajá, Batlle y Ordóñez, en algunos casos son un tercio o menos de la población que llega a tener Villa Serrana. Por todo eso me parece que se debería seguir trabajando”.
¿Cómo es la realidad del Ministerio de Salud Pública (MSP), respecto a la DSL?
La realidad y el relacionamiento son buenos, porque el MSP con las Departamentales tiene muy buena conexión. El MSP no dispone de dinero para ciertas necesidades, porque es un órgano rector, hace cumplir las leyes y las disposiciones de salud, y las departamentales son la representación del ministerio en territorio, tenemos que llevar a cabo esas disposiciones, fiscalizábamos las policlínicas, los prestadores de servicios, las ópticas, las farmacias, y una serie de instituciones y organismos donde se trabaja con la salud. Las departamentales no disponen de la posibilidad de fundar una policlínica, eso es potestad de ASSE, no del ministerio. El MSP y ASSE son dos cosas distintas. Como parte del ministerio lo que podemos es mediar, proponemos ideas, reunir voluntades, pero es la cúpula del MSP quien decide, y la policlínica en Villa Serrana la aprobó el ministro, pero por problemas reglamentarios y de dinero no se pudo concretar con ASSE ni con prestadores públicos, y se nos terminó la gestión. Lo que debe hacer ASSE si se abre una policlínica es generar los cargos de los médicos, enfermeros. Lo que hace el MSP es mediar con los prestadores, para brindar el mejor servicio.
Usted en este período ocupó la dirección de la Departamental de Salud de Maldonado a la vez la de Lavalleja. ¿Cómo fue esa experiencia?
Sí, así fue, son dos realidades muy distintas, porque son departamentos muy distintos. Como tampoco es lo mismo Maldonado en invierno a Maldonado en verano. A mí me tocó estar en la dirección de Maldonado desde setiembre a marzo, es mucho más grande en población que Lavalleja, los prestadores de salud son muchos más que en Lavalleja, aquí en las reuniones son ASSE, CAMDEL, a veces Médica Uruguaya, y la Departamental. En Maldonado son varios los prestadores privados, y están ASSE, la RAP, y el hospital, con los cuales son muchas más las disposiciones y medidas que hay que tomar, y muchas son exclusivamente para el verano. Pero también debo decir que en Maldonado se trabaja muy bien, aunque sea mucho más el trabajo, porque la gestión está muy aceitada, vienen de años reuniéndose y trabajando conjuntamente MSP, prestadores y ASSE, y fue una muy buena experiencia.
¿Cómo es en Lavalleja el relacionamiento de la Departamental con los prestadores privados y ASSE?
En general es muy bueno. En momentos difíciles como fue la pandemia del Covid, nos podemos jactar los lavallejinos que nadie rehuyó apoyar. La Departamental tenía en ese momento el deber de coordinar todas las actividades respecto a enfrentar el Covid, todas las instituciones de salud públicas y privadas, como de instituciones que no eran de salud como la IDL, el Ejército Nacional, los ministerios del Interior, de Desarrollo Social, y otros organismos, lo obtuvimos ya fuera apoyo con personal, con vehículos, de dinero, materiales, siempre hubo respuestas, fue muchísimo siempre el apoyo. Eso fue durante la pandemia que se trabajó muy bien. Fuimos el segundo departamento con menos fallecidos por el Covid. Pero los dos últimos años también se dio ese apoyo, tuvimos una experiencia muy linda que fue las Mesas de Salud Rural, que se armaron con los ministerios del Interior, de Ganadería, Primaria, con Club de Leones, CAMDEL, RAP, y otras instituciones, y se llevaron a zonas rurales servicios de atención en salud, se dieron charlas por parte de los integrantes de la mesa, se hicieron PAP, consultas ginecológicas, comunicación digital, y estaban dirigidas a los agrupamientos de escuelas rurales, donde participaban las infancias y los adultos de las zonas, durante todo el día, y la gente lo valoró mucho. Yendo a la respuesta de la pregunta inicial, se trabajó muy bien, no solo durante la crisis que generó la pandemia, sino siempre con las distintas instituciones que aportaron a mejorar la calidad de vida de la gente. Solo lo que tenemos es agradecimiento a todos con los que trabajamos juntos.
Desde la Departamental tienen el control de los hogares o residencias de adultos mayores. ¿Cómo está Lavalleja en ese tema?
Sí, es así. Aunque la realidad nos dice que solo hay dos residencias habilitadas en Lavalleja, una en José Pedro Varela y otra en Mariscala, tienen un 100 % de habilitación, la que le corresponde al MSP o sea a la Departamental y también el MIDES; tienen que estar de acuerdo las dos instituciones para habilitar. Están todos esos -unos veinte- que no están habilitados, pero todos sí iniciaron el trámite de habilitación. Todos están bajo el control y fiscalización de los dos ministerios, hay algunos que están mejor que cumpliendo con las exigencias, seguramente en pocos meses pueden llegar a conseguir la habilitación, y los que están con carencias mayores se los controla semanal o mensualmente para que vayan levantando las objeciones que se les hacen desde ambos ministerios.
¿Cómo fue la transición con la nueva directora María Rita López?
Yo salí con licencia la última semana de febrero y la primera de marzo, la semana anterior a mi licencia, como se sabía que era María Rita López la nueva directora, nos reunimos, hablamos un poco y después se le pasó un documento de unas ocho o diez hojas, con todo lo que la Departamental tiene en su funcionamiento, funcionarios, trámites pendientes, sobre las mesas a realizar y gestionar, o las reuniones con las comisiones que cita la Departamental, u otras instituciones. Todas cosas que si a uno no se las dicen, no hay forma de saberlas, además yo quedé a disposición por cualquier duda que se presente, porque son muchas las cosas que se hacen desde la Departamental, y es imposible ponerla al día en todo, por eso estoy a las órdenes.
López lo manifestó en una nota que usted se había puesto a las órdenes.
Estos son cargos políticos, son cargos de confianza, pero en cualquier cargo o dirección pública mi forma de pensar y de hacer es que a quien venga al cargo le vaya bien, porque si a esa directora o director le va bien, a todo Lavalleja le va a ir bien. Sea la dirección que sea, por lo que me parece de orden que todos los que tuvimos algo que ver con el Estado y que podamos aportar a que la nueva gestión sea buena, debemos hacerlo. Así pienso yo, y se lo dije a María Rita, lo que ella necesite estamos a las órdenes.
¿Qué valoración social y profesional tiene un cargo público como el que ocupó?
Para mí (hace un silencio), pah … nunca ocupé cargos políticos, estuve en el Estado en la Dirección de Policlínicas de Sanidad Militar, que se trabaja con mucha gente, pero no es lo que es la DSL. Este no es un cargo conocido, no se sabe muy bien qué hace un director departamental de Salud, hasta que a uno le toca estar ahí. En mi caso no sabía, sí siempre estuve dispuesto a aprender, a saber, y para mí el cargo cuando me lo ofrecieron fue un desafío personal, porque de gestión de salud pública y demás -solo tenía las guardias y policlínicas toda mi vida, la atención directa con los pacientes- no sabía cuál iba a ser mi aporte, y me gustó, fue un desafío hermoso, pero nunca pensé que iba a ser tan grande, con tanta responsabilidad y compromiso. Iniciada la gestión tuvimos una pandemia, sabía lo que era una pandemia, pero nunca la había vivido, además con un virus desconocido, después la vacunación, y seguimos con problemas como dengue, como la encefalitis equina, rabia del mono, un virus respiratorio, completito fue, no hubo cosa que no pasó, fueron muchas cosas, uno mira para atrás y la que se lleva toda la atención fue la pandemia, pero pasaron muchas cosas más. Realmente es un cargo donde lo más duro es el trabajo de fiscalización respecto a la salud, que no es lo más llamativo, pero absolutamente necesario. Por otro lado, uno tiene la satisfacción de llegar a la gente, en las mesas rurales, en las charlas, o en las policlínicas, donde en ese contacto estaban todas las variantes de la salud, por qué, cómo hacer las prevenciones, y ese contacto con la gente es muy lindo. Creo sí, que habría que repensar la figura del director de salud departamental, porque tiene muchas responsabilidades y darle las herramientas que le faltan para solucionar los temas. Yo lo aprendí a los golpes, pero sin duda que es un cargo muy lindo.
¿Qué viene ahora para adelante?
Seguir trabajando. Tengo un cargo en ASSE en la RAP ganado por concurso de oposición y méritos, en el 2009. Cuando asumí en el MSP como director Departamental de Salud quedó en reserva, y ahora lo retomo al dar mi baja en el MSP. Seguiré trabajando también en la salud privada -mutualistas, emergencias móviles, en salud policial y soy asesor de una empresa-, lo que viene es seguir trabajando. Hice el año pasado un curso sobre Salud Ocupacional y Ambiental, ver cómo encarar sobre eso, que me parece muy interesante y no hay tanta gente que se ocupe de eso en Lavalleja.
¿En política nada?
No. Nada. Yo nunca hice política. Si bien mi cargo fue político, y no podía hacer política -entre otras cosas porque era médico militar, de donde me retiré e ingresé al MSP-. Nunca hice política, porque no se dieron nunca las circunstancias. Pero siempre esperando lo mejor para Lavalleja, en el que sea el próximo gobierno departamental, en lo nacional ya lo tenemos claro y desear que todo sea lo mejor posible, porque cuando le va bien a los mandatarios, a nosotros los ciudadanos nos va a ir bien.
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