“PRÁCTICAMENTE ES IMPOSIBLE AFRONTAR LOS GASTOS PARA EL NORMAL FUNCIONAMIENTO” DE LA INSTITUCIÓN
Integrantes de la Comisión Directiva del Hogar de Ancianos de Mariscala plantearon la compleja situación económica que atraviesa la institución. Lo hicieron en la Comisión de Recepción de la Junta Departamental de Lavalleja (JDL). “Si bien contamos con la colaboración de los vecinos, de la Intendencia y del Ministerio de Desarrollo Social, las mismos son insuficientes para cubrir las necesidades mínimas”, expusieron.
El
Hogar de Ancianos de Mariscala funciona a partir de una asociación civil sin
fines de lucro. A través de su asesor letrado, el doctor Rodolfo Alzugaray, su
comisión directiva elevó a la presidenta de la JDL, María Noel Pereira, una
comunicación solicitando ser recibidos por la comisión correspondiente del
legislativo departamental a efectos de plantear la problemática actual. Junto a
Alzugaray, en nombre de la institución, asistieron Maril Bueno, Gabriela Fernández
y Sandra Larrosa.
Los
vecinos de Mariscala afirmaron que la principal preocupación “está relacionada
con la situación económica, la cual nos agobia de manera tal que incluso hemos
pensado en cerrar la institución. Esa no es nuestra intención, máxime cuando se
logró la habilitación del hogar (junto al de José Pedro Varela, somos los dos
habilitados del departamento), pero el desfasaje entre entradas y salidas
durante cada mes es tal que nos dificulta muchísimo seguir adelante”.
En
cuanto a ingresos, estos se componen del aporte de los residentes (o de sus
familias), una partida mensual de la Intendencia Departamental de Lavalleja (20
mil pesos, además de cubrir el costo de los servicios de UTE y de OSE), socios
colaboradores y una partida anual del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES)
de 300 mil pesos, recursos con los que hacen frente a los aportes ante el Banco
de Previsión Social (BPS) y ante el Banco de Seguros del Estado (BSE). “Al déficit
mensual, situado en 2 mil dólares, lo vamos cubriendo con beneficios y con
donaciones particulares”, explicaron. A lo largo del presente año, el aporte
solidario rondará el millón de pesos, producto de beneficios, donaciones y del
dinero recaudado a través de una rifa que “hacemos todos los años para, con el
dinero recaudado, poder pagar los aguinaldos. Nos preocupa que no podamos
seguir cumpliendo con la función social del hogar. Eso es horrible para
nosotros”, afirmaron.
El
Hogar de Ancianos de Mariscala cuenta en la actualidad con 11 residentes y con
10 funcionarios, y uno de ellos pertenece a la IDL. Al comenzar noviembre, tres
funcionarios fueron enviados al seguro de paro, dada la compleja situación económica
actual. La institución cuenta con cupo total de 16 residentes. “De esa forma,
si contáramos con esa cantidad de residentes, los números cerrarían, pero
ocurre que la población con la que trabajamos es fluctuante, ya que en algunos
casos asistimos a personas de más de 100 años”, comentaron.
Como
es lógico suponer, el desgaste al que están sometidas las integrantes de la
comisión directiva de la institución es “impresionante”. Tal como ocurre con
instituciones de la más variada índole, en estos tiempos son pocas las personas
que dediquen tiempo, esfuerzo y compromiso por el bienestar del prójimo. Por ese
motivo, “la anterior comisión -tres personas- estuvieron en sus cargos durante
20 años, más allá de contar con el apoyo incondicional de la comunidad de
Mariscala y de zonas aledañas, porque hay que tener en cuenta que desde José
Pedro Varela hasta Minas no existe otro Hogar de Ancianos”.
Como
toda institución de esta naturaleza, el Hogar de Ancianos de Mariscala recibe
supervisiones periódicas. “En todas ellas se ha destacado la calidad del
servicio que brinda la institución”, remarcaron las integrantes de la comisión
directiva. Para poder cumplir con su tarea, el hogar cuenta con profesionales
que desde sus áreas específicas realizan trabajo honorario para la institución:
asesor letrado, dirección técnica, nutricionista y prevencionista.
AUMENTO DE PARTIDA
La
situación actual del hogar ha sido planteada a diferentes niveles. Las
respuestas obtenidas hasta el momento no han conformado a quienes están al
frente de la institución, conscientes de que es imposible aumentar la cuota
mensual a los residentes, ni bajar la calidad de los servicios que brindan como
forma de disminuir el presupuesto. “Algunas personas nos han dicho que al hogar
debemos trabajarlo como si fuera una empresa. Es horrible pensarlo de esa
manera ya que priorizamos el rol social de la institución, ya que trabajamos
con personas en estado de vulnerabilidad. Es una institución que no puede
faltar en Mariscala. Otras personas dicen que debemos aumentar el aporte
mensual a los residentes y eso es imposible de realizar porque se trata de
personas que tienen muy pocos recursos económicas, porque generalmente, en su
momento, fueron peones de estancia o empleadas domésticas y quienes por
consiguiente tienen jubilaciones muy exiguas”.
En
estos momentos, el Hogar de Ancianos de Mariscala tiene un presupuesto mensual
de 8 mil dólares, generándose cada 30 días un déficit de 2 mil dólares. A su
vez hay que tener en cuenta que “todas las obras que se realizaron en la
institución fueron posibles a partir de donaciones, desde materiales hasta de
mano de obra, lo cual nos ha permitido acceder a las habilitaciones
correspondientes. Transitamos estoicamente la COVID-19 sin tener ningún brote
dentro del hogar, ni de funcionarios, ni de residentes”, resaltaron.
Si
bien se planteó la situación puntual del Hogar de Ancianos de Mariscala, sus
directivas son conscientes que es una realidad que viven todas las
instituciones que brindan similares servicios en todo el país. Es por ello que
promueven encontrar una “solución genérica y estable, porque de lo contrario
estaremos siempre en la misma situación: lograremos cubrir un mes, habremos
zafado, y al siguiente la incertidumbre será exactamente la misma. Todos los
hogares del país tienen la misma problemática. La diferencia es que otros están
muy endeudados, algo que, afortunadamente, no ocurre con nuestro hogar,
teniendo en cuenta que jamás hemos bajado la calidad del servicio que brindamos
porque así nos lo hemos propuesto”.
Entre
las alternativas posibles manejadas para paliar esta situación, se mencionó la
posibilidad de solicitar a la Intendencia Departamental de Lavalleja un aumento
en la partida mensual que otorga a la institución mariscalense.
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