ANTE EL AVANCE DE LA LEY A NIVEL PARLAMENTARIO
En la Parroquia Santa Teresita del barrio Las Delicias se desarrolló una charla informativa sobre el tema de la eutanasia (1), a cargo del diputado nacional Rodrigo Goñi y el doctor Daniel Scorzo, médico especializado en Cuidados Paliativos (2). La instancia se dio ante la discusión en la Cámara de Diputados de un proyecto de ley aprobado por la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes que busca regular la eutanasia en Uruguay.
CAMBIO RADICAL
Goñi explicó a Primera Página este proyecto “es un cambio radical, no solamente en lo jurídico sino también en lo moral, lo ético y en como una sociedad enfrenta el sufrimiento de una persona. Hasta ahora, en Uruguay y en el mundo la manera de abordar y de afrontar el sufrimiento es cuidando y buscando que el paciente pueda aliviar o superar ese sufrimiento”. Sostuvo que este proyecto de ley ofrece “otra solución, provocarle la muerte al paciente, que significa un enorme cambio no sólo porque hasta ahora está prohibido matar a una persona, ni aún ante su pedido”.
DESPROTECCIÓN
Manifestó que el proyecto estaría habilitando “a que una persona pueda pedir la muerte y un médico, enfermero o un tercero pueda provocarle esa muerte. Indudablemente es un cambio porque se genera una desprotección en aquellas personas que estarían como habilitadas a pedir esa muerte. Hoy todos estamos protegidos incondicionalmente, por una depresión, un mal momento o por un sufrimiento, muchas veces uno puede estar tentado a desear la muerte. Lo que se hace en todas las sociedades civilizadas del mundo es, ya sea a través de los cuidados médicos o del cuidado humano, buscar que esa persona pueda superar ese sufrimiento, por lo tanto, rechazamos esa posibilidad”. “De alguna manera eso genera una desprotección a los enfermos más vulnerables e implica una actitud de dejar a esa persona abandonada a su suerte”, acotó.
ARGUMENTO INVÁLIDO
De alguna manera, señaló Goñi, “uno se retira bajo la excusa de que esa persona va a tomar esa decisión libre”, cuando en realidad no lo es porque la decisión la toma otra persona, aseguró. “Creemos que no es una solución digna en un Uruguay que siempre ha sido un país solidario, humanitario y que ha atendido a todos por igual”. Consideró que entrar en este camino sería “un proceso de deshumanización, de salir de esa actitud de solidaridad y de cuidado a permitirle a esa persona se le provoque la muerte o el fin de la vida”.
Continuando con su exposición, Goñi afirmó que si bien se
habla de darle “un nuevo derecho, nosotros decimos ‘vaya derecho de que estamos
hablando’, cuando en realidad le estamos dando un derecho para que se le quiten
todos los derechos. Mal se puede hablar de un derecho, por el contrario, es un
anti derecho. O sea, se le quitan los derechos a una persona y se lo deja de
alguna forma abandonado a su suerte para que otro le provoque la muerte”.
El diputado afirmó que “en realidad, quien siempre decide es
el médico, más allá de que se habla al paciente. Quien define si le va a
provocar la muerte o no, es el médico con su propio criterio. En ese marco la
ley fija un criterio que es muy amplio. En principio la ciudadanía cree que se
trata de enfermos terminales y no es así porque el proyecto de ley actual es
para todos enfermos crónicos que pueden no estar en una situación terminal ni
mucho menos. Hay enfermos crónicos que conviven con su enfermedad y logran una
buena calidad de vida durante 30 o 40 años”. Afirmó que el avance de la
medicina le permite al paciente “convivir con esa enfermedad crónica durante
mucho tiempo”.
INJUSTICIA
Goñi opinó que es un segmento muy amplio para “pedir la
muerte y lo que es peor, es que este proyecto permite también integrar a las
personas con discapacidad y la mayor injusticia es que esa discapacidad le va a
generar una menor calidad de vida a quien menos recursos tiene. Van a ser muy
probablemente lo que adopten esa muerte provocada porque la ley dice que serán
personas con una condición crónica cuya calidad de vida se vea menoscabada.
Naturalmente dos personas en igual situación de salud, pero en situación económico
social más desventajosa, va a estar habilitada por esta ley para pedir la
muerte anticipada. Significa una verdadera desprotección porque esa persona va
a estar de alguna manera, quizás por una depresión o mal momento, deseando su
muerte”. En realidad, aseguró el legislador, “en la enorme mayoría de los casos
sus familiares y sus médicos los ayudan a superar ese momento y a superar la
enfermedad”, puntualizó.
MUERTES EVITABLES
Planteó que, con esta nueva vía, “mucha gente va a pedir y
se les va a dar esa muerte. Como tratamos de decir, habrá muchas muertes
evitables, se habló de eso en la pandemia y acá si van a ocasionarse, lo que
pasa en la mayoría de los países del mundo donde se aplica esta ley, que
terminan siendo empujados a esta posibilidad de la muerte provocada y
anticipada en personas solas o que están en situaciones complejas, son las que
terminan optando por esta que es la peor de las opciones”. Dijo que si hay un
remedio peor que la enfermedad “es este que se quiere ofrecer con este proyecto
de ley”.
INCUMBENCIA SOCIAL
Para Goñi, si hay un tema que le concierne a todos los
ciudadanos es este, “uno que trasciende lo político”. “Uno de los grandes
reproches que le hemos hecho al Parlamento es el apuro por definir un tema que
va a terminar afectando a toda la ciudadanía, pero sobre todo a los ciudadanos.
Más allá de que se vote, este tema siempre va a estar en la calle y sobre todo
vamos a tener siempre la posibilidad de que esta ley, si se aprobara, sea letra
muerta, porque depende de la sociedad. Va a ser en cualquier caso nuestro
compromiso, seguir siempre bregando para que siempre busquemos frente a una
situación de una persona que se quiere quitar la vida por una razón que sea,
tratar de ayudar, aliviar el dolor que muchas veces no es físico, sino
existencial, emocional o en muchas veces de vacío, de no tener sentido o
simplemente sentirse que su vida no tiene más sentido”. Indicó que hasta ahora
el Uruguay o la sociedad en su conjunto “ha tratado siempre de acompañar a esa
persona para superar esa situación, para que siga viviendo”.
RECURSOS Y SOLUCIÓN
Conceptuó que la vida en cualquier circunstancia “tiene sentido y vale, no solo para la persona sino también para el entorno familiar, se tienen que buscar todos los medios para que esa vida pueda seguir siendo vivida, por supuesto, no necesariamente con sufrimiento porque hoy la ciencia médica tiene todos los recursos para aliviar el dolor y el sufrimiento”. “La verdadera solución al sufrimiento es el alivio y el cuidado y hacia eso es que tenemos apuntar”, concluyó Goñi.
(1) La eutanasia (del latín euthanasia. “buena muerte”, “muerte apacible”), es la intervención deliberada para poner fin a una vida sin perspectiva de cura. La eutanasia se practica tanto en humanos (medicina) como en animales de otras especies (eutanasia animal en veterinaria).
(2) Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuidados paliativos constituyen un planteamiento que mejora la calidad de vida de los pacientes (adultos y niños) y sus allegados cuando afrontan problemas inherentes a una enfermedad potencialmente mortal. Previenen y alivian el sufrimiento a través de la identificación temprana, la evaluación y el tratamiento correctos del dolor y otros problemas, sean estos de orden físico, psicosocial o espiritual.
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