“NO FUE NINGÚN GERENTE, NI JEFE”
El viernes se hizo pública una denuncia en Twitter, dónde el director de ANCAP por el Partido Nacional (PN), Richard Charamelo, afirmó que la Planta de Cemento de Minas de ANCAP había sido “saboteada”. Charamelo dijo que “restos extraños en el molino de pasta causaron perjuicios a la empresa, se inició investigación y denuncia ante Fiscalía”. Agregó, según Subrayado, que “de la investigación técnica realizada, se concluye que sólo es posible considerar la acción deliberada, como origen del material encontrado”.
HACE MÁS DE UN AÑO
Primera Página consultó a Germán Pastorino, presidente de Federación ANCAP, sector Minas, sobre este hecho. Este dijo que “la situación ya viene pasando desde hace más de un año. El sindicato -los trabajadores- somos los que hemos denunciado. Los que encontramos estas situaciones son los trabajadores, no es ningún gerente, ni jefe. Cuando se empezaron a percibir estas situaciones, se denunció inmediatamente ante el jefe superior”.
“NO SE HIZO NADA”
Aseguró el presidente del sindicato que “la administración tomó conocimiento de esta situación. Ambos -sindicato y administración- manifestamos la preocupación frente a estos hechos en conversaciones que tuvimos. La administración nos planteó determinadas ideas, lineamientos a seguir. Se hizo la denuncia ante la Justicia, y después el tratar de evitar que estas cosas pasaran. Se nos dijo que iban a colocar cámaras en algunas secciones, en sectores de circulación y demás; que se iba a realizar una investigación administrativa, o sea, tomar determinadas acciones para mitigar estas situaciones que hacen mucho mal a la producción. No se ha hecho nada.
Puntualizó Pastorino que “nosotros entendemos que la responsabilidad es de quien lleva la gestión, y no la lleva el sindicato la gestión. Todas las actividades de la industria cementera de ANCAP están atravesadas por la falta de presupuesto y los recortes impresionantes que se han hecho. Que como consecuencia afecta mucho el área operativa, y la otra pata que es mantener y cuidar el patrimonio de ANCAP. Esa falta de presupuesto lleva al empobrecimiento, a la falta de controles. Acá ingresa gente que no tiene que ver con la planta, que no trabaja acá, o que trabaja en empresas tercerizadas que contratan, y también gente de empresas interesadas en asociarse. O sea, circula mucha gente, y vemos con preocupación esa situación”.
CHARAMELO
Manifestó el presidente del sindicato de ANCAP de Minas, respecto a los dichos de Richard Charamelo, que este fue “cuidadoso en sus palabras, pero nos preocupa la intencionalidad o lo que puede determinar este tipo de comunicados después. Charamelo dijo: ‘Se están realizando sabotajes’. Es cierto. Y somos nosotros los más preocupados y los que denunciamos estos hechos. Eso no se descubrió de casualidad, ni lo descubrieron ellos, lo denunciamos los trabajadores. Grave sería si hubiera dicho: ‘Los trabajadores corporativamente son los que están realizando estos sabotajes’. Fue cuidadoso y no lo dijo así, porque se metía en un lío gigante. Pero muchas veces la lectura que se hace es esa, porque también hay muchos ‘manijazos’ y eso nos preocupa”.
“NO TIENE NI IDEA”
Puntualizó que Charamelo “no tiene mucha idea de lo que habla, dijo que se están estudiando las cámaras para ver quién ingresó al perímetro de los molinos. No tiene ni idea, porque acá no hay cámaras. Hace 20 o 30 años se pusieron cámaras y duraron dos meses. No hay cámaras, (Charamelo) tira datos totalmente errados, y nos preocupa la intencionalidad con que sale a denunciar estos hechos, cuando los trabajadores los denunciamos hace mucho tiempo y no hicieron nada”.
SABOTAJE Y ROBOS
Al consultarlo si el sindicato maneja posibles responsables de estos sabotajes, Pastorino respondió que no tienen “ni idea de dónde provienen los sabotajes, y nos tiene muy preocupados. Lo hemos manifestado y lo denunciamos hace bastante tiempo. Ahora se hizo público porque salió Charamelo a decirlo y tuvo eco en todos los medios de comunicación. Pero nosotros hace tiempo que lo denunciamos al directorio. Tanto sabotaje -han aparecido cuerpos extraños en algún rodamiento de uno de los molinos de pasta y que nunca podían haber llegado ahí-, como de los robos. No tenemos idea de dónde provienen estos hechos. Sí remarcamos el compromiso que tenemos nosotros con el patrimonio de la planta y con sus actividades. Si la planta está andando es gracias a los trabajadores”.
FALTA DE PERSONAL
Pastorino señaló que la planta ANCAP “está atravesando la problemática de falta de personal, que viene desde hace años y cada vez empeora más. Se jubila gente y no entra nadie. Eso va empobreciendo los recursos humanos, y eso repercute también en los aspectos productivos. Con este abandono del gobierno, y estamos convencidos, y es muy triste, y lo hemos dicho, se está haciendo una gestión a perder. Hay muchos ejemplos. En una planta productiva, la falta de personal es muy perjudicial. Te doy un ejemplo: tenés dos equipos y precisas dos personas para manejar cada equipo, pero si se te jubilan dos, anda un equipo solo y eso se traduce a ineficiencia, en menor producción”.
“UNA GESTIÓN A PERDER”
Señaló Pastorino varios hechos que ratifican que “se está haciendo una gestión a perder”: “En los primeros seis meses del año pasado en molinos faltaban cinco operarios, contratarlos anualmente tenía un costo de 140 mil dólares, el tiempo que no anduvieron los molinos por la falta de esos cinco operarios significó para ANCAP la pérdida de cinco millones de dólares. Eso es una clara gestión a perder. Nosotros vemos que es intencionada, y que se empieza por ahí: cuando ves que una empresa se está empobreciendo, y la tornan ineficiente, después es fácil justificar lo que se está haciendo ahora, que se privatice, justificar la venta, la entrega a privados. Lo que hacen es que se empobrezca y no se atiende lo que hay que atender, hay que gestionar bien, y eso no se está haciendo. Se gestiona mal, que es lo que está pasando”.
SITUACIONES
Contó Pastorino que “la fábrica anda gracias a los trabajadores. Hace años que nosotros venimos trabajando sin descanso. El horno es el alma de la planta, produce el clínker, este se muele y se transforma en cemento. Eso que produce el horno se hace un stock y se para el horno para mantenimiento, y se tiene ese stock. El horno funciona en tiradas de seis meses sin parar, yo trabajo en el horno, y en seis meses no tengo ni un descanso, ni yo ni mis compañeros. Si me quiero tomar mi día libre comprometo a que dos compañeros hagan 12 horas cada uno para cubrir mi turno, que a su vez yo estoy cubriendo por falta de personal. Esto viene sucediendo, cada vez es peor. Estamos con una pauta de OPP de tres por uno, que significa que se jubilan tres y entra uno. Una planta productiva es inviable de esa forma. Ninguna empresa privada permite que esto suceda, tanto en recursos humanos como en presupuesto de producción, estamos empobrecidos en todos los aspectos”.
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