LA EMPRESA TIENE UN NUEVO Y MODERNO LOCAL
El nuevo local central de la Farmacia Williman, en la esquina de las calles 18 de Julio y Williman (Minas), llama la atención. Donde había una casa antigua, que estuvo desocupada por años, hay ahora un amplio y moderno local, con un salón de ventas de buenas dimensiones, donde los clientes pueden acceder directamente a buena parte de los artículos que buscan.
Primera Página estuvo allí, y conversó con Patricio Gutiérrez y
los hermanos Eduardo, Andrea y Nicolás Puglia.
El local es nuevo, pero su trabajo con la Farmacia Williman
no lo es. Patricio cuenta que hace unos 20 años, venía a Minas a menudo, como
visitador médico de un laboratorio farmacéutico que abastecía de medicamentos a
farmacias del departamento y de muchas otras partes del país. Desde entonces
desarrolló una muy buena relación con el entonces propietario de la histórica
Farmacia Williman, Jorge Diez.
Eduardo, vinculado al sector de farmacias, se enteró de que
la Williman estaba a la venta, y consultó a Patricio sobre la empresa.
Eduardo proviene de una familia con larga tradición en el
rubro. Él mismo, y sus hermanos Andrea y Nicolás (que también integran el
equipo que trabaja en Farmacia Williman) trabajaron desde muy jóvenes en las
farmacias de la familia, en Lagomar (Canelones) y en Montevideo.
Patricio y Eduardo hicieron cuentas, y comenzaron a negociar
con Diez, hasta ponerse de acuerdo en un precio. Tuvieron que hacer muchos
cálculos y pedir dinero prestado para una entrega inicial, y tener mucha fé en
que con su trabajo podrían luego pagar las cuotas por la adquisición de la
empresa.
Basaban su optimismo en las buenas ventas y el buen servicio
que la farmacia ya ofrecía, y en la idea de mejorar su funcionamiento, para
mejorar su rendimiento.
Al poco tiempo de hacerse cargo de la farmacia, comenzaron a
trabajar con tarjetas de crédito y débito, aumentaron la cantidad de
repartidores y mejoraron el stock y la oferta de productos. Ya tenían como
fortalezas la atención las 24 horas y el buen servicio, muy valorado por los
vecinos de Minas.
En el año 2011 se instalaron en la misma calle Williman, en
un local bastante amplio, a pocos pasos de la terminal de omnibuses.
En el año 2012 concretaron una sucursal, Farmacia Williman
II, en el Barrio Lavalleja de Minas. Al mismo tiempo comenzaron a buscar un
nuevo local para la casa central, pensando sobre todo en ampliar el local de
ventas.
Un día, caminando por Minas, Eduardo y Patricio llegaron a
la esquina de 18 de Julio y Williman, y vieron la enorme casona de la esquina,
frente al supermercado El Dorado. No había ningún cartel de venta, pero parecía
desocupada. Se comunicaron con la Inmobiliaria Rezk, y Daniel Rezk rápidamente
averiguó las condiciones para una eventual compraventa. Luego de negociar con
los propietarios, adquirieron la propiedad en mayo del año 2020 y comenzaron a
hacer una ambiciosa reforma, que llevó a cuadruplicar el área de venta respecto
al local anterior, diseñando un espacio especialmente pensado para funcionar
como farmacia, donde funcionan hoy.
El nuevo y funcional local, que no tiene nada que envidiarle
a ningún otro, de cualquier parte del país, ha supuesto un aumento en las ventas,
pero los propietarios siguen confiando en lo que consideran sus mayores
fortalezas: atención las 24 horas, un excelente servicio al cliente, reparto a
domicilio y un amplio stock de medicamentos y otros productos.
“Hemos insistido mucho en el concepto de que si no contamos
con un medicamento, lo conseguimos”, dice Eduardo, y Patricio agrega que tienen
muy claro que el personal de la farmacia no sólo debe ser amable, sino además
“asesorar de manera adecuada a los clientes, ofreciendo siempre que sea posible
una opción más económica del medicamento buscado”.
En pocos días, Farmacia Williman comenzará a implementar un
programa de puntos, por el que los clientes podrán canjear sus puntos,
obtenidos en sus compras, por productos de la propia farmacia.
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