MUNDO CORONAVIRUS: URUGUAYOS FUERA DE FRONTERAS (ESPAÑA)
Zully Leticia Busto Manginelli, uruguaya radicada desde
tiempo atrás en Almuñécar, ciudad y municipio situado en la parte suroeste de
la comarca de la Costa Granadina, en la provincia de Granada, comunidad autónoma
de Andalucía (España), le escribe a Primera Página y narra desde su
llegada, el agresivo transitar y la actualidad que se vive en suelo español en
el marco de la pandemia por el virus Covid-19.
NUEVA EXPERIENCIA Y REPASO INFECCIOSO
“Hola Primera Página. Considero que a nivel
mundial vivimos un acontecimiento que en las generaciones actualmente vivas no
se han vivido. Con respecto al Covid-19 repaso que el 25 de febrero aparecieron
en España los primeros casos (4) con unos turistas alemanas llegados a las
Islas Canarias. Comenzó entonces una nueva etapa en la vida de todos los
ciudadanos, pero en esos momentos no se tomó más que como un comentario de; ‘bueno
parece que nos tocará también’. La vida continuó su curso sin cambios, con
eventos públicos, viajeros que iban y venían, 2.500 aficionados del Valencia
que el día 19 de febrero viajaron a Milán en pleno desarrollo del virus en esa
ciudad para asistir al partido Milán-Valencia. Catorce días después ya eran 193
contagiados y 2 muertos en España”.
FALTA DE RESPUESTA SOCIAL Y CONSECUENCIAS
Recordó que de igual modo “se continuó con la vida
corriente, con informes a diario de su evolución sin más recomendaciones que
evitar aglomeraciones, mantener distancias en los eventos como teatros o
conciertos en lugares cerrados y un llamado a la población a quedarse en casa.
El resultado de la falta de respuesta a este llamado fue el aumento de los
contagios y el día 14 de marzo el gobierno tuvo que instalar el estado de
alarma durante 15 días ante las cifras de más de 6.000 contagiados y 1.911
muertos. Además, la prohibición de circular por las calles en toda España
excepto para la compra de comida o de farmacia, suspensión de clases, cierre de
comercios, salas públicas y todo aquello que no fuera considerado como
imprescindible para esta emergencia. Desde ese día se estuvo midiendo la
evolución de la epidemia y ante un desmedido aumento de contagios el 20 de
marzo se extendió por 15 días más. Unos días después se decidió el cierre de fábricas
e industrias que todavía continuaban trabajando, el cierre de fronteras primero
terrestres y luego también aéreas”.
RECLAMO, DESBORDE, FALTANTES Y CAUSANTE
Según Zully, la falta de material sanitario es “el primer
reclamo en todas las Comunidades Autonómicas de España, mascarillas, guantes,
epis (equipos de protección individual)
respiradores, más aún en las más castigadas como Madrid, Cataluña y
Valencia. Desbordadas las urgencias de los hospitales, desbordados los
servicios de las funerarias, la falta de camas de CTI (acá llamada UCI). Falta
de sanitarios (médicos, enfermeras, auxiliares de limpieza, choferes de
ambulancias) porque ya hay más de 16.000 casos de profesionales sanitarios
contagiados. Estas cifras tienen varias causas,
la falta de material sanitario suficiente e imprescindible en primer
lugar, la falta de la detección temprana de los contagiados (o sea, falta de
tests a la población) lo que ha derivado en que muchos portadores del virus sin
síntomas siguieran con sus actividades normales y en contacto con otras
personas trasmitiéndoles el virus”. Opinó que “la no observación del uso
obligatorio del uso de mascarillas para toda persona que salga de su casa es
otro hecho que expandió el contagio”.
TARDANZA, INEXPERIENCIA Y DIFERENCIAS CULTURALES
CONVENIENCIA E IMPEDIMENTO
Para Zully, Uruguay debería “aprovechar de los errores
cometidos por otros para adelantarse en esos pasos, para evitar que se colapsen
los hospitales, para poder tener CTI disponibles en todos los departamentos,
para poder hacer el test a toda la población y concienciarse de que yo me cuido
para cuidarte a vos y por eso me quedo en casa. También para que se evite la
tristeza y la angustia de perder a los seres queridos, máxime teniendo en
cuenta que no hay acceso a ellos para una despedida. Todos los fallecidos por
coronavirus son envueltos en fundas plásticas y puestos en ataúdes que no se
vuelven a abrir, no se puede realizar velatorio y sólo se permite acudir al
entierro a no más de cinco personas para el entierro o cremación. Ante la
saturación de los hospitales públicos y también privados que han sido tomados
como estatales por la pandemia solo dan internación cuando se está con 38
grados de fiebre en forma reiterada y cuando se comienzan a tener problemas de
insuficiencia respiratoria”. “No es por falta de humanidad, es por falta de
camas, de médicos, de respiradores, de enfermeras y materiales, el personal está
agotado por las largas jornadas y el estrés que viven a diario”, resaltó.
GARRA CHARRUA
Mencionó que aunque el Covid-19 “no es letal mayoritariamente,
tampoco es banal, y hay que hacerle frente con esa garra charrúa que tanto nos
identifica, hagamos las cosas unidos y no perdamos energías en críticas. A
quedarse en casa y si se sale usar guantes, mascarillas y al volver a casa
lavar lo lavable o desinfectar con alcohol y agua todo lo que ingresa, llaves,
móviles, tarjetas y demás. ¿Qué tal si hacemos historia siendo un país con la
menor incidencia del coronavirus?” “¡Volvamos a ser el pequeño más grande de
Latinoamérica!”, exclamó Zully.
VUELTA PARCIAL
El lunes volvió la actividad a las compañías y fábricas que
no fueron consideradas como esenciales en el decreto de hibernación de la
economía española aprobado el pasado 29 de marzo. Buena parte del sector
industrial y la construcción volvieron al trabajo tras la parálisis de las últimas
semanas, tras la medida adoptada por el gobierno para intentar frenar el número
de contagios de coronavirus, pero que ahora revierte, más allá de que el comité
de expertos expone dudas al respecto porque considera que todavía es pronto
para ello.
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