MANO A MANO EN SEMANA SANTA CON EL SACERDOTE DE LA PARROQUIA SANTA TERESITA
Para
interiorizarnos de como vive la Iglesia Católica esta semana -Santa para la
Iglesia, de Turismo oficialmente-, fue que hablamos con el flamante sacerdote
de la Parroquia Santa Teresita del barrio Las Delicias, el padre Fernando
Pereira Chaparro.
La charla
telefónica comienza por conocer el principio, o sea, su llegada a la capilla.
Fernando recordó que llegó a Minas hace tres meses, “y ha sido un tiempo de un
nuevo desafío”. “Debo confesar que en este tiempo ha pasado por mi corazón,
entusiasmo, muchas ganas de trabajar por la ciudad que me vio nacer, crecer,
etc. Más allá que, cuando dejé la ciudad, era mucho más joven, para compartir con
otras comunidades, y hoy soy una persona que he aprendido de la gente”.
UN CURA EN EL CUAL
LA GENTE PUEDA CONFIAR
Fernando reconoció
que “hoy en esta nueva etapa quiero seguir siendo un cura que la gente pueda
confiar, sentirlo cercano y sobre toda las cosas abierto a que juntos podamos
seguir trabajando para que muchas almas conozcan a Jesús y a nuestra Madre la
Santísima Virgen. Seguir construyendo a través de la cultura, a través de
nuestros jóvenes que necesitan -es mi humilde opinión- ser escuchados, que los
acompañe, y que los ayude a construir sus sueños y lograr que encuentren
sentido a sus vidas. También estar cercano al que sufre, al que está solo, al
que está prohibido de su libertad, al más vulnerable. Como verás hay muchos
desafíos pero espero que la gente me ayude y que pueda seguir realizándome como
pastor con olor a ovejas como así lo define el papa Francisco”.
La Parroquia Santa
Teresita es una de las más lindas de Minas, sin desmerecer por supuesto a las
demás de la ciudad. Está enclavada en el corazón de uno de los barrios más
populosos de Minas. Según cuenta Pereira, “la Parroquia Santa Teresita siempre
fue mi segunda casa porque ahí me bautizaron, tomé mi comunión, descubrí mi
vocación y permítame hacer alusión al padre Mario Inmediato, con quien me une
una gran amistad, también muy cercano a mi familia y el poder compartir con él
los momentos lindos y difíciles de la vida como lo hizo con todas las familias
minuanas que se acercaban a él. No hay duda que el legado de este cura gaucho como es Mario
marcó y sigue marcando en mi vida personal. Por eso hoy me siento muy orgulloso
de ser el párroco de la parroquia que él sirvió más de 40 años, y me vio crecer
y con el compromiso muy grande que es poder servir y estar muy cerca de la
gente”.
Pereira reconoció
que “es cierto que en estos últimos años se ha trabajado muchísimo para que la
parroquia se vea muy linda y vaya mi gratitud al P. Jaroslaw Przezdziecki, hoy
párroco de la parroquia Co-catedral por su trabajo incansable que se puso al
hombro la obra de reparación del templo que verdaderamente quedó preciosa y que
todos podemos disfrutar. Ahora si Dios quiere queremos comenzar con la segunda
parte que ya pronto informaremos”.
ACTIVIDAD
ECLESIÁSTICA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
Preguntamos a
Fernando sobre cómo se lleva la actividad de la parroquia, en época de pandemia
de coronavirus. Dijo que “desde el primer comunicado que la Conferencia
Episcopal del Uruguay emitió ante el avance del coronavirus en la región y en el
mundo entero donde los obispos explican que han resuelto suspender toda
actividad pública con fieles, inclusive la santa misa, exhortamos a los
sacerdotes a celebrar en forma privada la santa misa rezando a Dios por el
pueblo que les ha sido confiado y por todo el mundo. Pedimos a los fieles que
se unan espiritualmente en algunos de los modos posibles”.
“Las iglesias
podrán seguir abiertas en los horarios habituales”, “debemos evitar la
aglomeración de personas", subrayaron los obispos en el comunicado.
Pereira acotó que
“como parroquia estamos utilizando las redes sociales para poder llegar a los
fieles, Facebook que pueden encontrarlo donde dice Parroquia Santa Teresita y
los domingos salimos por Canal 2 de la Sierras (Minas Cable Visión) a las 20
horas”.
IGLESIA SERVIDORA
DE TODOS
La Parroquia Santa
Teresita entrega semanalmente ropa, y realiza algunas otras actividades de
caridad. Sobre este punto indicó que “todas las actividades que presta la
pastoral social van seguir con toda normalidad. En estos momentos por motivo
que es de carácter público se ha paralizado hasta que volvamos al
funcionamiento habitual y aprovecho esta pregunta para agregar que mi primer
gran desafío es que seamos una comunidad abierta, acogedora, alegre. Que todos
puedan sentirse partícipes de ella, y esto lo lograremos acercándonos más a
Jesús. Que esta comunidad pueda acoger todos los carismas que Dios ha dado a
cada miembro para ponerlos al servicio de otros. Al mismo tiempo, ser una
parroquia que esté atenta a los jóvenes, de puertas abiertas a ellos y
dispuesta a escuchar sus necesidades. Muy importante es sentirnos
pertenecientes a la Iglesia universal, partiendo por nuestra diócesis, no
estamos aislados. Finalmente y no menos importante, tenemos el desafío de
seguir trabajando una Iglesia misericordiosa que renueve su consciencia de
pueblo de Dios, una iglesia servidora de todos, con una fuerte mirada hacia los
más pobres, estando atentos a sus necesidades. Que sea un lugar de espacios
seguros, donde nadie se sienta incómodo, hacer de nuestra parroquia ’una casa
para todos’, en línea con lo que nos pide el papa Francisco”.
DIÓCESIS JUNTAS
Ante el
alejamiento por edad de monseñor Fuentes, las Diócesis de Minas y Maldonado
están juntas. Sobre como se lleva esa labor, Fernando narró que “el papa
Francisco el pasado 2 de marzo cuando monseñor Jaime cumplía la edad que
determina el derecho de la iglesia para presentar la renuncia al oficio
episcopal, decide unificar las diócesis de Minas y Maldonado-Punta del Este y a
partir del 15 de marzo se formalizó la nueva estructura eclesiástica (Diócesis
de Maldonado- Punta del Este – Minas), tomando posesión en la Catedral de San
Fernando, como primer obispo de la nueva Diócesis monseñor Milton Tróccoli.
Nuestra labor hoy es como decía en la homilía ese día monseñor Milton, ‘No es
una Iglesia que se achica, sino que se reestructura para servir mejor. Es una
Iglesia que agranda su tienda de campaña, para crecer y dar nuevos frutos’”.
LA SEMANA SANTA Y
LA IGLESIA
Sobre el
significado de esta Semana Santa, Pereira dijo previamente que “los obispos del
Uruguay informaron que se mantiene en pie el comunicado emitido días atrás, ya
que no han cambiado las circunstancias provocadas por el coronavirus. Para la
Semana Santa se seguirá el mismo criterio. En las catedrales y parroquias se
realizarán las celebraciones sin presencia física de fieles y podrán ser
transmitidas en directo, siendo esta la única forma valida de seguir las
celebraciones por radio, televisión o redes sociales. No tendrán validez las
mismas seguirlas en diferido”.
Acotó que “en su
comunicado, los obispos animan a las comunidades a vivir esta Semana Santa con
intenso espíritu de oración, centrados en la Palabra de Dios de todos los días,
meditando la pasión, muerte y resurrección del Señor y practicando las obras de
misericordia”.
Pereira reflexionó
que “la Semana Santa son días santos, porque al centro está Cristo y los
misterios centrales de su vida, pasión, muerte y resurrección. Sus discípulos
continuamos celebrando en la liturgia estos misterios y procuramos vivir desde
ellos, porque también para nosotros, como lo fue para nuestro Señor, han
cambiado definitivamente nuestra existencia. ¡Sí, para siempre! Por ello, son
los días más grandes en el camino y en la vivencia de la fe. Sin duda, este año
lo celebraremos con sentimientos muy especiales, por la ausencia física de los
feligreses, el ambiente de conmoción y temor, la contemplación del sufrimiento
en la vida de miles de hermanas y hermanos. Unimos pues nuestro dolor al de
Cristo en la Cruz manifestando también nuestra confianza y esperanza en Él”.
REFLEXIÓN FINAL
PARA NUESTROS LECTORES
Finalizando la
entrevista, Fernando dejó una reflexión final para los lectores del diario en
estos días que nos toca vivir. El párroco dijo que “la reflexión que me
gustaría dejar a los lectores en estos tiempos es que la situación por la que
estamos atravesando en estos días es una buena oportunidad para examinarnos a
distintos niveles y aprender a analizar y vivir los desafíos que nos ofrecen.
Saber vivir de verdad no es una tarea fácil ya que necesita de mucha sabiduría
de la que no se aprende en los libros sino en una vida bien vivida. Donde la
persona ha logrado colocar en su existencia el orden de su abecedario interior,
por eso sabe cómo encajar los golpes de la vida y sabe dónde colocarlos en su
corazón, por eso su interior no se turba ni perturba cuando llegan las duras
pruebas de la vida humana”.
Acotó que “la
esperanza no es un consuelo para tontos. Cuando la Palabra de Dios nos dice que
‘El amor es paciente… El amor todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta…’ (1 Corintios 13, 4.7) nos está abriendo las puertas de
nuestra vida al aliento vital de Dios: La fe, la esperanza y el amor son tres
condiciones imprescindibles para ir al ritmo de Dios no al nuestro… Las prisas
son uno de los mayores enemigos del crecimiento en la fe y en el desarrollo
integral de la persona. Las personas que tienen prisa demuestran la señal
indiscutible de su inmadurez. Tener esperanza es confiar verdaderamente en el
Dios que nos ama. Dios tiene un sueño para cada uno. Descubrir esto significa
que somos capaces de poner nuestra vida y nuestra realidad en sus manos en la
seguridad de que todo terminará bien con su ayuda. Cuando llegan los momentos
de las pruebas como la que ahora nos toca vivir, tenemos que aprender a mirarla
con la sensatez que quien ama y se siente amado”.
Finalizó
expresando que “por eso muchos pensarán donde está Dios, y yo les diría que lo
que está pasando es una clara señal para quienes vivimos en esta tierra y sin
duda la culpa es del propio hombre que ha querido manejar la humanidad a su
imagen y querer ocupar el lugar de Él. Dios siempre tiene una palabra de
aliento y consuelo para todos nosotros. No tengan miedo, y creo que luego de
esta pandemia tendremos un antes y un después donde la humanidad podrá valorar
el sentido de la vida desde la concepción hasta el fin de la vida, donde se
podrá crecer en la cultura del encuentro, el poder seguir construyendo, el
sueño de Dios que tiene para cada uno y responder con generosidad abriendo
nuestros corazones a dejar de lado todas las cosas materiales y dejarnos de
preguntar el porqué de las cosas sino el para qué. No olvidemos que entre todos
podemos construir un mañana mejor porque donde hay tormenta luego nace un nuevo
amanecer.
Gracias por
dejarme compartir con ustedes esta entrevista y poder llegar a todos con mucho
afecto y entrega. La gente puede contar conmigo siempre, y aprovecho para
solidarizarme con la familia y la persona que dio positivo de coronavirus en
Minas”.
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