CEREMONIA CAMBIO DE MANDO EN LA DIVISIÓN DE EJÉRCITO IV
Como lo informáramos en nuestra edición de ayer, en la Plaza de Armas de la División de Ejército IV se llevó a cabo la ceremonia de cambio de mando de autoridades de esa unidad.
Culminado el acto protocolar, los generales Gustavo Fajardo y Luis E. González, autoridades saliente y entrante respectivamente, declararon ante los medios de comunicación presentes, en torno a sus respectivas experiencias y expectativas de gestión.
SIN PALABRAS.
Fajardo reconoció haber culminado “un periplo de la vida”, que incluye dos años al mando de la División de Ejército IV. “Fue un gran honor y placer poder compartir con todas las Divisiones de todos los departamentos, pero particularmente con Lavalleja. No tengo palabras de agradecimiento, me sentí como en casa, me llevo los mejores recuerdos y un grupo fabuloso de amigos. Empecé mi carrera militar en el Liceo Militar 4 de Minas y estoy prácticamente finalizando mi época de mando directo de tropa 43 años después acá en esta División”.
“Son algunas de las posibilidades que nos da la vida, un sueño que gracias a Dios lo puede cumplir”, señaló.
NUEVO DESTINO
Explicó que su nuevo destino llegó tan rápido “que todavía no he tenido tiempo de pensar”. “De cualquier manera sé, por comentarios de otros camaradas, que es muy lindo y que trata de cumplir con las actividades protocolares de nuestro país y de trabajar a favor de lo que podamos conseguir para nuestro Ejército y país también”.
“Es una misión diplomática que llevaré adelante en Washington D.C, en la Embajada y a su vez en la parte militar y otros organismos”, apuntó.
SATISFACCIÓN Y ORGULLO.
Fajardo reconoció la “dedicación, el trabajo y las ganas de servir, comprobables en los desastres de orden natural sucedidos, en las fechas patrias o en otras actividades en las que el Ejército ha sido llamando para participar. Se trabajó con todo lo mejor de nosotros, por el bien de la sociedad y lo más lindo que es nutrirnos de la gente más humilde y darle la posibilidad de dejarlos con educación, con un trabajo firme y a la hora de retirase hacerlo con una familia estable y construida”.
“Lo mejor que podemos hacer nosotros es hacer algo por el Ejército, por lo que me siento satisfecho y muy orgulloso de haber dado lo mejor de mí en pos de la sociedad”, finalizó.
EXPECTATIVA.
Por su parte, González consideró que fue “un momento muy emotivo y de alegría. Fue la primera instancia tomando contacto con ésta responsabilidad que me ha dado el Comando del Ejército y el mando superior de las Fuerzas Armadas. Llego con todo el gusto y la expectativa de poder continuar con la tarea que ha desarrollado a lo largo de muchos años todos los diferentes integrantes de la División de Ejército IV en sus cinco departamentos”.
Manifestó que más que la impronta individual “cada autoridad trata de transmitir lo aprendido desde las áreas en las que se ha especializado o que posee mayor experiencia para colaborar o darle algún superávit en las diferentes tareas que, en este caso, ya tiene históricamente ésta División y que viene desarrollando”.
VIRTUD INSTITUCIONAL
Adelanto que reunirse con las demás comandos de las unidades de la región será una de sus primeras tareas, “recorrerlas y evaluarlas y saber de las actividades de cada una de ellas, más allá de que ya lo he hecho anteriormente y puedo asegurar tienen un muy buen nivel aun con las realidades de cada una. El Ejército Nacional, más allá de las personas, tiene la virtud de que el servidor público y la vocación de servicio son el común a nuestros valores de la sociedad a la que pertenecemos”.
“Tenemos muy en claro cuál es nuestra función y siempre esa vocación de servicio nos guiará a solucionar los problemas en lo posible de la sociedad y también tratar de colaborar en solucionar los problemas de nuestros soldados que también tienen sus problemáticas”, finalizó González.
0 comentarios :
Publicar un comentario