EN MARZO HABRÁ UNA NUEVA INSTANCIA JUDICIAL
El caso de Franco García y Joaquín Voltolini, dos jóvenes de
18 y 20 años fallecidos en un siniestro de tránsito en julio del año pasado en
las afueras de Minas, en Ruta 12, tuvo un nuevo giro, al conocerse que los tres
jóvenes imputados, que iban en una camioneta 4x4 que impactó con el coche siniestrado,
retornaron al lugar en un taxi, poco después del suceso.
Franco y Joaquín perdieron la vida en Minas en julio de
2019, luego de que el auto en el que viajaban impactara contra la entrada de
una casa, poco después de salir de una comida. Al principio, las autoridades
creyeron que los jóvenes habían perdido el control del vehículo por ir a alta
velocidad.
La investigación policial y, fundamentalmente, el análisis
de cámaras de seguridad de la zona, revelaron que hubo otro vehículo
involucrado. Se trató de una camioneta 4x4 que impactó levemente contra el vehículo
de los dos jóvenes, que a raíz del contacto se despistó y chocó. Las cámaras de
seguridad de la zona muestran que el conductor del vehículo (en el que viajaban
tres personas en total) se fue del lugar y luego entró a una vivienda en Minas.
Al drama se le agregó el detalle perturbador de que el otro
coche implicado en el siniestro era manejado por jóvenes amigos de las víctimas
y de sus familias, y que habían salido de la misma comida, pero que ocultaron
lo sucedido, según las evidencias manejadas por la Justicia.
Por el caso fueron formalizadas en noviembre cuatro
personas, dando inicio al juicio propiamente dicho. El conductor del vehículo
que chocó contra el de Franco García y Joaquín Voltolini fue formalizado por
dos delitos de homicidio a título de dolo eventual y un delito de omisión de
asistencia. Era menor al momento del accidente. El otro menor, acompañante en
el vehículo, fue imputado por omisión de asistencia y encubrimiento, exactamente
igual que el otro acompañante, un mayor de edad. Además, la propietaria de la
camioneta con la que se protagonizó el siniestro, madre del conductor, fue
formalizada por omisión de los deberes a la patria potestad.
Primera Página habló con la doctora Rossana García Brera,
abogada de las familias de las víctimas. Esta informó que luego de vencido el
plazo, a fines de diciembre, para que la Fiscalía presentara su acusación, hay
un plazo de 30 días, luego que la defensa se notifica unos días después, para
contestar la acusación. Este plazo se vence en los primeros días de marzo.
Luego hay una instancia de control de la acusación, y después se realizaría el
juicio oral, que según las nuevas normas, llevaría de uno a tres o cuatro días,
dependiento de la complejidad y cantidad de las pruebas presentadas, que en
este caso son muchas.
Se presentó la acusación fiscal y ya están solicitadas las
penas de reclusión. El conductor del vehículo -quien no tenía permiso para
manejar- es quien podría tener la pena más larga, quedando hasta cinco años
recluido en el Inisa. Se trata de la máxima pena permitida legalmente. El otro
menor puede enfrentar una reclusión de hasta dos años y medio.
Por otro lado, el caso los dos mayores involucrados -el
joven que también iba en la camioneta, y la madre del conductor del mismo vehículo-
corre por otros carriles y con otros plazos, por tratarse de mayores de edad.
UN RETORNO EN TAXI
En los últimos días se conocieron informaciones adicionales,
que complicaron aún más la situación de los jóvenes que iban en la camioneta.
Hasta ahora se sabía que luego de haber tocado el auto de
las víctimas, los jóvenes imputados se retiraron sin comprobar lo ocurrido con
el otro coche y sin pedir asistencia. Hace poco se supo que después volvieron
al lugar del accidente pero no en su auto, sino que tomaron un taxímetro, según
consta en el expediente de la acusación.
El taxista los llevó al lugar sin saber lo que había
ocurrido. Los tres jóvenes le pidieron que los dejara en la ruta y se acercaron
al auto. Según las familias de las víctimas, tampoco avisaron allí lo que había
sucedido. El taxista volvió a Minas y ahí se dio cuenta de que algo había
pasado. En el juicio se deberá dirimir si ocurrió así, por qué tomaron esta
decisión y qué hicieron entonces.
Esta información, surgida de registros de cámaras de
videovigilancia y del testimonio del taxista, tira abajo lo que habían
declarado los jóvenes anteriormente, respecto a que no sabían que habían
provocado un siniestro.
Según esta información, entonces, los jóvenes no sólo no
dieron aviso a la Policía ni llamaron a una ambulancia en el momento del
siniestro, sino que tampoco lo hicieron cuando retornaron al lugar en un taxi,
cuando aparentemente uno de los dos jóvenes que iba en el Volkswagen Gol sobrevivió
en primera instancia al siniestro, pero falleció después en el mismo lugar, a
causa de las heridas recibidas.
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