La Asociación
Uruguaya de Fútbol (AUF) informará a los clubes que el 80 % de los costos que
demandará la eventual disputa de la primera edición de la Copa Uruguay están
cubiertos por los aportes que hará el organismo rector del fútbol uruguayo. Por
tal motivo, según supo Ecos, a nivel de la Comisión General de Desarrollo y la
Dirección Ejecutiva de la AUF se viene elaborando un detallado informe para que
el mismo sea puesto en conocimiento de las instituciones en una sesión del
Consejo de Fútbol Profesional que será convocado para el miércoles 26 o el
jueves 27 de febrero en la sede de la calle Guayabos. La Copa Uruguay, con la
participación global de 68 clubes de todo el país, está proyectada para
comenzar el 15 de abril, pero la disputa del torneo quedó en duda al cabo de la
reunión del Consejo de Fútbol Profesional celebrada el 5 de febrero pasado. En
dicha instancia, nueves clubes -por iniciativa de Carlos Ham, delegado de
Wanderers- votaron una postergación del tratamiento del reglamento que regirá
el desarrollo de la competencia, argumentando que no disponían de datos muy
pormenorizados de los aspectos económicos vinculados a la misma. En ese
momento, el Comité Ejecutivo transmitió a los clubes que, con buena parte de
los recursos que la AUF recibe anualmente a través de los denominados “Fondos
de Evolución” que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) destina a
cada una de las diez asociaciones del continente, se cubrirían los costos que
demandaría la Copa Uruguay en materia de traslados de los equipos, operativos
de seguridad, y viáticos del personal de recaudación y de los árbitros. “La AUF
asegura el pago de todos los costos de organización y desarrollo de los
espectáculos”, enfatizó en su momento Jorge Casales, integrante del Comité
Ejecutivo, a este portal. Pero en el último Consejo de Fútbol Profesional del 5
de febrero, ocho clubes -Defensor Sporting, Liverpool, River Plate, Progreso,
Boston River, Fénix y Cerro Largo- acompañaron la moción presentada por
Wanderers para postergar la aprobación de la disputa de la Copa Uruguay hasta
no contar con más detalles de orden económico acerca del desarrollo del
campeonato. De acuerdo a lo que pudo saber Ecos, la información más profunda y
pormenorizada solicitada por esos clubes, establecerá a través del trabajo
realizado por la Comisión General de Desarrollo y la Dirección Ejecutiva de la
AUF la certeza de que en caso de que la Copa Uruguay se dispute, las
instituciones participantes sólo deberán afrontar el 20% de los gastos que
demandará cada partido, por ejemplo en materia de alojamiento y comidas. Las
máximas autoridades del organismo rector del fútbol uruguayo estiman que estos
costos se podrían cubrir mediante los ingresos provenientes de la recaudación
por venta de entradas y algún otro recurso que, tal vez, podría provenir de la
televisación de un nuevo torneo, aspecto sobre el cual la AUF y altos mandos de
Tenfield ya han entablado algunos contactos preliminares. En este último
aspecto, a nivel de la AUF se reconoce que desde el punto de vista jurídico, la
empresa tiene derecho a televisar los partidos de la Copa Uruguay porque el
contrato vigente hasta 2025 le concede esa potestad. Esto, en virtud de que el
citado vínculo es por la transmisión de imágenes de los encuentros del “fútbol
profesional”, y el torneo será disputado con la participación de equipos
amateur, como los del interior y los de la divisional “C”, aunque también los
de la “A” y la “B”, que son profesionales. Pero, al mismo tiempo, desde el
Comité Ejecutivo se considera que la relación contractual original es por el
Campeonato Uruguayo, y la Copa Uruguay se trata de un nuevo torneo no previsto
en forma expresa cuando se firmó el contrato. En el Consejo de Fútbol
Profesional que será convocado para el miércoles 26 o el jueves 27 se intentará
aprobar el reglamento y la disputa de la Copa Uruguay. Esto representa un tema
de importancia para el fútbol uruguayo hasta en lo que respecta, incluso, a su
relacionamiento político de carácter internacional, más allá de que si aquello
no ocurre “la responsabilidad será de los clubes que no la aprobaron”, como
dijo Jorge Casales a Ecos al cabo de la reunión del 5 de febrero pasado. Es que
los denominados “Fondos de Evolución” que otorga a sus asociaciones afiliadas
significan para cada una de ellas ingresos del orden de los 6 millones de
dólares anuales. Dinero que será destinado en áreas fijas muy claramente
determinadas: el fútbol juvenil, el fútbol femenino, el fútbol sala, el fútbol
playa, y fundamentalmente “la integración y el desarrollo de las competiciones
con el fútbol del interior”, según explicó el integrante del Comité Ejecutivo,
Gastón Tealdi,a este portal. Y agregó que “el flujo de esos recursos está super
auditado” por el organismo rector del fútbol uruguayo. En otras palabras, la
AUF recibe ese dinero por año en forma prácticamente automática, pero si su
inversión no llena los requisitos exigidos por la Conmebol, aunque la primera
edición de la Copa Uruguay quede para jugarse en 2021, la AUF podría quedar en
una situación incómoda por un incumplimiento que tal vez la entidad continental
puede llegar a considerar como grave. En caso de disputarse, la Copa Uruguay se
jugará los miércoles de cada semana, en dos fases; en la primera participarán
48 equipos: 10 de la Segunda División Profesional (“B), 16 de la Primera
División Amateur (“C”), y 22 del fútbol del interior, clasificados a través de
su actuación en la Copa Nacional de Clubes del año pasado. De esa ronda saldrán
12 clasificados, a los que en la siguiente fase se sumarán otros 20 equipos: el
mejor descendido de la “A” a la “B”, que es Racing; el campeón de la “C”,
ascendido a la “B”, que es Rocha; y el campeón y el vice de la Copa Nacional de
Clubes del Interior de 2019, que son -respectivamente- Lavalleja de Minas y
Universitario de Salto. Cabe precisar que el campeón de la Copa Uruguay será
uno de los cuatro clasificados por nuestro país para jugar la siguiente edición
de la Copa Sudamericana.
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