“Pepe” Vázquez,
actor, director y dramaturgo, nacido en Treinta y Tres, se instaló a
los 18 años en Montevideo. Comenzó su vinculación con la escena a
través del Taller de Teatro, cuya maestra fue Nelly Goitiño, luego
en Teatro El Galpón, e integró al Club de Teatro, elenco en el que
inició su larga carrera en el teatro independiente. Integró durante
varios años el elenco estable de la Comedia Nacional. La intensa
labor en televisión afirmó su figura pública. Este año fue el
protagonista de “Fin de partida” de Becket, “Almacenados”, y
continúa ofreciendo un monólogo de su autoría en diversos
escenarios de la capital y del interior (hace poco estuvo en Minas en
la Casa de la Cultura y deleitó a la platea). Fue distinguido en
varias oportunidades con el premio Florencio. Además ha hecho teatro
en México y Costa Rica donde fue galardonado con varios premios.
Al recibir el Morosoli de
Plata a las Artes Escénicas – Teatro, Vázquez expresó que “no
sé si hice algo para merecer este premio, pero bueno, me lo dieron y
además estoy en la tierra de Juan José Morosoli, uno de los más
grandes narradores de historias, primero me lo leían mis padres,
cuando aprendí a leer estimulado por mi madre lo seguí leyendo.
Como los anteriores premiados ya han dicho todo, yo voy a terminar
diciendo que lo comparto con quien se imaginan, que anda revoleando
adentro (la actriz Imilce Viñas, su esposa fallecida años atrás) y
con mi hija María Clara, y el chofer que me trajo, y que lo comparto
con toda la tribu teatral de los 19 departamentos, que hacen teatro,
y a ellos les digo parafraseando el título del gran Lope de Vega: en
esta disciplina hay que porfiar hasta morir. Y eso es lo que yo
siento. Y si me ven partir ahora, es porque mañana temprano tengo
una filmación”.
Pepe terminó su
intervención con una anécdota sobre “un actor muy famoso pero muy
mal actor, el sabía antes que nadie lo mal actor que era, Yul
Brynner era”. Cuando le dieron un Oscar, “y en el momento que lo
recibió dijo: ‘Espero que no se hayan equivocado, porque lo que
soy yo, no lo pienso devolver’. Yo tampoco”, dijo Vázquez,
levantando el Morosoli de Plata, en medio de las risas del público.
“VIVIR EN CLAVE DE
DERECHOS HUMANOS”
El Morosoli de Plata a los
Derechos Humanos le fue concedido a la profesora y doctora en Derecho
y Ciencias Sociales Mariana Blengio. Se desempeñó como coordinadora
académica de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la UdelaR, es
profesora de Derechos Humanos y bioética en la Facultad de Derecho
UDELAR, Universidad de la Empresa y CLAEH, de Derechos Humanos y
Violencia Doméstica en la Escuela Nacional de Policía, y docente en
su especialidad en el Instituto de Formación de Profesores Artigas.
Sus publicaciones y aportes académicos han abordado el derecho de
familia, matrimonio igualitario, reinserción y rehabilitación
social en las cárceles, visitas de menores, donación de trasplante
de células, órganos y tejidos, interrupción voluntaria de la
gravidez, técnicas de reproducción asistida, derechos sexuales y
reproductivos, amparo sanitario, discapacitados, la bioética, medio
ambiente y la ecología, la protección internacional de los derechos
de la mujer, la discriminación en la enseñanza, la tortura y otros
tratos crueles, inhumanos y degradantes, desaparición forzada, el
derecho a saber y el deber de recordar, Comisión para la Paz, caso
Gelman, etc. Es directora de la Revista de Derecho Público editada
por Fundación de Cultura Universitaria. Tiene una extensa
participación como profesora en varias partes del mundo, así como
actividades en diversos organismos nacionales e internacionales sobre
Derechos Humanos.
Al recibir el premio,
Blengio manifestó su emoción y alegría: “no me lo esperaba este
reconocimiento, agradezco muy especialmente porque es una distinción
que me honra, en un año difícil esto es una gratificación.
Agradezco a Gustavo Guadalupe y a todos los miembros de la Fundación.
Los felicito por abrir a Minas a la cultura desde hace mucho tiempo,
y por promover con esta calidez los Derechos Humanos. Dedico este
premio a muchas personas, de muchos lugares, que nos han acompañado
y nos acompañan en las actividades que llevamos adelante en la
UdelaR, abriendo durante más de 16 años a la temática de los
Derechos Humanos. Nuestra consigna fue vivir en clave de Derechos
Humanos, y sé que la vamos a continuar haciendo de aquí en más.
Las raíces profundas de los valores que forjan ese compromiso de
toda esa gente, es la señal para lograr una sociedad más justa. La
construcción de los Derechos Humanos es una obra sin fin. Mi
agradecimiento, y ojalá sigamos por este camino que el Uruguay tanto
merece”.
“LA MUERTE NO ES
VERDAD”
Las Medallas en
Homenaje son momentos de una tremenda emoción, porque es el
reconocimiento a personas fallecidas el último año. El director de
Primera Página,
Raúl Vernengo, entregó a los familiares del profesor e ingeniero
agrónomo Mario Mondelli, magister en Economía Agraria por la
Universidad de San Pablo, Brasil, doctor por la Universidad de
Missouri (Estados Unidos), profesor agregado en Economía de las
Decisiones Empresariales de la Facultad de Ciencias Económicas de la
UdelaR, ivestigador del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE)
y director de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria -
OPYPA. Con solidez técnica, calidez humana, y enorme capacidad para
trabajar, formar y motivar equipos, lideró una importante
reestructuración y dinamización de OPYPA. Impulsó un significativo
esfuerzo de articulación interinstitucional promoviendo y
facilitando esfuerzos de colaboración entre investigadores y
técnicos basados en diferentes organizaciones. Con estilo abierto,
jovial y alegre inspiraba ambientes de cooperación.
Luego de recibir la
medalla la familia, Vernengo expresó que “entregar esta medalla
tenía una razón muy especial para mí, fui docente de Mario,
también de su compañera Lula, Lucía, y también de sus hermanos
Patricia y Javier, en la Facultad de Agronomía. Para mí fue un
verdadero privilegio conocerlos a Mario y a su familia. Mario desde
el primer día llamaba la atención en la Facultad de Agronomía por
muchas cosas, primero porque era un estudiante brillante, (pero) en
Facultad de Agronomía, como en muchos lados, estudiantes brillantes
hay bastantes por suerte; a él lo caracterizaba otra cosa: se formó
en la facultad como un universitario cabal, no solo dentro del aula
de estudio, también en las reuniones gremiales y en la Asociación
de Estudiantes de Agronomía, y creo que Mario como otros, pudo en la
Universidad de la República y en la Facultad, llegar a tener el
verdadero espíritu universitario, y formarse cabalmente como el gran
hombre que fue. Además, tenía características fundamentales para
el trabajo, por su empatía, su capacidad y su deseo de ayudar a los
demás. Lo hacía en medio de una alegría y unas ganas de vivir
contagiosas para el resto, y entusiasmaban mucho. Creo que con Mario,
como con algunas otras personas cuando no las tenemos físicamente,
se cumple una frase del poeta y héroe nacional cubano José Martí,
que dice que ‘la muerte no es verdad, cuando se ha cumplido bien la
obra de la vida’. Creo que con Mario, como con pocos, esto es
cierto”.
“Y POCO A POCO
SERÁS TAN NUESTRA”
Otra Medalla en Homenaje
fue en reconocimiento a la trayectoria de Mary Da Cunha, actriz de
teatro y televisión, destacada comediante del teatro uruguayo. Se
formó en la escuela de Club de Teatro, debutando como actriz en
1969, iniciando su carrera profesional en 1971. Actriz, docente y
directora teatral, participa en más de cuarenta espectáculos siendo
dirigida por Héctor Manuel Vidal, Sergio Otermin, Jorge Denevi,
Rúben Yáñez, Carlos Aguilera, Alberto Rivero, Gloria Levy, Rúben
Coletto, Villanueva Cosse, entre otros. En televisión fue una de las
caras más visibles de los programas cómicos “Telecataplúm” y
“Plop”, participó en el carnaval, en 1975 se convierte en la
primera mujer en integrar una murga en el concurso oficial, con Los
Diablos Verdes. Desde 1990 fue docente en las escuelas de Danza de
Eduardo Ramírez, de Teatro de La Gaviota, de Comedia Musical y en su
propia escuela de formación actoral. Ganó el Premio Florencio en
2005, siendo nominada en siete oportunidades. Tuvo otros galardones
importantes.
Pepe Vázquez subió
al escenario a recibir el premio en nombre de Julieta Denevi, hija de
Da Cunha, leyó un poema de un poeta catalán Miquel Martí i Pol:
“Hablamos de ti/ pero no con pena./ Sencillamente hablamos de ti,/
de cómo nos dejaste,/ del sufrimiento lentísimo que te fue
desgastando/ de tus cosas hablamos y también de tus gustos,/ lo que
amabas y lo que no amabas,/ lo que hacías y decías y sentías;/ de
ti hablamos,/ pero no con pena./ Y poco a poco serás tan nuestra/
que no hará falta ni que hablemos de ti para recordarte,/ poco a
poco serás un gesto, una palabra, un gusto,/ una mirada que fluye
sin decirlo ni pensarlo”.
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