La oficina de la Corte Electoral
recibió la visita de los ministros Sandra Etcheverry y Wilfredo
Giménez, quienes fueron recibidos por el jefe de la oficina
Electoral de Lavalleja, Esmir Arana, el secretario Pedro Tourné,
acompañados del arquitecto José Fornaro en representación de la
IDL, ya que la visita tuvo como objetivo comprobar en situ los
trabajos de refacción de techos del local, “y qué mejor que
comprobarlo con un mediodía como este que está lloviendo, y acá no
filtra ni una gota”, dijo Etcheverry.
CONVENIO
Luego de recorrer las instalaciones,
Etcheverry contó a la prensa cómo surgió la posibilidad de la
refacción. Aseguró que fue “gracias a un convenio que se firmó
con el Congreso de Intendentes en noviembre de 2015, en vista que
tenemos grandes problemas edilicios en todo el país. Lavalleja era
uno de nuestros graves problemas, pero justo llegamos en un día
donde llueve y vemos que no se llueve la oficina más, por lo que
comprobamos que no tenemos los problemas que teníamos tiempo atrás,
lo cual significa que estamos avanzando, a pesar que sabemos que
ahora viene la segunda etapa de pintura y refacción interior, la que
seguramente se hará el año próximo”.
IDL SE HIZO CARGO
Agradeció Etcheverry a la Dirección
de Arquitectura de la IDL y al seguimiento que esta hizo de las
obras, “y a la Intendencia de Lavalleja que de forma gratuita lo
hizo para la Corte Electoral, como lo hacen varias intendencias del
país. El convenio lo dice, pero no siempre tienen por qué hacerlo,
y cobrarlo, o muchas veces no cuentan con los técnicos para la obra.
En este caso el arquitecto José Fornaro es quien viene haciendo el
seguimiento de obras, y agradecemos muchísimo a la intendente
Adriana Peña y al secretario general Juan Estévez que ha estado en
contacto permanente con la Oficina, al igual que se ha hecho en
Rocha, Colonia y otros departamentos del país”.
TECHOS IMPERMEABILIZADOS
Fornaro destacó que la obra ha
consistido en la refacción de los techos que son de hormigón armado
y chapa -se les aplicó impermeabilizante-, pretiles, claraboyas y
membranas. “Luego de esta etapa, comenzará la refacción en el
interior, lo que debe esperarse un tiempo prudencial, para que seque
todo lo que está humedecido y después se verá la reparación de
revoques y pintura, reacondicionando los espacios interiores. Lo
importante es que no se llueva más”.
Destacó Etcheverry que la segunda
etapa será “lo que llamamos una memoria descriptiva, de lo que hay
que hacer interiormente, que lo deberá hacer el arquitecto con una
estimación del gasto, luego se llamará a licitación y la empresa
que gane será la que desarrolle la obra”.
CONTESTÓ LO QUE PUDO
Al preguntarle a Etcheverry sobre la
modernización y las necesidades tecnológicas, estructurales, y
funcionales que requieren la oficina de Minas, su respuesta fue
evasiva: “ahora vamos por esto, que era la prioridad. Es una casa
muy importante para nosotros, tenemos que tener una conversación con
la jefatura de la oficina. Es bueno que los ministros vengan al
interior, que me parece que no era habitual, y es difícil para
nosotros hacer el seguimiento de obra y subir a las azoteas, y la
Corte no cuenta con 19 arquitectos para todo el país. Contamos y
confiamos en lo que las intendencias nos mandan, ese fue el convenio.
Ahora tenemos un dinero para las oficinas del interior que lo estamos
distribuyendo como podemos. La idea es entre lo importante ver lo
urgente. Por eso vinimos a Lavalleja que se estaba lloviendo, y que
los funcionarios no pueden trabajar así. Hoy vemos que pueden
trabajar lloviendo. Y vamos a hablar con la jefatura sobre la parte
interna, que quedaría para el 2017. Vamos a ver, porque hay oficinas
en condiciones peores”.
ABANDONO
Ya era hora que la Corte Electoral de
Lavalleja tuviera una recuperación edilicia como corresponde, por
los funcionarios, por el público, y por las necesidades de
transformaciones edilicias a los nuevos tiempos tecnológicos.
Mucho se habla de democracia y de la
importancia de las contiendas electorales, que para la Corte
Electoral no son las elecciones nacionales o departamentales de
gobiernos, atiende también elecciones sindicales, de directivas y
demás, tanto de instituciones públicas como privadas.
La base es una antigua casa familiar
cuyas habitaciones fueron creadas con otro fin, no para ser una
institución pública que atiende al público y organiza la parte
interna de los actos electorales. La entrada con varios escalones,
piezas adaptadas para oficinas de forma precaria -sacaron alguna
puerta, cortaron alguna pared que oficia de mostrador, falta de
muebles-, eso es lo primero que se ve, y dado el deterioro físico,
lo que pueden ser otras dependencias dentro de la Oficina. Ahí
trabaja un número importante de funcionarios, los que merecen un
mejor trato, así como el público que asiste.
Quizá desde Montevideo llegue
nuevamente una respuesta conocida: “no hay rubros”.
Por Gorge Gómez.
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