En las Olimpíadas de Río, Uruguay no
consiguió medallas. En Ciudad de México 2016, sí, y unas cuantas,
y los minuanos se trajeron varias. En la capital azteca se disputó
en julio (27, 28 y 29) el III Campeonato Panamericano de Tchoukball,
con la participación de selecciones de Argentina, Brasil, Colombia,
Estados Unidos, México y Uruguay. La delegación uruguaya estuvo
compuesta por 38 personas, de las cuales siete fueron minuanos:
Patricia Méndez, Viviana Frachia y Macarena Dos Santos jugaron en la
categoría Femenino Mayor, con una destacada actuación. Santiago
Errazquin y Marcelo Pais (capitán) jugaron en Masculino Mayor, que
tuvo a un entrenador minuano, Marcelo Cesar, que conversó sobre la
experiencia con Primera Página. Además, Maikel
Alzugaray participó como jugador en la categoría Master, para
mayores de 40 años. Marcelo también jugó en Master, a pesar de
tener la edad necesaria, para completar el equipo.
UN LARGO TRABAJO
En el año 2009 el Tchoukball llegó a
Uruguay, y también a Minas, de la mano de sus pioneros, Roxana
Frachia, Marcelo Cesar y Maikel Alzugaray. Por un tiempo, este nuevo
deporte -creado por un médico suizo en la década de 1970- sólo se
jugó en el país en Montevideo y Minas, donde tiene aún a unos
pocos y muy entusiastas seguidores. La participación uruguaya en
estos últimos Panamericanos fue posible luego de un largo proceso de
entrenamiento y preselección, que llevó un año y medio.
Actualmente el deporte es practicado en el país en las localidades
de Atlántida, Salinas, Florida y Trinidad, además de Minas y
Montevideo.
Uruguay participó en las categorías,
Sub 18, Mayor Masculino, Mayor Femenino y Master (más de 40 años).
“A nivel general fue la mejor actuación de Uruguay desde el 2010,
que participa internacionalmente -cuenta Marcelo-. De las cuatro
categorías se obtuvieron tres primeros puestos y un cuarto puesto.
El cuarto puesto fue obtenido por el Masculino Mayor, el que
esperábamos que anduviera mejor”.
La participación de los minuanos en el
torneo panamericano en México fue excelente, y tuvo ribetes casi
hazañosos. Patricia Méndez, Viviana Frachia y Macarena Dos Santos
jugaron en la selección femenina mayor, con una destacadísima
actuación. Uruguay llevaba seis jugadoras, y pudo completar las
siete necesarias para jugar con una jugadora chilena. Patricia se
lesionó durante el torneo y no pudo jugar la final, que las celestes
ganaron a Colombia, con una jugadora menos en cancha durante todo el
partido.
UN DEPORTE EN DESARROLLO
Si bien recién en el 2009 el deporte
llegó al país, ya existen ocho equipos. Se juega en Minas,
Montevideo, Atlántida, Salinas, Florida y Trinidad. “Este es el
cuarto año que se realiza el campeonato uruguayo; Minas salió
campeón los dos primeros años y segundo el año pasado”, cuenta
Marcelo. El torneo nacional 2016 aún no ha comenzado.
En Minas, la Intendencia de Lavalleja
(IDL) presta la cancha necesaria para practicar, “cosa que
agradecemos”, dice Marcelo, “pero nada más”. “En los otros
lugares de práctica, los profes que imparten las clases cobran su
hora de clase, y tienen las instituciones (Plazas de Deportes,
centros juveniles, etc,) organizando eventos y apoyando. Acá lo
hacemos de manera totalmente honoraria, por amor al deporte. Eso hace
que comparado con otros departamentos, acá no hemos crecido en
número de integrantes, porque se depende de los tiempos personales
de cada uno y eso hace las cosas mas difíciles”. Las practicas en
Minas son los miércoles a las 21:15 y los sábados a las 17:30 en el
gimnasio del Colegio Nuestra Señora del Verdún.
"UNA SOCIEDAD ARMONIOSA"
El Tchoukball es un deporte de equipo
que se juega bajo techo, desarrollado en los años 70 por el biólogo
suizo Taz Osky, que creía que “el objetivo de las actividades
físicas humanas no es hacer campeones, sino contribuir a la
construcción de una sociedad armoniosa”. Su objetivo era
desarrollar un deporte de equipo que no implicara heridas graves como
las que ocurren en otros deportes.
Se ha convertido en un deporte
internacional, jugado en Taiwán, Reino Unido, Suiza, España, India,
Japón, Canadá, Brasil, Estados Unidos, Italia, la República Checa,
Hong Kong, Macao, Singapur, Argentina, Uruguay, Colombia, México y
Chile. Es regulado por la Federación Internacional de Tchoukball
(FITB), fundada en 1971. Taiwán fue el anfitrión de los Campeonatos
Mundiales de 2004 y ganó tanto el campeonato femenino, como el
campeonato junior, mientras que los suizos ganaron el campeonato
masculino.
Se juega con la mano, siete contra
siete, en una cancha tamaño básquet, con un par de arcos en que la
pelota en vez de entrar, rebota. Cada equipo puede tirar en cualquier
arco, cada jugador puede tener la pelota solo tres segundos, dar tres
pasos con la pelota y solo se pueden dar tres pases antes de tirar al
arco, lo cual lo hace muy dinámico ya que hay un tiro al arco cada
nueve segundos o menos. Otro aspecto que lo hace muy particular es
que no se puede marcar: la función del equipo es atajar la pelota
luego del rebote contra el arco. Los tantos se logran cuando la
pelota toca la cancha luego de rebotar contra la red. El Thcoukball
es fair play en su máxima expresión. Es usual en los partidos que
un jugador reconozca que recibió un tanto aunque esto le cueste el
partido.
Por ser un deporte sin contacto, el
riesgo de lesión es mínimo, lo cual lo hace un excelente deporte
para cualquier edad e incluso jugarlo de manera mixta.
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