En
nuestra edición del lunes 28 de marzo repasábamos que durante el
año pasado e inicios de éste, vecinos de la plaza Rivera
protestaron fuertemente ante lo que consideraban la falta de
respuesta de las autoridades frente a un serio problema de salud
pública, la presencia masiva de palomas en esa plaza pública. Los
desperdicios generados por una gran cantidad de palomas -materias
fecales y plumas, sobre todo-, provocaron alarma entre los vecinos,
especialmente por los problemas de salud derivados, como alergias,
problemas respiratorios y transmisión de enfermedades.
PROPUESTAS
NO
CONCRETADAS
En
su momento, informamos además que en torno a la situación han
existido diferentes propuestas, como la colocación de jaulas-trampa
(intendente Alfredo Villalba) o el uso de aves de rapiña como
gavilanes. La Dirección Departamental de Salud Pública incluso
organizó una demostración con una de estas aves, aportada sin costo
por una empresa. Ninguna de estas propuestas fue concretada
finalmente. En el primer caso, las
tareas de
recolección de las palomas capturadas y su sacrificio debían
ser
realizadas por
los propios vecinos, y
en el segundo caso, al parecer el costo del uso de gavilanes (unos 20
mil pesos mensuales durante unos tres meses) disuadió a la
Intendencia de utilizar esta solución.
MALESTAR
VECINAL
Los
vecinos continúan preocupados por este tema, ya que “las
palomas ensucian y molestan”, y
en una nota realizada por Pimera
Página
se
mostraron
"hartos” del problema y de que “nadie hace nada”. El
jueves 14 de abril, Primera
Página
informó sobre el debate en la Junta Departamental de Lavalleja
(JDL), donde
se trató
el tema.
REPASO,
POSTURA Y ADVERTENCIA
Primera
Página habló
con el director departamental de Salud, Miguel Paradeda, dijo
que había tramitado una
“reiteración de intimación” a la intendenta Peña, debido a la
preocupación que
existe sobre
el tema -y
sobre todo que no se haya solucionado todavía-, “sin
imponerle que es lo que se tiene que hacer”. Repasó que
en el caso del control con gavilanes,
la propuesta de la
empresa
incluía el control de las palomas “de Solís de Mataojo hasta
Treinta y Tres”, en visitas periódicas luego de ser contratado a
término a un costo de $ 20 mil, cifra que incluso “se negociaba”.
Todo
eso, dijo Paradeda, “sin
perjuicio de que el municipio adoptara otra medida para encontrar la
solución”.
Afirmó
que la gestión de la limpieza de la plaza es de la IDL, y
que como
organismo rector en salud “lo que hacemos es insistir sobre que se
busquen soluciones antes de que surja alguna demanda social por
enfermedades producidas por las palomas”, y que sin dudas “recaerán
sobre la comuna”.
DIFICULTAD
PARA COMBATIR EL PROBLEMA
El
director de la Dirección de Higiene de la IDL, el
doctor
Juan Carlos Falchetti, dijo a
Primera
Página
que el tema de las palomas “existe en todos los centros urbanos”,
y
que
dichas aves “aprendieron a vivir con el ser humano”. Puso
como ejemplo la Plaza de San Marcos de Venecia (Italia) “donde las
palomas son fotografiadas y alimentadas por los turistas que visitan
el lugar”.
Expuso
que la posibilidad de la trasmisión de enfermedades por la paloma
“existe”, pero opinó que la dificultad está “en la manera de
combatirla”, ya que aún cuando es considerada como una plaga, “en
muchos casos genera la problemática con las Asociación Protectora
de Animales, que se opone a los exterminios”.
Falchetti
consideró que la población “siempre tira la responsabilidad para
la IDL y la DDSL, pero no asume su responsabilidad”, sin dejar de
lado “que el tema se politiza”.
Reconoció
que los planteamientos “han sido varios, envenenamiento masivo,
trampas y los gavilanes”, ésta última “considerada la mejor de
las opciones, pero lamentablemente inviable por lo económico y
porque se tendría que contratar un servicio prácticamente de por
vida”.
Reveló
que desde el área de Desarrollo Agropecuario se presentó otra
posibilidad como solución al tema y que trata “de un veneno
peleteado en un grano grande que solo lo come la paloma”, pero
también “certifica una matanza masiva de las aves”.
Según
el jerarca, en cuanto a este tema “no hay consenso ciudadano”.
Además, se mostró al tanto de las inquietudes del director de salud
y los ediles”. “No queremos eludir la responsabilidad en el
tema”, afirmó Falchetti.
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