lunes, 25 de enero de 2016

Advierten sobre daños debidos a la exposición solar

Norma Rodríguez, movilizadora comunitaria de la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer (CHLCC) en Lavalleja, informó a Primera Página sobre la importancia de concientizar a la población y sobre todo “promover hábitos de protección solar en niños y niñas durante sus actividades al aire libre, buscando que perduren a lo largo de toda su vida”.

AUMENTO DE CASOS

Rodríguez expuso que en Uruguay, al igual que en el resto del mundo “el cáncer de piel está experimentando un gran aumento en las últimas décadas”. Al extremar las medidas de protección solar se busca “disminuir los casos de cáncer de piel, reducir las quemaduras solares, el envejecimiento y las enfermedades de la piel relacionadas con la exposición solar. También se intenta reducir la aparición de cataratas en la vista”.

LA INFANCIA, PUNTO DE PARTIDA

Reveló que recientes investigaciones muestran que en nuestro país, aún existiendo información, “una gran cantidad de niños y niñas siguen exponiéndose al sol sin los cuidados necesarios y continúan registrándose quemaduras en la piel por esta causa”.
Apuntó que la infancia es “el momento ideal para incorporar hábitos de protección solar ya que el 80% de la radiación solar total que recibimos a los largo de la vida ocurre en los primeros 18 años”.

NECESIDADES

Rodríguez habló de la necesidad de protección del sol durante todo el año, pero muy especialmente “desde mediados de setiembre hasta fines de marzo, cuando las radiaciones UV son más intensas”.
Agregó que el llamado Índice de Radiación Ultravioleta “pronostica la intensidad de la radiación UV en una escala del 0 al 10, donde 0 indica un riesgo mínimo y 10 un riesgo muy alto”.

IMPORTANTE INFORMACIÓN

Según la CHLCC, el sol “es una estrella, emite luz, radiación infrarroja y radiación ultravioleta. Fortalece los huesos y ayuda en el crecimiento. Además, permite que las plantas puedan crecer y es fuente de energía”.

Todos los seres vivos dependemos directa o indirectamente del sol, pero su fuerza es tan grande que debemos tomar ciertas precauciones para que no dañe el órgano más grande de nuestro cuerpo: la piel. El sol tiene gran valor en la síntesis de la vitamina D, pero para que la misma se produzca, es suficiente exponerse al sol en horarios adecuados tan sólo 10 minutos 3 veces por semana. El bronceado es una manifestación del daño causado por el sol. Además, a partir de las sucesivas exposiciones a lo largo de la vida, como la piel tiene “memoria”, ese daño se acumula. Los días nublados, frescos y ventosos también hay que protegerse. Como el calor disminuye, hay una falsa sensación de protección pero la radiación ultravioleta (UV), que no se ve ni se siente, traspasa las nubes e igual produce daño. La radiación UV también traspasa el agua. La capa de ozono forma parte de la atmósfera terrestre y está constituida por el gas ozono, que al filtrar parte de la radiación UV, ayuda a protegernos del sol. Fruto de la contaminación, esta capa se ha afinado, lo que representa un riesgo para la salud”.

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