La
investigación (*) comenzó cuando leímos información del 2015 como
“Año internacional de la luz y las tecnologías basadas en la luz”
por la UNESCO. A partir del material leído se accedió a reconocer
la contaminación lumínica como una problemática relacionada con el
incorrecto direccionamiento de la luz artificial hacia el cielo; lo
cual dificulta la visualización del cielo nocturno, perjudica
nuestra salud, la vida de los ecosistemas y atenta al cumplimiento
del derecho que cada persona tiene de contemplar el cielo limpio.
Reconociendo
la existencia de esta problemática fue que decidimos comenzar a
investigar la existencia o no de contaminación lumínica en la
ciudad de Minas.
Después
de realizar observaciones del cielo nocturno pudimos determinar que,
efectivamente, esta es una problemática que existe en nuestra
localidad y nos preguntamos si solo sería consecuencia de las
luminarias instaladas en la vía pública o también en los
edificios, comercios y hogares de los minuanos.
Tomamos
muestras de 5 manzanas en 6 barrios de la ciudad (Las Delicias, Cerro
Partido, Barrio Olímpico, Centro, Barrio Las Palmas y Barrio La
Rambla). Del análisis de las observaciones se concluye que, si bien
un alto porcentaje de las luminarias del alumbrado público son
contaminantes (60%) el mayor porcentaje se registró en hogares (97%)
y comercios ( 93%) de la muestra tomada. Por tanto la contaminación
lumínica de la ciudad es responsabilidad de todos.
Esta
contaminación se provoca por un mal enfoque de las direcciones de la
luz por exceso de intensidad o por la deficiencia en el
apantallamiento de la luz. Las luminarias de la ciudad son en su
mayoría inadecuadas, y otras que tienen un diseño correcto han sido
mal direccionadas, enviando la luz al hemisferio superior y
horizontal.
Teniendo
en cuenta el alto porcentaje de luminarias contaminantes en los
hogares, continuamos nuestra investigación visitando cuatro
comercios de venta de artículos de iluminación a fin de conocer la
oferta existente en e mercado y si los vendedores asesoran a sus
clientes en cuanto a este tema. Analizando las entrevistas realizadas
concluimos que los vendedores de las casas de electricidad no están
en general informados sobre este tema y por tanto no informan a los
clientes. Las luminarias más vendidas son las más económicas
(farolas, con forma de “tortuga”, en forma de globo) y
contaminantes, lo cual se corresponde con lo observado en la
recorrida por los barrios.
Con
la finalidad de poder conocer con mayor precisión el grado de
contaminación lumínica de la ciudad, investigando en internet,
pudimos acceder a una aplicación llamada “Globe at Night”(“El
mundo en la noche”), un proyecto impulsado por el Observatorio
Nacional de Astronomía Óptica de Estados Unidos al que Uruguay se
adhirió recientemente buscando diagnosticar la “calidad” del
cielo uruguayo.
Cualquier
persona puede sumarse y ayudar a completar este diagnóstico llenando
un formulario muy sencillo. Cuanta más personas colaboren, más
elaborado será el resultado y la calidad del estudio.
Para
colaborar con nuestra investigación necesitamos de tus
observaciones. Registrarlas en
http://www.globeatnight.org/es/webapp/.
Evitemos
la contaminación lumínica direccionando hacia el suelo las
luminarias exteriores y eligiendo al momento de comprar aquellas que
no permiten el direccionamiento de luz al cielo o al horizonte.
“Las
personas de la generaciones futuras tienen derecho a una Tierra
indemne y no contaminada, incluyendo el derecho de un cielo puro”
(Declaración de los derechos de las generaciones futuras de la
UNESCO).
(*)
La investigación y el artículo fueron realizados por escolares del
Club de ciencias “Veo, veo, ¿qué ves?”, de 5° año (Escuela N°
54 Clemente Estable). El título es de Primera Página
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