El viernes se realizó el Encuentro Regional
de la Red de Adultos Mayores (REDAM) en el Instituto de Formación en
Educación (IFE), que contó con la presencia de la directora
nacional de Instituto Nacional de las Personas Mayores, la licenciada
Adriana Rovira, quien no pudo estar en la conferencia de prensa, ya
que se atrasó su llegada por el tránsito vehicular existente.
CUANDO LA EDAD NO IMPORTA
La directora regional del Ministerio de
Desarrollo Social (MIDES) de Lavalleja, Perla Morandí hizo la
presentación a la prensa del encuentro, expresando su satisfacción
por la alta participación -unos 80 adultos mayores- de Lavalleja,
Rocha, Maldonado, Cerro Largo y Treinta y Tres. Dijo la jerarca que
es una demostración “de que la edad no importa, destierran la idea
que cuando se llega a adulto mayor ya no hay que seguir, que hay que
quedarse. Ellos dicen no, porque los adultos mayores tienen mucho
para aportar, y para reivindicar para sí mismos y la sociedad, desde
una vejez digna, saludable, tranquila, plena y en estas instancias
como este encuentro es que aportan mucho desde sus realidades, sus
experiencias. Esto es recogido por el Instituto del Adulto Mayor,
para elaborar una etapa de construcción para el año que viene”.
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS
Sara García, directora de la División
de Articulación y Participación del In Mayores, dijo que “se
viene trabajando muy fuerte, ya son muchos años que estamos en la
promoción de la participación de las personas adultas mayores como
un derecho humano. Esto se inscribe en un proceso de revisión del
primer plan nacional de envejecimiento y vejez, para la construcción
del segundo plan de envejecimiento y vejez. Este año contamos como
una novedad maravillosa y un aliciente con la aprobación del texto
de la Primera Convención Interamericana de Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores, y que Uruguay está
pronto para ratificar. Eso sería el primer instrumento vinculante,
quiere decir que obliga a los estados a generar protección de los
derechos”.
TRANSVERSALIZAR LAS CUESTIONES DE LA
VEJEZ
Respecto al encuentro, García señaló
que “la idea es discutir con las personas mayores los ejes de
trabajo de un plan nacional que plantee políticas hacia las personas
adultas mayores vinculadas a los marcos de protección internacional,
porque no podemos descolgarnos del marco internacional. La idea es
con estos insumos construir el año que viene el Segundo Plan
Nacional de Envejecimiento y Vejez, y lo que pensamos fue hacerlo de
forma regional, la idea es transversalizar las cuestiones que hacen a
las necesidades según los territorios, no es lo mismo la vida de un
adulto mayor en Rivera en el medio rural, que en Montevideo y en un
medio urbano. Tener la mirada de lo local y vincularlos con las
instituciones y recursos locales, para activar las políticas para
adultos mayores”.
Al preguntarle a Sara García cuánto
incide que seamos uno de los países con más adultos mayores,
responde que “Uruguay es el segundo país más envejecido en
América Latina y el Caribe, el primer lugar lo tiene Cuba,
justamente por las políticas sociales y de salud que promueve. Es
una buena noticia que tengamos muchas personas adultas mayores,
quiere decir que en Uruguay se cuida a las personas, si se llega a
viejo o vieja -que no es algo que se construye a partir de los 65
años- es porque se construye a partir de que nacemos. Eso nos obliga
a pensar y actuar con políticas de protección para los adultos
mayores, en perspectiva de ciclos de vida, no es que sea mejor
invertir en niños o en viejos, tenemos que invertir en todos, porque
envejecemos desde que nacemos y entonces es muy importante pensar las
políticas integradas a lo largo de todo el ciclo de vida.
¿Cuáles son las grandes líneas
que se ha trazado el instituto para este período?
Estamos trabajando en muchos ejes, pero
la participación es fundamental, ahora en articulación con la
Secretaría de Cuidados, sobre lo que es el Sistema de Cuidados, en
asesorar en vejez y envejecimiento, porque es una de las poblaciones
-la de adultos mayores- en situación de dependencia, y el otro tema
es trabajar en situaciones de gran vulnerabilidad, hay riesgo social.
Uruguay tiene un vacío bastante grande en atención a personas con
mucho riesgo, en situaciones de abuso y maltrato, y de la inclusión
desde la perspectiva de género, porque las mujeres tenemos un peso
mayor, vivimos más que los hombres, y llegamos en peores condiciones
a ser viejas, estos serían los ejes fundamentales, y hay otras cosas
que estamos trabajando.
¿Hay controles sobre las casas de
salud o geriátricos?
Sí, se nos transfirió la competencia
hace un año y medio, estamos controlando todos los establecimientos
del país, hay más de 1.030 establecimiento detectados, algunos en
situación de vigilancia, otros en camino hacia la habilitación, y
estamos tratando de conectar con los recursos cuando se apruebe el
Sistema de Cuidados. La idea es contar con recursos del estado, para
mejorar las condiciones, y hacer buenas derivaciones.
¿Se han cerrado algunos
establecimientos?
Se han cerrado algunos, pero lo que
tratamos cuando fiscalizamos no es ir a la sanción, intentamos
hacer un proceso de mejoramiento de las situaciones centrados en los
derechos de las personas residentes en el lugar y de las trabajadoras
de los establecimientos.
Esos 1.030, ¿son públicos o
privados, o de ambos?
Nosotros trabajamos con los privados,
los públicos son muy pocos y están en la órbita de Salud Pública,
son cinco en todo el país. Dentro de los privados están los Hogares
de Ancianos, que son gestionados por privados pero son sin fines de
lucro.
Se habla mucho que los adultos
mayores muchas veces son “depositados” en estos lugares,
generando toda la situación de soledad y pérdida de vínculos. ¿Se
podrá revertir?
Se hace un trabajo de concientización
y sensibilización a nivel de toda la población, es lo que decía
que no se es viejo a partir de los 65 años, se va construyendo a
través de la trayectoria de vida de cada uno y de los recursos
sociales y del estado y del acceso a derechos de una determinada
situación cuando se llega a adulto mayor. La soledad es algo que
parece estar naturalizado, que las personas viejas no precisan hacer
actividades, no tienen deseos o son pasivas, eso no es así, hay que
moverlo y se mueve a través de estas instancias de encuentros de
adultos mayores, que muestran que la vida de las personas viejas es
otra cosa.
0 comentarios :
Publicar un comentario