Collette afirmó que
entiende “las posiciones filosóficas, religiosas, políticas, de
la gente, pero tenemos que trabajar el respeto. Empecemos por
respetar al otro. Respetar significa ver al otro. Hay una pulsión,
todos exigimos la heterosexualidad del otro, ¿por qué? Yo no elegí
ser lo que soy, si me hubiesen dado a elegir, y en esta sociedad, no
hubiese elegido una condición sexual y de género por la cual tenga
que andar peleando por mis derechos, si me hubiesen dado elegir
hubiese elegido ser hombre heterosexual y a esta altura de mi vida
con mis 50 años estaría casado, tendría un hijo varón y una hija
mujer, la casita en la playa y el autito y tenía todos los derechos
garantizados. Nosotras no elegimos. Cuando la gente dice tu elección
sexual o de vida, no, no, yo no pude elegir, ni nadie elige, vinimos
así. Y entonces por qué tengo que culpar al otro por algo que no
eligió, creo que tiene que ver con el faltarle el respeto al otro
como ser humano íntegro e integral”.
EL ESTADO ESTÁ EN FALTA
Expresó que en Uruguay
hay una cantidad de falencias, “o cosas que están en el debe,
vendemos a Uruguay como un país turístico amigable para las
personas del LGTB y en una plaza pública de la capital de un
departamento, a 100 kilómetros de Montevideo, apalean a una mujer
trans, y en Montevideo las matan. Tenemos mujeres trans asesinadas,
de las cuales el estado -aún siendo observado en Ginebra en enero de
este año- no ha dado ninguna respuesta. El estado está en falta.
Salvo casos como MIDES que tiene la cuota para Uruguay Trabaja u
otros programas, pero Uruguay como política de estado no tiene una
ley de inclusión trans”.
NO A LA CUOTA, PERO SÍ
Reconoció que no está de
acuerdo con las leyes de cuota, “porque no deberían existir,
debería ser natural, pero sí, las acepto como parte de ese cambio
social y sobre todo ese cambio de cabeza de las personas. A Uruguay
le falta, ¿qué pasa con las personas trans? Yo estoy inserta en el
trabajo formal, somos 10 compañeras, ¿pero qué pasa con el resto,
qué pasa con las compañeras en el interior? Y el interior es otra
realidad, he viajado mucho por el interior, he ido a capitales y a
pueblos de 500 o 600 habitantes, y la realidad es terrible. A los
trans les queda como único destino el trabajo sexual, y piensan que
las mujeres trans -no los varones- ejercen el trabajo sexual porque
les encanta el sexo, yo les aseguro que no. Debe haber un porcentaje
que le encante el sexo, como lo hay también de hombres, o de
mujeres, pero no por eso se prostituyen. Después la persona es
discriminada y estigmatizada porque es trans, porque se prostituye, y
además si hace todo eso tiene SIDA, esos son los estigmas con los
que nosotras tenemos que luchar a diario”.
¡QUE SE AGRUPEN!
Respecto a la situación
de las personas trans en Minas, dijo Collette que “lo primero es
que sepan sus derechos, los caminos a tomar. Acá en Minas no están
organizadas, eso depende de ellas, y sería genial que se
organizaran, son unas ocho o diez según las reuniones que han hecho
en el MIDES. Nosotros en la Unión Trans del Uruguay estimamos que en
el país hay unas tres mil personas trans. Una cosa es que tengan la
identidad de género y otra es que expresen el género, muchas veces
en el interior las personas no expresan su género, no se visten,
porque si no no trabajarían, las apedrearían, etcétera, etcétera,
hay como mucha cosa a conseguir. Vamos a ver qué sucede, que se
agrupen y que empiecen a hacer valer sus derechos, eso tiene que ver
con los derechos laborales, culturales, educativos y en salud”.
ESO ES GRAVE
Puntualizó que en lo
relacionado a la salud “es muy difícil y complejo para las
personas trans, me contaron que en Lavalleja, en una ciudad no
quisieron atender a una persona trans porque tenía VIH, un médico,
y eso hay que denunciarlo”.
Al señalarle un
periodista que en el caso de Lorena cuando hizo la denuncia no se la
tomaron, Collette aseguró que “eso es muy grave, y esos policías
deben ser denunciados, hay teléfonos, correos de personas que toman
esas denuncias que son anónimas. Por este trabajo social que hago
-que es a pulmón y de mi bolsillo- con la población trans, conozco
en los diferentes ministerios a quién podes ir, qué puertas
golpear, pero ellas ¿qué pueden hacer? Agruparse, y reclamar
derechos”.
PARA QUE SEA UN POQUITO
MEJOR
Finalmente agradeció a
Perla Morandí y a Andrea Peña “por el trabajo que realizan, por
la colaboración prestada, y por el apoyo por estos temas, agradezco
estar acá, yo tengo un ídolo que es mi padre, que falleció hace 12
años, él siempre decía 'a este mundo vinimos a dejarlo un poquito
mejor de lo que lo encontramos'. Y si esto sirve para eso, ya tengo
la tarea cumplida”.
Collette afirmó que
entiende “las posiciones filosóficas, religiosas, políticas, de
la gente, pero tenemos que trabajar el respeto. Empecemos por
respetar al otro. Respetar significa ver al otro. Hay una pulsión,
todos exigimos la heterosexualidad del otro, ¿por qué? Yo no elegí
ser lo que soy, si me hubiesen dado a elegir, y en esta sociedad, no
hubiese elegido una condición sexual y de género por la cual tenga
que andar peleando por mis derechos, si me hubiesen dado elegir
hubiese elegido ser hombre heterosexual y a esta altura de mi vida
con mis 50 años estaría casado, tendría un hijo varón y una hija
mujer, la casita en la playa y el autito y tenía todos los derechos
garantizados. Nosotras no elegimos. Cuando la gente dice tu elección
sexual o de vida, no, no, yo no pude elegir, ni nadie elige, vinimos
así. Y entonces por qué tengo que culpar al otro por algo que no
eligió, creo que tiene que ver con el faltarle el respeto al otro
como ser humano íntegro e integral”.
EL ESTADO ESTÁ EN FALTA
Expresó que en Uruguay
hay una cantidad de falencias, “o cosas que están en el debe,
vendemos a Uruguay como un país turístico amigable para las
personas del LGTB y en una plaza pública de la capital de un
departamento, a 100 kilómetros de Montevideo, apalean a una mujer
trans, y en Montevideo las matan. Tenemos mujeres trans asesinadas,
de las cuales el estado -aún siendo observado en Ginebra en enero de
este año- no ha dado ninguna respuesta. El estado está en falta.
Salvo casos como MIDES que tiene la cuota para Uruguay Trabaja u
otros programas, pero Uruguay como política de estado no tiene una
ley de inclusión trans”.
NO A LA CUOTA, PERO SÍ
Reconoció que no está de
acuerdo con las leyes de cuota, “porque no deberían existir,
debería ser natural, pero sí, las acepto como parte de ese cambio
social y sobre todo ese cambio de cabeza de las personas. A Uruguay
le falta, ¿qué pasa con las personas trans? Yo estoy inserta en el
trabajo formal, somos 10 compañeras, ¿pero qué pasa con el resto,
qué pasa con las compañeras en el interior? Y el interior es otra
realidad, he viajado mucho por el interior, he ido a capitales y a
pueblos de 500 o 600 habitantes, y la realidad es terrible. A los
trans les queda como único destino el trabajo sexual, y piensan que
las mujeres trans -no los varones- ejercen el trabajo sexual porque
les encanta el sexo, yo les aseguro que no. Debe haber un porcentaje
que le encante el sexo, como lo hay también de hombres, o de
mujeres, pero no por eso se prostituyen. Después la persona es
discriminada y estigmatizada porque es trans, porque se prostituye, y
además si hace todo eso tiene SIDA, esos son los estigmas con los
que nosotras tenemos que luchar a diario”.
¡QUE SE AGRUPEN!
Respecto a la situación
de las personas trans en Minas, dijo Collette que “lo primero es
que sepan sus derechos, los caminos a tomar. Acá en Minas no están
organizadas, eso depende de ellas, y sería genial que se
organizaran, son unas ocho o diez según las reuniones que han hecho
en el MIDES. Nosotros en la Unión Trans del Uruguay estimamos que en
el país hay unas tres mil personas trans. Una cosa es que tengan la
identidad de género y otra es que expresen el género, muchas veces
en el interior las personas no expresan su género, no se visten,
porque si no no trabajarían, las apedrearían, etcétera, etcétera,
hay como mucha cosa a conseguir. Vamos a ver qué sucede, que se
agrupen y que empiecen a hacer valer sus derechos, eso tiene que ver
con los derechos laborales, culturales, educativos y en salud”.
ESO ES GRAVE
Puntualizó que en lo
relacionado a la salud “es muy difícil y complejo para las
personas trans, me contaron que en Lavalleja, en una ciudad no
quisieron atender a una persona trans porque tenía VIH, un médico,
y eso hay que denunciarlo”.
Al señalarle un
periodista que en el caso de Lorena cuando hizo la denuncia no se la
tomaron, Collette aseguró que “eso es muy grave, y esos policías
deben ser denunciados, hay teléfonos, correos de personas que toman
esas denuncias que son anónimas. Por este trabajo social que hago
-que es a pulmón y de mi bolsillo- con la población trans, conozco
en los diferentes ministerios a quién podes ir, qué puertas
golpear, pero ellas ¿qué pueden hacer? Agruparse, y reclamar
derechos”.
PARA QUE SEA UN POQUITO
MEJOR
Finalmente agradeció a
Perla Morandí y a Andrea Peña “por el trabajo que realizan, por
la colaboración prestada, y por el apoyo por estos temas, agradezco
estar acá, yo tengo un ídolo que es mi padre, que falleció hace 12
años, él siempre decía 'a este mundo vinimos a dejarlo un poquito
mejor de lo que lo encontramos'. Y si esto sirve para eso, ya tengo
la tarea cumplida”.
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