Al llegar a la Reserva Natural Salus
-antes conocida como “Parque Salus”- da la impresión de estar en
un lugar en pleno desarrollo, y con mucho trabajo. Y es así. Hay
árboles recién plantados, hay lugares donde se han quitado otros
-casi siempre de especies introducidas, no indígenas, que estaban
enfermos o muertos-, carteles de orientación o indicativos recién
colocados, y otros en preparación. Y hay mucho, mucho trabajo en la
conservación de la flora y la fauna naturales del lugar.
El ingeniero agrónomo Eduardo Méndez
-nuestro anfitrión en la visita que hizo Primera Página
al lugar-, con una maestría en manejo de áreas
protegidas, es el coordinador de esta reserva, y tanto él como los
dos guardaparques que trabajan directamente con él tienen tareas de
sobra, desde recibir anualmente a decenas de miles de visitantes,
muchos de ellos escolares, hasta la supervisión de la construcción
de un moderno centro de interpretación, que permitirá a los
visitantes conocer mejor la reserva, la naturaleza y la importancia
de conservarla. Todo ello, teniendo como vecino a la mayor planta de
agua mineral del país y una de las más grandes del continente.
La reserva tiene una superficie de
1.298 hectáreas. Una parte de la reserva se encuentra al Sur de la
Ruta 8, y otra parte al Norte, al Oeste del Cerro del Verdún. En el
área hay registradas 70 especies de árboles y arbustos, 21 especies
de mamíferos, 13 especies de reptiles y 7 especies de anfibios. Hay
una población importante de guazubirá, y a partir del 10 de julio
del año 2014 se registró en el predio la presencia de individuos de
Margay (Leopardus wiedii), un felino americano un poco más grande
que un gato doméstico con pelaje parecido al de un leopardo, y que
vive en los árboles. Es un animal en peligro de extinción, y que
sin embargo hemos podido registrar en varias oportunidades a través
de cámaras trampa que hay colocadas en el predio.
Cuando comenzó a reorganizarse la
reserva, luego de una decisión de la empresa Danone, propietaria de
Salus, hubo que hacer énfasis en el ordenamiento territorial y el
uso, y regularizar por ejemplo qué áreas podían utilizarse para
pastoreo animal y cuáles no, tanto para la preservación de la
naturaleza como de las cuencas que recogen el agua mineral célebre
en todo el mundo por su calidad.
La reserva de Salus es un área de
visita permanente, que recibe anualmente unas 100.000 visitas, y
solamente entre setiembre y diciembre llegan al predio cerca de
10.000 niños de escuelas de todo el país. “Esto representa una
oportunidad para que quien nos visite aprenda más de su país, de su
flora, su fauna, y de lo que cada uno puede hacer para mejorar el
ambiente”, cuenta Eduardo.
La reserva trabaja junto con la ONG
Vida Silvestre Uruguay, miembro de la Unión Internacional de
Conservación de la Naturaleza, y tiene conocimiento y experiencia en
conservación de la biodiversidad.
DE PARQUE A RESERVA
El "Parque Salus" pasó a ser
"Reserva Natural Salus" en agosto de 2014, luego de un
intenso proceso de trabajo, y pretende ser reconocida por los
uruguayos por su compromiso con la conservación de los recursos y
áreas naturales y el patrimonio cultural. Junto con Vida Silvestre
han planificado exhaustivamente el trabajo para los próximos años.
Al llamado “Plan de Manejo” de la
reserva -obligatorio para que sea considerada una reserva natural- se
le suman otros cuatro programas. Uno es el Programa de Manejo
Ganadero, que actualmente se utiliza en función del mantenimiento de
la biodiversidad y del entorno de las fuentes de agua, y no solamente
de la producción de carne. “Tenemos el objetivo de utilizar el
ganado vacuno como un herbívoro más, y regulando la carga animal y
los tiempos de pastoreo y descanso, favorecer los pastos autóctonos”.
Otro de los programas es el de Control
de Exóticas Invasoras Leñosas. Con este plan se busca conservar y
mejorar el estado de conservación del monte autóctono
fundamentalmente, afectado en buena parte del Uruguay por especies
exóticas que empobrecen el monte y modifican su estructura, como el
Ligustro y la zarzamora. “El cuidado del monte autóctono es
fundamental para nosotros, ya que es el hábitat de muchas de las
especies de la fauna existente en el predio”. En este marco, ya
están en marcha las primeras experiencias con ganado caprino, para
el control de ciertas especies exóticas que contaminan el monte
natural y las praderas.
El tercer programa es el de
Ordenamiento del Uso Público, que se encarga de la mejora, la
adecuación, y el ordenamiento de los espacios de uso público, donde
se propone la construcción de un centro de interpretación, la
realización de senderos interpretativos, un mirador de aves para
quienes realizan avistamiento de aves, etc. Un cuarto programa es de
Investigación y Monitoreo, que define la realización de todas las
investigaciones necesarias para conocer más la calidad actual de los
ecosistemas existentes, la flora, la fauna y sus interacciones.
VISITAS GUIADAS
Diariamente se realizan visitas guiadas
en cuatro horarios, 9:30, 11:30, 14:00 y 16:00 hs. Las visitas
guiadas son gratuitas, y hay que anotarse previamente a través de
sitio de internet http://www.salus.com.uy/reservasalus/, con un
mínimo de 48 hs de antelación. Se realizan dos tipos de visita
guiada: una, en el entorno del parque de la Fuente del Puma,
habilitada para grupos entre 10 y 40 personas, y otra, en el Sendero
del Cerro del Aguila para grupos entre 10 y 20 personas.
(Nota de Redacción: parte de la
información fue obtenida de respuestas que el ingeniero Méndez
brindó en una entrevista al Semanario Arequita, que el propio Méndez
compartió con Primera Página)
1 comentarios :
a mi me gusta el agua salus
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