En Asuntos Previos de la
sesión ordinaria de la Junta Departamental, el edil y arquitecto
Juan Frachia del Frente Amplio (FA) hizo una exposición sobre el
proyecto de Directrices Departamentales de Lavalleja, desde lo que
llamó “dos tipos de objeciones: las políticas y las técnicas”.
SIN PARTICIPACIÓN DE LA
JUNTA
Comenzó por las
consideraciones políticas: “la Ley de Ordenamiento Territorial y
Desarrollo Sostenible, en el capítulo III, trata en el artículo 14
las competencias departamentales; en el 15 las ordenanza; en el 16
las directrices; en el 17 planes locales; en el 18 planes
interdepartamentales. En cada uno de estos artículos expresa y
remarca la ley, que ‘es de competencia exclusiva de los gobiernos
departamentales la elaboración y aprobación de los presentes
instrumentos’. Justamente la Junta Departamental como integrante
del gobierno departamental no participó en la elaboración de las
directrices departamentales, o sea no se ha cumplido con la ley”.
PEÑA CAMBIÓ LAS REGLAS
Continuó Frachia
expresando que “el gobierno del FA ayudó a todas las intendencias
del país, con recursos económicos -a través del Ministerio de
Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente- para la
contratación de técnicos especialistas para que asesoraran a la
elaboración del ordenamiento territorial. El intendente (Herman)
Vergara en la parte final de su administración, llamó a concurso a
técnicos para que ocuparan esos puestos. Sin embargo la intendenta
Adriana Peña, cuando inició su administración, no solamente
desechó el concurso, sino que puso colaboradores de su extrema
confianza, perdiéndose con esta acción una gran oportunidad de
contar con técnicos capacitados de primera línea que asesoraran a
la elaboración del ordenamiento territorial, quienes no solamente
hubieran realizado un muy buen ordenamiento del punto de vista
técnico, sino que lograrían la neutralidad necesaria, libre de
intereses especulativos del medio, e imprescindible, para un proyecto
serio”.
COMO VENÍA
El edil señaló que “el
ejecutivo departamental presento las directrices departamentales a la
Junta, en pleno recesó anual -sí, en enero-, demostrando así su
poca consideración al legislativo departamental. No obstante,
pretendió que se votara a tapa cerrada sin el estudio que este
proyecto amerita”.
ASÍ NOMÁS
Agregó que la Comisión
de Urbanismo y Fraccionamiento de la Junta “solicitó
reiteradamente informes y gráficos complementarios, necesarios para
el estudio del tema, cosa que el ejecutivo jamás proporcionó. Así
como la concurrencia a la comisión de alguno de los técnicos, que
participaron en la elaboración, cosa que por el momento no hemos
podido contar”.
CONTRADICE LAS DIRECTRICES
REGIONALES
Dijo Frachia que el FA
considera que “las directrices son una gran herramienta para
plantear las bases para un verdadero desarrollo del departamento,
cosa que las directrices departamentales propuestas no reflejan. Es
más aún: lo que se proyecta en líneas generales es reducir la
planta urbana, acotando el crecimiento urbano-poblacional de nuestra
capital, y prohibiendo los emprendimientos mineros a cielo abierto,
lo que contradice las directrices regionales ya aprobadas, e
incumpliendo con el artículo 1 de la Ley de Ordenamiento Territorial
y Desarrollo Sostenible”.
UBICACIÓN INAPROPIADA
Frachia señaló algunas
consideraciones técnicas. Dijo que “la zona suburbana industrial
proyectada no nos parece apropiada su ubicación, por carecer de
comunicación de vías de transito y no se prevé la ubicación para
los desechos industriales y los residuos, o lo que es peor: el
escurrimiento natural de las aguas se harían hacia el arroyo
Campanero, aumentado con esto el foco de contaminación ya existente
del basurero municipal. Esta ubicación -sin justificación lógica-
genera más problemas que soluciones a la ciudad”.
CAMBIO DE CATEGORÍA
Dio otro ejemplo: dijo que
se produce “el cambio de categoría del suelo en su entorno, que
hace que se pasen tierras de zona urbanas a zona suburbana, lo que
genera una zona urbana muy zigzagueante y recortada, que no ayuda
para nada a la gestión ambiental del territorio entre las dos
zonas”.
Agregó que “esta
decisión hipoteca el crecimiento del área residencial -principal
actividad urbana-, perjudicando directamente a padrones prometidos
en venta a cooperativas de viviendas”.
¿Y LA POBLACIÓN?
Finalmente Frachia señaló
que “el proyecto de directrices departamentales, no plantea
crecimiento de población de los centros poblados del departamento,
salvo en José Pedro Varela. No existe en todo el departamento una
zona potencialmente transformable a zona urbana, incluso se reduce
la zona urbana existente, esto generara un aumento del valor de la
tierra, y con el consiguiente costo cada vez mayor para el
contribuyente departamental”, concluyó el edil Frachia.
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