La noche estaba fría, y más que a una
cerveza invitaba quizá a una copa de vino o a algo más fuerte.
El Mago Luigi, con su ayudante, hacía
las delicias de unas 50 personas -en su mayoría jóvenes- que
llenaban el patio del Bar Cuqui, en una nueva edición de “Boliches
en Agosto”, la actividad cultural nacional que se ha transformado
en tradición en todo el país. Adivinación y hasta levitación de
una pequeña mesa -con la ayuda de una de las espectadoras- formaron
parte de su número.
Mientras, las brasas calentaban carnes
y verduras en la parrilla del patio del bar. La propuesta del
Ministerio de Cultura (MEC) este año fue la de “La cocina de
boliche” y Bar Cuqui traja un experiente asador que, utilizando
tecnología más acorde a un show de stand up -un micrófono vincha
inalámbrico- fue explicando a los presentes el proceso de
preparación de la comida.
En la parrilla, carne de vaca y pollo,
morrones y calabacines. Además, una salsa de puerro preparada en la
misma parrilla, y además manzana con azúcar, caramelizada en el
propio fuego, envuelta en papel aluminio. Como para hacerse agua la
boca.
Luego, los presentes pudieron disfrutar
de la música de Santiago Olivera, quien presentó varios de sus
temas ya conocidos, y algunos de un nuevo disco, “Creo”, que se
editará próximamente.
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