miércoles, 19 de agosto de 2015

Aguará Popé, entre la conciencia socio-ambiental y el avistamiento de ballenas

A pesar del mal tiempo, el salón de Vida Plena se vio colmado de escolares y de integrantes de dicha institución en la mañana del lunes, cuando se realizó una de las varias actividades del grupo Aguará Popé (“mano pelada”, en guaraní), organizadas por Casino Minas, a través Gerardo Terra (gerente), Carlos Cedrés (subgerente), Paulino Sanz (funcionario) en el marco de responsabilidad social empresarial, las que continuaron en Villa Serrana y nuevamente, por la tarde, en Vida Plena.

CONCIENCIA SOCIO-AMBIENTAL

Aguará Popé tiene su sede en El Tesoro, Maldonado. Realiza educación y gestión ambiental con niños, jóvenes, adultos, y empresas. “La idea es trasmitir un poco de conciencia socio-ambiental y hablar de los recursos naturales de Uruguay, la importancia de protegerlos, abordar los problemas que tenemos con el agua, por qué ha sucedido esto y cómo podemos tratar esos temas”, dijo Pablo Faget, quien junto a Virginia Juele forman parte de Aguará Popé.

CHARLAS Y ACTIVIDADES

Contó Virginia que “el grupo surgió de varias ideas y caminos de vida juntos, nos encontramos y nos propusimos armar algo, donde pudiéramos trasmitir no solo que lo uno sabe sino la conciencia de los valores medioambientales”.
Pablo agregó que lo que hacen “es educación y gestión ambiental, trabajamos con niños, jóvenes, adultos, con empresas. Lo hacemos a través de charlas y actividades, en aula o de campo, hacemos excursiones por la costa de Maldonado en busca de ballenas, o a museos, tratamos de que amplíen lo que ya reciben de la educación”.
Agregó Pablo que “la idea es aportar a lo que ya se enseña en la escuela y en secundaria, está en los libros didácticos, el ciclo del agua, la ecología, cómo cuidar, lo que falta es práctica, llevarlos al contacto con la naturaleza. Hacerles ver cómo estamos todos conectados, qué significa una laguna como la del Sauce contaminada, o un arroyo como el San Francisco, que llena un embalse, que después nos trae el agua, y el agua cómo se la devolvemos a la naturaleza, o sea la práctica de las relaciones sociales ecológicas”.

LOS NIÑOS APRENDEN Y ENSEÑAN A LOS ADULTOS

Al preguntarles si los niños son los mejores vehículos para concientizar a los adultos, Virginia es enfática: “Sí, exactamente es así. El tema es que se les enseña y se les habla, y los resultados es que parece que fueran dos cosas desconectadas, una cosa es la teoría y otra la práctica, porque en la vida no se aplica, el niño no tiene el control de los adultos que les diga no tires el papel, o peor aún, el niño ve cómo el adulto ensucia. El niño es el mayor multiplicador y el que más ayuda a educar. Nosotros tratamos de llevar esa información y en cierta forma hacemos popularización de la ciencia, porque la información está y tiene que ponerse en práctica en la vida cotidiana. El niño es el que más absorbe y quien tiene más capacidad de crecer formándose de conceptos, de ideas, de valores, por eso trabajamos más con niños, lo que no quita que no trabajemos con adultos y con comunidades. No se puede preservar un lugar si la comunidad no está empoderada, si no sabe qué tiene que cuidar y por qué”.

LOS ADULTOS DEBE CAMBIAR

Pablo dijo que “está todo bien con educar al niño, enseñarle el camino más correcto, pero también enseñarle al adulto es fundamental, el niño tarda 5, o 10 o 15 años en llegar a tomar una decisión, a tener el poder de enojarse con su padre de verdad. ¿Qué mundo le dejamos nosotros los adultos a los niños? Lo que nosotros enseñamos hoy, si el adulto no se empodera y no cambia, el mundo será diferente para el niño dentro de 10 años, entonces está bueno trabajar con el niño, tirarle la semilla, dejar que germine dentro de él, pero con el adulto es aún más la necesidad de comprometerlo y responsabilizarlo automáticamente. Si el niño tiene la información y el adulto lo apoya o genera el ejemplo vamos a ir muy lejos”.

BALLENAS, ESAS HERMOSAS DESCONOCIDAS

Respecto a las ballenas, el grupo Aguará Popé trabaja un programa “en el marco de la educación, de la conciencia, de conectarnos todos y con cada uno de los actores del ambiente. La ballena es una gran herramienta porque sensibiliza, es un animal grande, el canto sensibiliza mucho y a través de las imágenes les mostramos en las charlas el potencial que tienen. Con el aguará popé (mano pelada) cuesta mucho más, porque no lo conoce demasiado, pero la ballena facilita mucho. La vida vino del océano, el oxígeno que respiramos viene de ahí en un 60% y la ballena es el animal más grande del planeta, a los chicos los fascina dentro de la mística, y con eso jugamos un poco, con una carga didáctica”, dijo Pablo. Se pudo ver durante la charla además de la presentación audiovisual, una vértebra y “bigotes” de ballena (en realidad, parte de las barbas, que la mayor parte de las ballenas utilizan en la alimentación, para filtrar el agua), impresionantes por el tamaño, una imagen que vale más de mil palabras sobre el volumen de estos animales.

UN RECURSO CONSERVABLE

Virginia entusiasmada manifestó que “además la ballena es un recurso más que renovable, es conservable, porque la ballena en muchos países produce muchos ingresos a nivel del turismo. Es un patrimonio sociocultural que tenemos con el avistamiento de las ballenas en su hábitat natural. Los uruguayos no lo valoramos, en muchos países hay mucho turismo de avistamiento de ballenas, y eso lo tienen que entender, las tenemos aquí y no hay que ir a Miami para ver un delfín o un cetáceo encerrado, cuando no hizo nada, pobre. Nosotros tenemos las ballenas acá que son ‘made in Uruguay’, nacieron acá”.

HAY QUE CUIDAR LAS BALLENAS

Insistió Virginia que “las ballenas son recursos potenciales, sirven mucho más vivas porque generan mucho turismo, promoviendo el avistamiento, y para eso tenemos cuidarla y cuidar el entorno. Nadie quiere ver a la ballena esquivando plásticos o no viniendo más porque explotan bombas de excavación en el mar. Uruguay tiene en sus aguas un santuario para ballenas y delfines, y hay que cuidarlo. En Uruguay no miramos el mar, tenemos ese recurso increíble que es el mar y que bordea la mitad de su frontera y solo miramos en verano -un tiempo concentrado en sol y playa-, dejamos los residuos y nos vamos, y la ballena viene en invierno y esa es otra posibilidad que bien organizada, da para hacer un turismo bien hecho”.
Para saber más de Aguará Popé, se pueden comunicar a través de Facebook: Aguará Popé o por mail aguara.pope@email.com .





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