La Casa Encantada está acostumbrando
al público a la calidad total, a la propuesta renovadora y
diferente, a que en pleno siglo XXI, donde la tecnología y la
pérdida de afectos es constante, se puede renovar o por lo menos
remover el interior del ser humano, a través de espectáculos,
talleres y charlas donde la prioridad es el crecimiento, el recuperar
la sensibilidad y la visibilidad del otro.
ACTITUD, SENSIBILIDAD Y HACER
Yendo a uno de los último eventos en
La Casa Encantada, la propuesta realizada por Trovar Mestizo,
integrado por Jorge Martínez, Rodrigo Orozco y Gonzalo Victoria,
golpeó la sensibilidad y la creatividad de los pocos (eso en Minas
no es novedad) pero buenos que asistieron al taller y más tarde al
concierto.
Detenerse en el taller implica una
mirada a las necesidades de expresarse y que generalmente se
reprimen, a la sensibilización para que fluya sobre los demás,
sobre todo en quienes son artistas. El taller, llevado adelante por
Jorge Martínez ejecutando el piano eléctrico y los ejercicios
vocales y corporales, y Rodrigo Orozco en expresión corporal,
respiración y vocalización, hicieron una conjunción liberadora a
los seis (sí, solo seis privilegiados) participantes, dos músicos,
tres estudiantes de música (dos jóvenes y un niño) y un payaso,
que seguramente no se olvidarán de esta experiencia, y que les
generará nuevas búsquedas, porque allí estuvo presente la
importancia de la actitud frente a la vida -no solo en el escenario y
con el público-, desde la verticalidad humana a través del eje, la
expulsión de los sonidos, la emisión de la respiración, el
movimiento y el ritmo del cuerpo, el relacionamiento entre los demás,
la risa y la tristeza, y sobre todo el juego liberador, la frescura
de sentir, la proyección de lo que tenemos dentro.
Cuántas veces vemos a cantantes de
coros o solistas, o actores, o bailarines que están emitiendo sin
tener una actitud de entrega con el público -cuerpos cerrados,
hombros caídos, manos tensas, solo preocupados porque todo salga
bien- pero siguen cantando apoyados en buenas voces, en buenos
instrumentos, pero eso es solo la fría técnica. Esa sensibilidad
artística también se busca, se trabaja, está en las personas, pero
lamentablemente no les interesa conseguirlo, ya están parados ahí y
eso alcanza. Da pena.
Se perdieron una oportunidad de abrir
la cabeza, de despejar el cuerpo aquellos músicos, actores,
bailarines, con la experiencia hermosísima que fue el taller
brindado por Trovar Mestizo.
El concierto, a cargo de Victoria y
Martínez, es un viaje a lo ancestral, voces y sonidos, instrumentos
sorprendentes, todo fue música y tiempo mezclado en el espacio
mágico de La Casa Encantada, solo para sentir colgados de la
emoción. Un lujo que fue solo para pocos.
QUIÉNES SON
Jorge Martínez Flores, es
chileno, compositor, con estudios de Licenciatura en Ciencias y Artes
Musicales, Universidad Católica de Valparaíso y de Pedagogía en
Educación Musical y Licenciatura en Educación, Universidad Mayor
(Santiago) e importantes estudios musicales a nivel internacional.
Gonzalo Victoria, nacido en
Treinta y Tres, Uruguay. Concertista en guitarra clásica. Licenciado
en Interpretación Musical de la Universidad de la República,
Uruguay. Ha ofrecido conciertos solo y con orquestas en diferentes
países (Uruguay, Chile, Suiza, Italia, Cuba, México, Brasil,
Francia, Bolivia, Paraguay y Argentina). Publicó los libros “Locuras
y Tristelogías” y “Temporal”. Realizó grabaciones sobre la
obra para guitarra del maestro Oscar Prieto, participó en el disco
“Música no alineada” junto a Leo Masliah. Dirige los proyectos
de creación de orquestas de guitarras en las municipalidades de
Peñalolén y de Santiago (Chile). Egresado del Magíster en Artes
-mención musicología- de la Universidad de Chile, donde reside.
Rodrigo Orozco es fotógrafo,
actor, investigador audiovisual y docente chileno. Realizó estudios
superiores de comunicación audiovisual, actuación teatral, mimo,
danza, participó en cine como actor, con las más variadas
experiencias artísticas y formativas en varias partes del mundo.
CONSTANTE DINÁMICA
Finalizado el taller, Primera
Página conversó con los integrantes de Trovar Mestizo, y al
señalarle la vergüenza ajena que se siente cuando se ven eventos de
esta magnitud con tan poca asistencia, Martínez señaló que “si
hay una persona, nosotros trabajamos así, tanto en el taller como en
el concierto, detrás de esto hay una necesidad de difundir lo que
estamos haciendo. Estamos en un proceso de trabajo de investigación,
lo pueden ver en el concierto, que es el fruto de ese trabajo, y que
no está cerrado, que no pretende estar terminado. Está en proceso
de una constante dinámica de conocimientos, de intercambio con la
gente, esa comunión nos enseña mucho, aprendemos, y nos permite
desarrollar las ideas creativas y los proyectos futuros que se
vienen, todo está integrado, y poder trasmitir lo que estamos
haciendo es para nosotros un gran aprendizaje.
¿Hacia dónde va este trabajo?
Martínez - Tiene varios
caminos, uno es la búsqueda de desarrollar nuevas líneas
pedagógicas, somos todos profesores, nos gusta enseñar, es parte de
nuestro quehacer. Hemos vivido este tipo de enseñanza rígida,
estructurada, donde no te permiten ser, y de esta manera podemos
difundir para generar una metodología pedagógica. No somos los
inventores de esto, hemos aprendido de varios maestros, distintas
escuelas, y hemos generando una metodología pedagógica de ese
contacto, de llevar a cabo esto.
Siempre la formación es rígida, se
pone por delante la técnica, y después la sensibilidad. ¿Qué
lugar ocupa la disciplina?
Martínez - Esto también es una
estructura rígida, porque la disciplina artística, si no es
estructurada, no funciona. Aunque no emplearía la palabra rigidez,
pero sí tiene que emplearse la palabra disciplina, si no hay orden
no se llega a ninguna parte. Pero para eso se debe entrar a través
de la amabilidad, de los juegos. Los juegos de los niños se ven como
niñerías, y se habla mal de ellos, pero los juegos de los niños
tienen orden, disciplina, y los niños, sin necesidad de ponerse de
acuerdo, la cumplen, y el que no la cumple es mal visto por los
demás, pero siempre terminan cansados, sudados, pero felices. En una
clase de adultos todos terminan angustiados, y a través de la
angustia no se aprende bien, y no podemos formar artistas
angustiados, el resultado es angustia. En el taller que hicimos hubo
disciplina, orden y no terminó nadie angustiado.
Orozco: Además, la técnica
está, porque si desglosamos lo que hicimos están todas las
materias, de forma amorosa. La técnica del mimo que usamos es súper
estructurada, pero también se puede plantear desde la amabilidad, de
lo cariñoso, y la técnica no se transforma en eso impoluto,
perfecto, sin defectos como un jarrón de museo. La técnica es un
medio que nos hace llegar a la obra de arte, no es el fin.
Martínez: Hay grandes
pensadores en los que yo me baso mucho, como Claudio Naranjo,
psicólogo de la Gestalt, y Humberto Maturana, biólogo que desde los
’60 ha desarrollado una investigación desde la biología de lo que
es el ser humano. Uno de los planteamientos que hace es que el ser
humano antes que nada es una estructura amorosa, si tú desarrollas
desde esas estructuras amorosas, desde el cariño, desde el afecto,
la pedagogía se transforma en una bella herramienta de crecimiento
del ser humano, y no deformar a un ser que va a responder a leyes,
estructura social, a normas preestablecidas, sino un ser humano que
piensa, toma resoluciones, y que es individual dentro de una
sociedad, desde lo amoroso.
Orozco: También, podemos
mencionar a Paulo Freire, que dice que cultura no es el que sabe de
todo, todo lo que hace el ser humano, todo, es cultura, y cada
persona tiene que aprovechar eso, y de ahí nace todo.
¿Cómo sintieron este taller?
Martínez: Si te fijas en lo
sucedido, en una hora que duró el taller un ser humano pasó por
diferentes estados, y eso porque se lo trató de forma amorosa. Todas
las personas tienen inteligencia, creatividad, dispuestos a lo bello,
pero lo que pasa es que hay un tema político, hay una estructura
social que le conviene que seamos máquinas, que funcionemos de 8 a 5
de la tarde, que luego te encierres en tu casa a mirar televisión y
que no hagas nada más. Pero este formato de trabajo del taller, como
en las creaciones, son respuestas políticas enfrentando las
ordinarias, las comunes, es decirles que existe otro camino, otras
cosas a descubrir, a sentir. Pero para eso hay que asumir riesgos, y
no están todos dispuestos a hacerlo, porque a los demás les puede
parecer horroroso, otros dirán “no entiendo, pero mira lo que hace
esta gente”, y otros dirán “oh, aquí hay un camino”. Es una
apuesta que lleva a más cosas positivas que negativas. A estas
bellas personas que trabajaron te aseguro que algo les cambió. Y son
personas que dan clases algunos de ellos, y eso lo pueden trasmitir,
van a pensar dos veces lo que hacen y no van a querer ser la
repetición de los profesores que les enseñaron, se abren y se dan
cuenta que pueden entregarse a enseñar de otra manera. Lo de hoy es
un logro absoluto, hubo 6 personas, pero así hubiera sido 1, ese va
a trasmitir a uno más por lo menos.
¿Qué es el concierto basado en
vuestra obra El pozo?
Victoria: El concierto es parte
de las búsquedas que estamos realizando a nivel estético, musical,
de creación, como colectivo Trovar Mestizo, las búsquedas están
dadas en diferentes áreas, que a su vez están interconectadas.
Trabajamos los conciertos como intérpretes, como compositores, como
creadores, también hacemos investigación, porque es una búsqueda a
través de conversaciones con las personas. Eso lo transcribimos, lo
hablamos, lo confrontamos, lo compartimos en charlas, en artículos,
es una gestión humana.
¿Esto es parte de una gira?
Victoria: Estamos haciendo una
gira por Chile, Argentina y Uruguay, donde encontramos diferentes
personas que ocupan espacios donde hacen apuestas que también son
riesgosas, tienen su compromiso, y lo primero que se puede ver es un
riesgo y una toma de conciencia. Es un discurso lo que estamos
haciendo, que tiene un contenido político, tenemos una manera de
enfrentar nuestra creación, y lo que estamos realizando, en este
diálogo con personas y con lugares, es justamente una toma de
postura ante la vida, ante lo que pasa socialmente. Concebimos que lo
que hacemos, jamás puede estar en una especie de caja cerrada, con
esa ceguera de que no esté presente lo que está sucediendo
socialmente, lo que está sucediendo en el contexto lo integramos
como una parte más de lo que estamos viviendo en nuestra creación.
¿No es inabarcable la realidad hoy?
Victoria: Sí, claro, y se
transforma en un problema filosófico, lo que no es inabarcable es la
idea de realizar propuestas de creación que estén abiertas al
diálogo, que ingrese a este laboratorio de Trovar Mestizo lo que
está pasando en el contexto, no nos entendemos como personas
aisladas, sino que somos personas siempre en diálogo con el otro, ni
desconectadas de donde vivimos. Desconfiamos de aquellos que ponen su
propuesta en ese limbo creativo que no le importa lo que sucede a su
alrededor.
¿Qué encontraron en esta búsqueda
a través de los sonidos?
Victoria: Ahí sí podemos
pensar en lo inabarcable, en lo rico, en lo diverso. Pero con el
perfil que decían los compañeros, recuperar esa inocencia infantil,
sostenida por un bagaje técnico, de reflexión. Lo que nosotros
hacemos, a grandes rasgos, es hacer una lectura de los elementos que
tenemos, igual que lo hace un artesano, o un obrero, manipulamos esos
elementos que vienen de la tradición, y que pueden obedecer a
discursos que son selectivos, intencionales, muchas veces desde la
lógica de la construcción de los estados nación aparecen como
tradición, corrientes de pensamiento selectivos que ocultan muchas
cosas que no se quieren mostrar, y nosotros eso lo manipulamos a su
vez, los enfrentamos, los hacemos dialogar, como pueden ser las
afinaciones de las zonas centrales de Chile con los Temples del
Diablo de las Sierras del Yerbal de Treinta y Tres. ¿Qué sucede si
esos elementos se juntan, dialogan, se ponen en crisis?
Martínez: Todo eso que dice
Gonzalo, pero desde el 2015, por eso aparece el computador, los
aparatos electrónicos, sin ningún complejo.
Ya estamos esperando el regreso de
Trovar Mestizo, y en La Casa Encantada.
Por Gorge Gómez.