Ayer por la mañana, alumnos, profesores y personal no docente,
volvían a reanudar la actividad en el Liceo Nº 3. Comenzaba la fase II del
proyecto Tránsito entre ciclos educativos, dirigido a alumnos que ingresan al
liceo, UTU y escuelas agrarias. Hay dos equipos de tránsito educativo. Desde
hace cuatro años lo hacen el Liceo Nº 3 y UTU, y desde el año pasado el Liceo Nº
2 y UTU. La fase I se desarrolló de agosto a diciembre del año pasado. El
equipo permanente de cuatro docentes asistió a las escuelas 10, 102, 12, 54 y
96 designadas por CODICEN, donde trabajaron con las maestras de 6º año. También
se realiza desde el año pasado en el Liceo Nº 2 con los alumnos de las
escuelas 35, 11 y 7.
CAMBIAR ESO
Primera Página conversó con el profesor Roberto Bonilla y la
maestra comunitaria Malvina Bentos sobre los alcances del proyecto.
Bentos recordó que “al principio se elegían las escuelas que
tenían los presentísmos más bajos, ahora se buscaron otras variables, porque no
son solo alumnos de escuelas de contexto crítico, porque el problema que
terminan la escuela y no ingresan al ciclo básico es más general, el proyecto
trata de cambiar eso”.
EN FEBRERO
Bonilla señaló que la fase II abarca unos 50 alumnos -se los
pudo ver recorriendo el liceo con un docente-. “Ellos asisten todo febrero y
reciben apoyo en Matemática, Idioma Español, y en Educación Física todo lo que
tiene que ver con recreación e integración, para formar vínculos entre ellos
como grupo”. La elección de los alumnos la hace el equipo de
trabajo con los maestros de 6º, la directora o director de la escuela de la que egresan, y “desde hoy empiezan a trabajar”. Al preguntarle cómo se motivan, ya que estarían de vacaciones, Bonilla reconoce que “es como erosionar un concepto que vacaciones son vacaciones, y hasta marzo no voy, pero ya vienen con el trabajo de la escuela, con el empuje de la familia, la mayoría ha tenido experiencia de ‘Veranos educativos’, de Primaria, no es algo tan extraño para ellos. Y tiene un incentivo extra que es un campamento educativo, que se realiza este año en el Campamento Artigas, en Colonia. Eso también es motivante, y como grupo se unen mucho y con los docentes generamos un vínculo que cuando arrancan las clases nos tienen como referencia para el año lectivo”.
MATEMÁTICAS Y LENGUAJE
Bentos señaló que las actividades que realizan con los profesores de
asignaturas “tienen un enfoque lúdico”. Si bien están en lo curricular, no
dejan de tener ese aspecto de juego, de vinculación, se hacen muchas salidas
didácticas, el uso de la computadora, la incorporación de la tecnología”. Agregó
que “las necesidades curriculares más importantes son lenguaje y matemáticas.
Lenguaje es la base para hablar, escribir y leer, se aplica y desarrolla en
todas las asignaturas, se habla cuando se participa con coherencia en clase,
escribir para tener correlación en un escrito, leer para obtener información de
la clase, y todo los lleva a expresarse mejor”.
Bonilla explicó que en la fase III, “se trabaja con 120 los
alumnos, de marzo a diciembre, se les hace un seguimiento y un apoyo constantes.
Como objetivo primario tenemos evitar la desvinculación, que los alumnos logren
aprendizajes significativos, y que se pueda lograr la promoción a segundo año”.
Agregó que “el gran objetivo es evitar que deserten, porque a nivel país es un
gran problema, hay un número alto de repetición, porque dejan, no tanto por los
rendimientos, sino porque no se sienten motivados, hay muchos que tienen siete
bajas en agosto, y dicen ‘ya no las levanto y dejo’. Ese es el tema a trabajar,
para que no pase, es apuntalar a que el alumno no se desvincule de la enseñanza
media”.
SEGUIMIENTO
Bentos aseguró que el seguimiento “no es solo ver las
asistencias día a día del estudiante, implica conocer su realidad, saber sus
dificultades, sus realidades familiares, trabajamos con la familia para tratar
de dar soluciones a sus problemas a través de las diferentes instituciones,
apoyarlo para que no falte. Se trabaja con las redes locales, y con los
diferentes actores locales de la institución, con las maestras que son las que
conocen cuáles son las mayores dificultades. En el caso curricular, si es en
una materia, como suele pasar con matemáticas, lo hablamos con el profesor y
tratamos de buscar los recursos de la comunidad, siempre en pos de lograr la
permanencia del estudiante en el centro de estudios, para que puedan continuar
sus aprendizajes. Hay clases de apoyo, se hace la derivación de estudiantes en
tutoría en el Liceo Nº 3 o de profesores que nos apoyan honorariamente en la Escuela Técnica UTU, para
brindar clases extras a alumnos que lo necesitan, todo incluye el seguimiento”.
DIÁLOGO MÁS PROFUNDO
Bonilla insistió en “cuidar ese tránsito educativo, buscar ‘limar’
las fronteras de los diferentes subsistemas -Primaria, UTU o Secundaria-. Se
podría decir que es una especie de diálogo más profundo entre los tres
subsistemas, que tiempo atrás, no es que no existiera, pero no era tan fluido;
ahora se busca el acercamiento y el diálogo, el equipo nuestro depende del
CODICEN, tiene dos maestras de Primaria, un docente de Secundaria y un docente
de UTU”.
Agregó que “el pasar de primaria a la enseñanza media, si uno se pone en
esas cabecitas de 12 años, salir de la escuela, estar con una sola maestra todo
el año, conocer el local, el barrio, acá es todo nuevo, y el régimen de trabajo
es muy distinto, son 12 docentes, 45 minutos, el intervalo de 5 minutos que no
es el recreo, no da para el partido, la cantina y el baño. Esas cosas inciden
en el primer año, por eso el proyecto se llama tránsito educativo, abordar un
mundo como es el paso de primaria a la enseñanza media, sea UTU, liceo, o
Escuela Agraria, que esta tiene el plus del desarraigo, dejar el hogar de lunes
a viernes, son transiciones a las que tienen que adaptarse y son las que se
trabajan desde nuestro equipo, acompañar y ayudar en esa adaptación”.
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