Había
llegado el día, Adriana Peña, se había bajado del estrado donde firmó el
traspaso de mando, colocando como intendente a Alfredo Villalba. Para Peña fue
“un momento donde uno tiene sentimientos encontrados, porque hay un grupo
humano fabuloso en la intendencia, compuesto por una gran cantidad de gente que
cincha en el día a día. Irse es
haber cumplido una etapa, empezaremos otra, que
también va a ser un desafío y Dios y la gente dirán. Satisfecha con la gestión,
más se puede hacer, pero cuesta conseguir la experiencia, armar, encaminar,
ordenar la casa, creo que de esta gestión va a ser más lo que se va a haber
dentro de unos meses que lo que se puede ver hoy. Tengo que hacer un mea culpa:
he sido muy desastrosa en la promoción de lo que hacemos, eso por machetear,
por no gastar la plata, la gente no se entera de lo que uno hace y es injusto para
los compañeros que lo han hecho. Terminamos y a empezar de nuevo”.
De su equipo no van a quedar directores…
Quedan
algunas personas, como el ingeniero Alejandro Ferres, Adriana Baladán, el
contador Gonzalo Alonso, hay muchos que son funcionarios y van a ayudar y dar
una mano. Como le dije (a Villalba) en el despacho, el éxito de él es también
éxito de nuestra parte, vamos a estar a las órdenes para dar una mano en lo que
se necesite, porque esto no puede parar, la intendencia empezó una
transformación que no puede parar, y sé que él en estos cinco meses le va a dar
una impronta impresionante, porque sé que es incansable, y va a querer en cinco
meses hacer mucha cosa. Ya lo pusimos al tanto de las obras que había, aunque
estoy segura que me olvidé de muchas cosas, así que a medida que me vaya
acordando se lo haré saber y además a disposición de él o de Teresa (Arrillaga)
para todas las dudas que tengan, aquí estoy.
¿Y la auditoria externa?
La
auditoría externa la está haciendo Gonzalo Alonso con los auditores, en caja
quedan $ 130.000.000 (ciento treinta millones de pesos), que es récord, pero
también se debe invertir en los tramos de obra que se están empezando, la doble
vía está firmada. No quedan deudas.
¿Qué pasa con la Terminal? ¿Se hace?
Hace
una semana y media me llamaron, querían venir y yo les dije: ‘No, hablar no,
traiga la máquina y empiecen, ya hablar ya hablamos suficiente’. Cuando venga
la máquina y empiecen, iré yo a aplaudir, porque es una obra muy
necesaria.
Y se la fueron llevando a Peña entre abrazos,
saludos, y deseos de éxito en la nueva etapa.
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