ZAFFARONI,
NELLY, con
muchos años a cuestas -¡96!-, una suma de años que sirve para que cada día la
querramos más. Ha sabido regalarnos vida, esperanzas, ejemplos, ejemplo de
optimismo y entrega, arremetiendo contra las dificultades que la vida le
presentó. Dificultades que siempre enfrentó sin perder su imborrable sonrisa,
su belleza y presencia, y su optimismo. Hija de Doña Lía Ortiz y de Don Alfredo
Zaffaroni, un patriarca muy respetado del viejo Partido Nacional. Se casó con
Hugo Panero, emigró de Minas, enviudó
muy joven -a los 36- y tuvo que enfrentar la vida y criar dos hijas de 8 y 4
años. Luchó en todo los frentes, sin perder ninguna de sus dotes, y salió
adelante. En el viejo Consejo del Niño por 25 años, hicieron tándem con Elenita
Morosoli, y allí todo fue posible. Allí conoció el aprecio de gentes como
García Otero, Reyes Terra o Mendive,
jueces que como Presidentes del Consejo, supieron de su eficacia y entrega, y
que cualquier dificultad era superable. Hoy Nelly, con su corte de hijas,
nietos y bisnietos -sin perjuicio de la nube celosa que se posicionó en sus
ojos-, como nadie ve y valora la vida, enseñándonos como todo puede superarse,
y que vivir vale la pena.
Héctor Vernengo
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