Eric Tellechea nació en Minas. “Como el disco de Fito Páez, soy
‘Del 63’”, cuenta. Es músico -apellido que es una marca de grandes músicos
minuanos-, pero no desde chico. “Empecé tarde en la música, aunque siempre me
tiró escuchar, fue con casi 30 años que empecé, y el empujón me lo dio Andrés
Mastrángelo, un gran músico y un gran amigo desde hace muchísimos años. Empecé
súper viejo a darle en serio a la guitarra eléctrica, hacía de todo, covers,
versiones de Fito, rock argentino, música uruguaya, algunas bandas en inglés,
pero siempre estuvo en mí la fuerza y la energía que sentía con el blues, el
jazz, los temas de los 70 y los 80”.
TRISTEZAS, GRACIA Y SALERO
Eric tiene un acento diferente, no es el típico español
peninsular, pero tiene esos giros idiomáticos que dan gracia y es expresivo al
hablar, eso que los españoles llaman “salero”. Se ríe de sí mismo y está en
constante juego con la memoria y la vida, la música y sus hacedores. Recuerda,
y mezcla con tristeza, las partidas de su papá que falleció en el 2010, que fue
la última vez que estuvo en Minas, “con mi familia, acompañando a mi madre
sobre todo, y en ese momento no había ánimo para hacer conciertos”, y de Álvaro
Tellechea, el músico que falleció en el 2013. “En aquella oportunidad estuve
con Álvaro en su casa e hicimos como una sapada, muy íntimo todo, de amigos,
ahora ya no está y es muy triste no encontrarlo al Álvaro querido”.
BUSCANDO LA VIDA
En 1986 se fue de Minas a Montevideo, donde vivió hasta el
2001, “y de ahí me fui con la idea de hacer música, pero siempre el primer año
cuesta entrar, porque además hay que comer, y me fui acomodando. Empecé a
tocar, ahora vivo en un pueblito de Catalunya que se llama Blanes -como el
pintor de la patria- (se ríe), está a mitad de camino entre la frontera de
Francia y Barcelona, precioso lugar, con ayuntamientos jodidos, porque no se
hace mucha música, sí en los pueblos de los alrededores, entonces agarrás el coche y salís a buscarte la vida,
vas a un toque acá, otro allá, para arriba, para abajo, pero se mueve sobre
todo en temporada, estuve tocando con bandas, y ahora estoy solo, toco solo
para ser práctico”.
URUGUAYOS
Sobre la música uruguaya señala que el rock nacional “ha
tenido un avance impresionante, sin desmerecer lo que había antes, porque son
los pilares de lo que hay hoy, No Te Va Gustar, es la banda. Siempre admiré
mucho al negro (Rubén) Rada y todo su entorno sonoro y de candombe, es muy
inteligente y ha sabido sacarle mucho provecho a sus músicos, y se ha rodeado
siempre de músicos muy buenos. A Fernando Cabrera lo llegué a ver con Eduardo
Mateo, a Eduardo Darnauchans lo escuché en épocas que yo no hacía música, pero
me gustaba mucho. ¿Por qué no sentí la pasión por la música a los 15 años? Es
raro, tardó, pero por suerte llegó”.
TANTO AFECTO
La nota fue realizada en la mañana del concierto en La Casa
Encantada, y Eric se entusiasma, cuenta que se va a sentir como Rada, “porque
voy a estar con grandes músicos como Miguel Barreiro, Rafa Rodríguez y Maxi
Mérola, con los que nos une una amistad a través del tiempo, de la distancia,
pero que se mantiene, y nos une la música. ¡Qué nivel tienen! ¡Qué grandes son!
Y tocar en estas circunstancias es un doble premio, y en La Casa Encantada que
ya el nombre es genial, cuando entrás ahí te sentís como en tu casa, con el
afecto que te tratan, y eso me sorprende porque allá en España la gente es
respetuosa, simpática, te presentan tus amigos, pero siempre sentís que guardan
distancia, y no es falta de confianza, es otra cosa la que encontrás acá, hay
afecto, acercamiento. Hay una nueva generación de jóvenes de músicos que te
demuestran ese afecto, ese bien recibirte, en España no lo sentís”.
VIAJERO
Eric partió hacia Estados Unidos, donde tiene un hermano que
también es músico y comunicador de radio y televisión, “y me llevo la guitarra,
para ver si puedo hacer alguna cosita allá”.
Cuenta que se ha sentido “feliz” en Minas, a la que encontró
“igual, más modernita, con más consumo, coches nuevos, más tiendas, y lo demás
está igual, con esa cosa afectuosa, que uno necesita reencontrar en cada
regreso, y además poder abrazar a la mama”. Dijo que se perdió “la
efervescencia electoral, aunque en España la estoy viviendo porque en Catalunya
quieren votar para ser independientes, hay un clima bravo, vamos a ver qué
pasa”.
UN LUJO ¡QUÉ MÚSICOS!
El concierto en La Casa Encantada fue un toque “copado”. Hubo
intimidad, grandes músicos, Miguel Barreiro (bajo), Maxi Mérola (percusión),
Rafa Rodríguez (batería), y Eric (voz y guitarra), y un repertorio diverso, la
voz de Eric, llena de matices y colores recorriendo temas de Santana, Bibi
King, Peter Frampton, Clapton, algo de blues y soul, muy buen espectáculo. Sonaron
como si siempre tocaran juntos, con sus tiempos y espacios, “los clásicos, los
que uno siente más, porque eso es lo bueno, hacer lo que sentimos”, dijo Eric.
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