LA VOZ DE MINAS Y ABRIL EN EL RUEDO
Baldivio Rodríguez es la voz más potente del 28º Festival
Minas y Abril, desde el ruedo relatando las jineteadas, y recibiendo las
agrupaciones y aparcerías que desfilan el domingo, animando con sentimiento y
alegría, también dramatismo, jugando con la emoción de los espectadores que
necesitan de su relato para vivir con intensidad la fiesta gaucha.
Finalizado el desfile de caballería gaucha, ya saliendo del
escenario mayor, expresó a Primera Página su alegría por la
cantidad de jinetes, caballos y aparcerías que habían desfilado. “Es
impresionante, año a año crece, hoy (por el domingo) fue excepcional, porque no
son solo los de acá, o de los departamentos limítrofes, vinieron de muchas
distancias, de lugares muy lejanos, congregó 1.500 caballos, se puede decir que
es uno de los desfiles más grandes de Minas y Abril, y reunir eso no es fácil”.
DESDE LEJOS VIENEN LLEGANDO
Para Rodríguez esa creciente participación “es en parte por la
jerarquía del evento, y también la motivación, los desfiles, el confraternizar
entre las sociedades, el visitarse, compartir cuando cada uno hace su fiesta y
sus desfiles. Eso es importante, creo que las sociedades deben tener esa
comunicación permanente, y la Sociedad Juan Antonio Lavalleja ha salido mucho y
lejos en los últimos tiempos. Aquí hay gente de Paysandú, Tacuarembó, Florida,
Rocha, hablando de departamentos más lejanos, y una prueba evidente que el
tradicionalismo está en todo el país”.
MUCHACHADA JOVEN
En este desfile se vieron muchas agrupaciones nuevas, lo que
para Rodríguez es “un hecho trascendental, y es algo que está ocurriendo en
todo el país, hay muchas sociedades que tienen ya su historia y son grandes y
no pueden albergar tanta gente y se van creando otras, ¡y eso está bueno! Hay
también otra característica: son agrupaciones de muchachada muy joven, que
arrancan, y eso habla de una juventud que está sintiendo todo esto. Creo que
las marchas que se hicieron forman parte de ese empuje. Hay deseo, hay avidez
de escuchar al gaucho”.
“NO SE PUEDE SUPRIMIR LA TRADICIÓN”
Sin que se le preguntara, Rodríguez expresó su preocupación
por el enfrentamiento -sobre todo en Montevideo- de asociaciones que se han
manifestado en contra de los eventos con animales, especialmente el caballo. “Es
importante escuchar lo nuestro en un momento difícil, cuando algunas dificultades
aparecen, queriendo empañar estas manifestaciones tan grandes. La gente dice ‘¡No!
Vamos a defender lo nuestro, no se puede suprimir la tradición’. Lo que hace el
gaucho o lo que hace el caballo, sea en un desfile, en una jineteada, en un
trabajo de campo, es lo nuestro, son nuestras raíces, están ahí, hay que
mantenerlo de alguna forma. Eso ha despertado en la gente un sentimiento
tradicionalista, vemos a los padres trasmitiendo la tradición a sus hijos, creo
que es una respuesta para que se mantengan estas fiestas. Este desfile ha dado
muestras que a la juventud le importa todo esto, por su impresionante
participación, tanto de varones como de damas, hay una enorme receptividad a
este deporte, a esta actividad sana, tan propia de nuestro país, con sus
valores, con su ética, y el respeto por todo”.
“VIENEN DEL FONDO DE NUESTRA CULTURA”
Agregó Rodríguez con mucha vehemencia que “el gaucho no
maltrató al caballo, fueron dos aliados permanentes, pasaron a la historia
juntos, y en las tareas rurales el caballo es exigido también, o más que en una
fiesta criolla, el gaucho y el caballo se cuidan uno al otro, nunca se hieren,
son parte de lo que viene del fondo de nuestra cultura, ¿por qué censurarlo?”.
MUY BUENOS JINETES
Respecto a los niveles del espectáculo ecuestre en este
Minas y Abril, Rodríguez destacó “el gran nivel, hay una constante evolución, y
siempre aparecen los jóvenes, que nos sorprenden, que nos alegran, es el
deporte del gaucho, lo primero que tuvieron fue el recado para jugar, después
el petiso, y el caballo, y después viene la jineteada, y eso lo demuestran con
destreza en este ruedo y en otros ruedos del país, los muy buenos jinetes que
han pasado por aquí estos días”.
ES UN ORGULLO ENORME
Al reconocerlo como parte de la historia de Minas y Abril,
dice que para él este festival “es desde el ir a las raíces de cómo y por qué se
creó, y desde ahí se empieza a sentir orgullo pleno por todos los que
participamos. Es una hermosa responsabilidad. Es una herencia maravillosa que
nos dejaron Santiago Chalar y Santos Inzaurralde. Es un orgullo estar acá, se
hace tradición, se le da al departamento una fiesta única, se respalda al
hospital, y une a los minuanos, es un orgullo, porque nos identifica en todo el
país, ‘ah son de Minas, de Minas y Abril’, te dicen en otro lado siempre”.
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