martes, 5 de marzo de 2013

Marita Gallo: “No puedo dejar de sentirme bien, plena, feliz y de agradecer todo lo que recibo”

UN PRIMER PREMIO NACIONAL Y UN ROBO PARA KILEMBE

En el desfile de comparsas realizado en Minas, por avenida Varela, Marita Gallo, comunicadora, artista plástica y mujer del carnaval, desfiló en la comparsa Kilembe, donde se dieron varias cosas muy significativas: la comparsa que dirige su hijo Rodrigo Abreu Gallo, durante el desfile  homenajeó a Modesta “Chiquichi” Zeballos, madre de Marita, y participaron desfilando también su hija Clarisa y su nieta Valentina.

¿Cómo fue ese desafío a las emociones?

Rodrigo hace dos años largos que se propuso tener su propia comparsa, dirigirla él. La fue remando, se fueron juntando y el año pasado se presentó con Kalimbe en varios lugares, incluido Minas. Es una propuesta hermosa, que tiene un trabajo casi diario durante todo el año, es la manera de trabajar las comparsas para crecer. Por otro lado, para Rodrigo fue un año difícil por la pérdida de la abuela, que es un mojón en nuestras vidas, porque mamá siempre estuvo respaldando todas mis actividades, cuidándolos a ellos y hay un cariño y afecto de mis hijos y mis nietos impresionante para la abuela Chiquichi. Rodrigo me comunicó 15 días antes del desfile que iba el homenaje a la abuela, sin saber en qué lugar y de qué dimensiones era el homenaje. Ya en el desfile de Llamadas en Montevideo el tambor tenía escrito en la lonja, ‘Abuela Chiquichi, conmigo’. Y desfilar acá fue muy fuerte, me emocionó mucho, cuando la nombraron a mamá, poco antes del palco donde estaba el jurado, pah los ojos se me nublaron de la emoción, pero había que seguir. Y desfilar con Clarisa, y también mi nieta Valentina con 12 años, el novio de Clarisa, algunos tíos, la señora y la suegra de Rodrigo que están en la organización de la comparsa. O sea, es bien de comparsa, familiar, afectiva, de mucha emoción, y cuando hay todo eso, uno no puede dejar de sentirse bien, plena, feliz y de agradecer todo lo que recibo.

Además vino un primer premio para Kilembe.

Sí, pero fue tan raro, extraño el momento por todo lo que pasó en otro plano. Kilembe vino en dos ómnibus y un micro, y a este mientras estábamos en el desfile lo asaltaron, les hurtaron las pertenencias, estaban estacionados en las cercanías del Colegio del Huerto, después del desfile fuimos todos para ese lugar y nos encontramos que habían robado el micro. Fue desesperante, porque lo que se robaron son pertenencias de muchas personas. La policía tenía ciertas pistas, Rodrigo se fue con la policía a la búsqueda de los posibles ladrones. Mientras tanto en el palco lo requerían para darle el informe del concurso y el primer premio. Lo ubicaron, lo esperaron, y llegó y le hicieron la entrega. Fue un momento raro, porque por un lado el robo y por otro fue muy emocionante para él, porque él siempre ha dicho que quiere devolverle a su tierra todo lo que aprendió desde muy niño. Rodrigo a los 7 años salió de gramillero en carnaval, el respeto hacia La Filarmónica, a la que muchas veces se ofreció para dirigir, pero no se dio esa instancia, y eso lo decidió a formar una comparsa en Montevideo, y así se formó Kilembe, son más de 100 personas, con un gran nivel en todos los rubros, con una cuerda de tambores muy sólida, es mucho trabajo todo el año como decía, no es trabajando tres meses antes de carnaval. Cruzadera es un ejemplo, ensaya todo el año, y eso tiene su resultado siempre.

¿Ve que ha evolucionado el carnaval en Minas?

Y sí, me pareció buenísimo el corso que se hizo en la plaza, con la banda arriba de una chata de camión, eso es impresionante, y es un recuerdo que tengo de antes, la Banda Municipal arriba de un camión de la IDL, que se recuerden viejas épocas, que se encadenen las distintas generaciones con la tradición del carnaval, tradición que aquí en Minas la hubo y fue importante. Y el público respondió, desbordó la plaza, la sociedad está ávida de estas propuestas, sentís que la gente participa más, en el desfile los veías bailar, moverse. En la avenida Varela, al ser tan ancha, se pierde esa comunicación con el público, esa distancia es difícil de cubrir, pero también entiendo que hay más espacio para la gente, es más fluido el desfile, o sea siempre se pierde y se gana, y la plaza la extraño, pero no se puede todo.  La propuesta del concurso de murgas genera un espacio más que importante para el carnaval, y el desfile fue espectacular, es darle a la gente lo que siente, quiere y disfruta.

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