Cimentada desde el arco; con Pablo Alzogaray
como gran figura, con Alexis Duque jugando y poniendo todo en el medio; con un
equipo compenetrado por completo de lo que se jugaba; así ganó Lavalleja; con
ventaja mínima, pero ventaja al fin, que obliga y presiona a Durazno de cara a
la vuelta.
Sabíamos que el rival era favorito; que es
gran candidato a quedarse con la 10º Copa Nacional de Selecciones, que el
partido era muy difícil, y que la revancha lo será aún más. Y Gerardo Cano
implícitamente lo reconoció. Armó el equipo pensando en el rival; asumiendo que
veníamos de punto; pero que la chance estaba ahí. Once contra once y a pelear
cada pelota como si fuese la última.
Comenzamos con línea de tres en el fondo,
con Corbo y Caitano recorriendo las bandas y haciendo un gasto físico muy
importante. Los dos volantes centrales recuperaron mil pelotas, “Rubito” corrió
como siempre, y Duque jugó como sabe. Cristian González mucho más participativo
que en partidos anteriores, y los puntas buscando su chance con innegable afán.
Quien imagine que, con todo esto, logramos una victoria clara, esta cayendo en
un error.
El partido fue muy difícil, porque Durazno maneja la pelota con
dinámica y precisión, porque los carrileros van con y sin pelota. Porque
triangulan y generan peligro, en especial cuando la pelota pasa por Wilmar
González o por Damián Echeverría. En el primer tiempo, tuvo Lavalleja menos la
pelota que los rojos del Yi. Durante la primer media hora, hubo predominio claro
del visitante, no obstante el gol no llegó. Ribas se perdió uno claro, y Pablo
Alzogaray evitó otros. Sobre los 45’ ,
llegó el único gol del partido.
Buena combinación Gamarra-Duque-“Kily” González,
que culminó con autogol de Fernando Casanova. Resultado excelente para los
serranos de cara al complemento. Allí se pronunció el dominio territorial de
Durazno, que con el ingreso de Jorge Díaz Morán presentó tres delanteros netos.
Fueron muchas las chances desperdiciadas por Durazno.
Chances generadas por el ir y venir de la pelota en las cercanías del olimareño Alzogaray. Mientras tanto, Lavalleja intentaba salir de contra, pero, al carecer de velocidad en ofensiva, pocas veces lo pudo hacer. Abreu y Duque continuaron con su tremendo trajinar en el medio campo. Nicolás Gamarra aportó su habitual dosis de calidad. Pero la gran figura serrana, siguió siendo Pablo Alzogaray. Bastión fundamental de tan trascendente triunfo. La revancha será otra historia, pero el peso del partido y la obligación serán ajenos.
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