CON EL MAESTRO JUAN ASTOR BARRIOS
Primera Página concurrió al
domicilio del maestro y director Juan Astor Barrios docente de una dilatada
trayectoria que desde hace 12 años es no vidente a causa de su enfermedad de
diabetes que le fue descubierta cuando tenía 32 años.
Hoy en día Astor, a pesar de las dificultades
para movilizarse (andador) ya que además de la ceguera ha tenido un transplante
de riñón, cuenta con una voluntad realmente impresionante. Se dedica a
distintas actividades, entre ellas la de concurrir desde hace tres años a
talleres de artistas plásticos, donde él mismo elabora sus obras con la
dirección de la profesora Blanca Rodríguez, y que se dictan frente a Casa de la
Cultura.
Esta actividad no es nueva para nada en
Barrios, ya que según nos comentó, su inclinación hacia las obras plásticas
nace cuando era muy joven porque “siempre me gustó la cerámica y la arcilla”.
“La escuela primaria me inculcó el gusto por
las artes plásticas, y sobre todo el desarrollo en la cerámica”. Comentó que en
su época escolar en la Escuela 1 “Artigas” ya contó con una profesora de
manualidades, Cala Izeta de Elola, y también con la maestra Dolores Rubial de
Guadalupe.
Más adelante, ya en la época liceal “de plástica
solamente teníamos el dibujo tradicional, con excelentes profesores a los
cuales agradezco ya que aprendimos diseños, trazados, entre otras cosas”.
Ya cuando llega el momento de optar la carrera
a seguir y Juan lo hace hacia el Magisterio “teníamos en el plan 55 de maestro
que tenía una duración de cuatro años, teníamos un año entero de plástica y
arcilla, con un profesor exclusivo, con dos clases semanales”.
En su etapa de perfeccionamiento realizó un
año de cerámica con el profesor Collazo, en el Instituto Normal Rural, ruta 7 km 40, de Canelones,
aprendiendo una cantidad importante de técnicas con vaciado, moldes, etc.
En algunas escuelas y en forma honoraria
realizó la tarea de profesor de artes plásticas, concurriendo además al Taller
Amigos del Arte, para continuar con su evolución en el arte, contando con muy
buenos profesores.
Posteriormente ingresó como profesor de
Expresión Plástica al Instituto de Formación Docente, donde permaneció por un
lapso de 20 años.
LOS TALLERES
Astor concurre a talleres que dicta la
profesora Blanca Rodríguez, oriunda de la ciudad de Melo, Cerro Largo.
A estos talleres concurre dos veces por semana
(miércoles y jueves), donde “hay una excelente disponibilidad de parte de ella
hacia las personas con discapacidad”.
En cuanto al trabajo que realizan, “la parte
del horno la hace la profesora exclusivamente, pero demás hago todo. Parto
desde un bollo (bola de arcilla), y la voy trabajando, quitándole trozos y
dándole la forma que quiero. Si bien no tengo un sentido tan importante como es
la vista, tengo otros que me permiten desarrollar el tacto, los olores, el
oído, y que son también muy importantes”.
A Astor no le gusta “ser copista”. “Trato de
crear, sacar de mi imaginación cosas nuevas para hacer. Desde hace 12 años
tengo la ceguera, y tengo recuerdos, y en el alma de cada uno siempre hay algo
de sensibilidad para crear, y eso es lo que tenemos que transmitir como
docentes. El ejemplo hay que darlo y siempre se puede llegar, sea un ser
diferente o no. En mi cabeza diseño, propongo”.
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