BOMBEROS CONFIRMÓ LA "MANO DEL HOMBRE" COMO
FACTOR DESENCADENANTE
En la madrugada de ayer, en un espacio de unos 3.000 mil
metros cuadrados que conformaba la estructura del secado de ticholos de la
Cerámica Lavalleja, se produjo un incendio que provocó la pérdida total de la
zona afectada. El siniestro no tiene aún una causa determinada y puso en
peligro el propio edificio de la fábrica, la que como ha venido informando Primera
Página, se encuentra inactiva debido a la situación de conflicto
laboral entre la Cooperativa Funcionarios Cerámicas Lavalleja (COFUCELA) con
algunos de sus funcionarios y la propietaria del inmueble que reclama la
devolución del mismo por haberes de arriendo impagos.
Primera Página
entrevistó a Manuel Brun, jefe del Destacamento de Bomberos de Minas, quien
informó que sobre las 2:24 horas de ayer fueron alertados que en la Cerámica
Lavalleja había fuego. Despachados los medios y una vez las bombas en el lugar
"se confirmó la presencia de más apoyo", porque al no haber hidrante
en la zona "estábamos carentes de agua".
Brun comentó que después de 5 horas se pudo controlar y
extinguir el fuego en dos naves de aproximadamente 3.000 metros cuadrados ,
con estructura de palos con cubierta liviana de cartón. Se evitó que las llamas
llegaran al edificio central de la fábrica, “que corrió mucho riesgo porque el
fuego estuvo muy cerca y porque la radiación era mucha".
En el lugar había gente que "había empezado a hacer
algo y colaboraron a la par nuestra, trabajando incluso con motosierras y
atacando incluso los diferentes puntos de ataques al fuego".
En el lugar "no se encontró ningún recipiente o
indicio que esté relacionado con el inicio del fuego". La hora a la que se
produjo el incendio "perjudicó poder encontrarnos con cualquier tipo de
evidencia", por lo que se realizaría por el día un nuevo relevamiento del
lugar para recoger información.
Agregó que factores como la energía eléctrica, la caída
de un rayo o el recalentamiento solar, conjuntamente a la presencia de
combustibles o factores físicos en cuanto a lo que es rodamiento, rozamiento
por maquinaria "están totalmente descartados".
Brun afirmó que "nos queda solo con el factor
antropológico". “La mano del hombre está detrás", dijo Brun, aunque
no se sabe "a titulo de que". El incendio puede haber sido
"intencional o accidental".
"Hay que zarandear toda la información que se recabe
para poder tener una hipótesis de lo que en el lugar ocurrió para que se
formara este siniestro", finalizó.
Aún conmocionada por los hechos, Susana Aviaga, dueña del
predio y del edificio donde funciona la empresa, recordó las denuncias públicas
realizadas anteriormente, y la quema de documentos ocurrida en el lugar hace
unas semanas. Ella y su familia viven en el propio predio, dentro de un
ómnibus, y han funcionado como serenos, "atentos ante cualquier desgracia
ya que el lugar está totalmente abandonado".
Aviaga relató que tras retirarse a descansar al ómnibus
que oficia de vivienda "sentimos un fuerte olor a humo, lo que nos hizo
salir y nos dimos cuenta que se estaba prendiendo fuego la parte de los
secadores de la fábrica. Nos asustamos mucho, no solo por el hecho en sí del
incendio, sino también porque se confirmaban mis sospechas de que algo podía
pasar, como lo expuse en la prensa y en la Policía, donde con mi abogado
dejamos una denuncia por la posibilidad de sucesos como éste".
Susana Aviaga dijo tener "mucha
bronca, indignación e impotencia", ya que hace unos días "la jueza de
turno autorizó a Leticia Pelúa, para mí una extraña que no aparece en ninguna
documentación, a quedarse en el lugar". Reclamó además “que se haga justicia
entregándome lo que me pertenece para poder conformar una nueva fuente
laboral".
Dijo que la justicia "me ata de manos
y no me permite hacerme de algo que es mío", no solo "por
derecho", sino "porque existe un comprobado incumplimiento de
compromisos adquiridos por la cooperativa y que data de aproximadamente 7
años".
Ella firmó un convenio con la IDL por $
40.000 "para pagar contribuciones inmobiliarias atrasadas", pero al
no poder utilizar el lugar como empresa activa "no puedo hacer dinero para
cumplir con mis obligaciones".
"No damos más, estamos agotados, se
malgasta la salud física y mental de mi familia entera para cuidar de un tema
que se esta yendo de las manos, no solo a nosotros, sino también a la
justicia", concluyó Aviaga.