En una conferencia de prensa realizada por
integrantes del SUNCA Lavalleja en el Club Minas, acompañados por el gerente de
esa institución Daniel Corbo, se anunció el convenio de acceso del trabajador y
su familia a las actividades del Club Minas (ver tapa de Primera Página del lunes
14) y la apertura de las inscripciones para acceder al set de artículos
escolares que el SUNCA entrega a hijos y nietos de trabajadores de la
construcción a través del Fondo Social de la Construcción (FSC). Luego de la
actividad Primera Página conversó con Miguel Ramírez, referente local del
SUNCA, y con Jorge Moreira, integrante la dirección del FSC, sobre los alcances
de estos convenios y otros a realizarse y el impacto social que tienen.
Este
convenio con el Club Minas rompe una cantidad de prejuicios sobre el rol social
que tenía la institución, sobre todo de orden clasista y elitista, como que
ahora ya no es solo para la “alta sociedad” minuana.
Ramírez – Es cierto, el que se crió en Minas
lo veía con cierto prejuicio clasista, a lo que tiene que ser en realidad. El
Club Minas abrió las puertas al pueblo, a Minas, con eslóganes como “el club es
de todos”, y como trabajadores, de cualquier sector de la sociedad ya sea la
construcción o la industria, podemos y tenemos que participar de estos lugares,
es parte de la educación, del vivir diario, de cambiar el mundo, esto también
forma parte de la cultura. ¿Cómo criamos a nuestros hijos? ¿Qué les damos? ¿A
dónde van a estudiar? ¿Les damos las horas libres del día que hagan lo que
quieran o les ponemos actividades como son el estudio de idiomas, de
computación, los deportes que son tan importantes a varios niveles humanos,
además de recreativo? Era impensado años atrás ver a trabajadores de la
construcción entrar al Club Minas con sus hijos, eso era una realidad, y no la
juzgo, ni la califico, pero hay también un prejuicio del trabajador que no
tiene que tener. Hoy lo puede hacer, y lo tiene que hacer, por su calidad de
vida y la de su familia.
El
elitismo, el clasismo que había en el Club Minas, sumado a la parte económica
alejaba a muchos trabajadores del alcance de asistir al club.
Es cierto, pero hoy hay otra realidad en la
vida de los trabajadores de la construcción. Es cierto que nosotros (desde el
SUNCA) estamos en una condición como trabajadores inigualable,
organizativamente hemos conseguido muchas más cosas que muchos otros
sindicatos, y creo que pesa mucho en nuestro sindicato el slogan “Unidad,
solidaridad y lucha”. El compañero del FSC habló de los beneficios para los
jubilados de la construcción, sin preguntar si estuvieron afiliados al SUNCA, y
por encima del sindicato y de los FSC está el trabajador y su familia, creo que
tiene que haber un cambio en la sociedad, y eso debe partir desde la cabeza de
los trabajadores y también de la parte empresarial.
El
SUNCA está teniendo una inserción social que no se había visto antes, como
participar en eventos como la Navidad Serrana, donde el árbol ganador fue el
que presentó el SUNCA de Minas.
Uno se siente orgulloso, lo del arbolito fue
muy conmovedor (se emociona) porque los compañeros que son del sindicato muchas
veces son castigados o mal mirados por la sociedad por ser sindicalistas, se
los adjetiva mal ideológicamente, no importa el partido al que pertenezcan. Es
una opción personal, importa que somos SUNCA, y que cuando se trabaja por los
gurises, por su educación, su recreación, su calidad de vida, es una
demostración que importan muchas más cosas que los derechos laborales
concretamente. El año pasado en el Día del Niño fueron más de 500 gurises a la
fiesta que les hizo el SUNCA en el Sparta, eso no tiene colores políticos, es
darle a la familia del trabajador un espacio muy merecido. Y lo del arbolito
fue ese reconocimiento de que estamos haciendo cosas, dando, participando con
todos, con ganas.
¿El
SUNCA ha propuesto también convenios a la IDL a través de la Dirección de
Turismo?
Le planteamos a la directora de Turismo de la
IDL, Analía Grandi, que el FSC firmara un convenio con la IDL -ya hay
antecedentes con otras intendencias- que los trabajadores del SUNCA que lleguen
al departamento hagan uso por el 50% y el otro 50 lo paga el fondo, de los
lugares de la intendencia como los camping o un complejo. Es interesante,
porque el fondo tiene cerca de 70 mil aportantes, lo que se reproduce a muchos
más con la familia, y hay mucha gente de todo el país que quiere venir, cuando
uno va a otros departamentos te dicen: ¡qué lindo Minas! Entonces que tenga los
beneficios y que venga, eso va a repercutir en otros ámbitos. Aún no hemos
recibido respuesta, todo lleva su tiempo, pero nos gustaría que se llevara a
cabo porque es bueno para todos.
Hay
otra propuesta del SUNCA respecto a las veredas.
Eso ya es como SUNCA, es un convenio con INAU
y la IDL, es para arreglar veredas -la verdad que en Minas hay mucho para
hacer-. La intendencia decide las veredas a arreglar, pone el material, el
SUNCA pone la mano calificada y absorbemos para hacer el trabajo a menores
infractores y no infractores de INAU. Esta institución tiene que poner un
profesional que acompañe y haga un seguimiento de los gurises que van a
trabajar, con su categoría de peón, y el arreglo sería luego cargado a la
contribución inmobiliaria -supongo que se haría así-. Nos parece una propuesta
buena desde muchos puntos de vista. Se conversó en dos oportunidades con el
director de Servicios Sociales de la IDL, Mario Martínez, que manifestó
interés, pero no hemos tenido respuesta. También se habló con Martínez de las
Brigadas Solidarias del SUNCA, que llevan donadas más de 3.000 horas de trabajo
en el país, con una entrega y un amor por parte de los compañeros que es
fundamental para sacar adelante proyectos como son las viviendas del Plan
Juntos, arreglos de escuelas, liceos, Caif. Se habló de dar una mano desde las
brigadas también a través de la IDL.
¿Ustedes
desde Montevideo cómo ven el trabajo del SUNCA Lavalleja?
Jorge Moreira - Con muy buenos ojos, porque se
está trabajando el FSC como se debe en
la departamental de Minas, haciendo convenios, aprovechándolos y
difundiéndolos, llegando a todos los trabajadores. Esto del club, que cuando se
creó fue para un sector social al que no podían aspirar los trabajadores de la
construcción, hoy el mundo ha cambiado, se debe sacar eso de que el trabajador
de la construcción es un bicho raro, dejar de llamarlo “el negro de la
construcción”, porque “el negro” es un trabajador que paga sus impuestos, que
compra en el mismo supermercado que todos, que mueve el sistema económico del
país como nadie, y que tiene que educar a sus hijos, y lo quiere hacer en el
mejor lugar. Es un trabajador y punto. No existe “el negro de la construcción”,
hay que sacarle eso a la sociedad, hoy puede venir con su familia al Club
Minas, comer en el mejor restaurante de Minas, puede ir al Parque de
Vacaciones, es un trabajador más, y por eso no tiene que haber diferencias
sociales y eso lo queremos demostrar, y este es un enorme y terrible paso al
insertar al trabajador de la construcción en el Club Minas y vamos a seguir con
otras instituciones, en todas partes del país a través del FSC. Este tipo de
acuerdos, convenios, y posibilidades de generar beneficios en el trabajador es
fundamental, y felicito a la departamental de Lavalleja y a los compañeros de
Minas, por el trabajo que realizan.
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