sábado, 19 de enero de 2013

La victoria, los tres puntos y poco más


Mucho público en el primer partido como local de nuestros seleccionados. Cerca de un millar y medio de minuanos ávidos por ver fútbol y por alentar a la tricolor serrana. Enfrente, la selección de Casupá, arrastrando dos derrotas con goleadas en igual número de partidos. Todo dado para que Lavalleja, que venía creciendo futbolísticamente, continuara afianzando su juego, y obtuviese una victoria estimulante y tranquilizadora.

Un solo cambio en el equipo de Cano. El regreso de “calidad” Hernández a la zaga en lugar de Diego Rodríguez, era la única variante con respecto a la oncena que cayó en Tala. Se les reiteraba la confianza a los volantes, que venían de realizar un gran partido y se confirmaba la titularidad de Caitano, Emiliano Rivero y “Juani” De Barbieri. Además, la misma figura táctica desde el inicio; cuatro atrás, tres en el medio, Nicolás Gamarra de enlace y dos puntas.

Los visitantes llegaron con la firme intención de dificultar el andamiaje ofensivo serrano; cuatro atrás y cuatro en el medio. Todos marcaban, todos luchaban, al menos hasta que el físico les respondió. Comenzó presionando el local, con Rivero buscando por izquierda, con Caitano por derecha, y con“Rubito” intentando empujar. Pero faltaba prolijidad, no aparecía Gamarra, Manuel y “Juani” desconectados, y el rival complicaba.

A tal punto que a los 26' hubo un claro penal de Guillermo Caitano que el árbitro rochense desestimó. Siguió yendo Lavalleja, pero las llegadas peligrosas fueron cada vez más esporádicas. Entonces Cano movió el banco. Primero Mario Amorín por Caitano, quedando con tres en el fondo. Luego Alexis Duque para darle más prolijidad al traslado en el medio. Y Lavalleja empezó a golpear la puerta del gol, aunque los nervios, la imprecisión y la impericia fueron postergando la apertura del marcador. 

Pero cuando la desesperación ganaba en la tribuna, cuando las piernas y los pulmones de la visita llegaban a su límite, apareció el yerro defensivo y Manuel Abreu marcó el único gol del partido.

Triunfo al fin; merecido por cierto, pero que deja la sensación, bastante triste, de que no se debía complicar un partido ante un rival tan débil, y con tan pocas pretensiones. Lo más positivo, los tres puntos. Poco más.










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