Restaban pocos minutos para el final cuando comencé a pensar el título
para esta nota. Se me ocurrió “empate que sabe a poco”. Y era así, porque
Lavalleja se plantó firme, controló el medio con una zona de volantes bien distinta
a la de la primera fecha. Esto le dio solidez defensiva y posibilidades de
ataque. Pero llegó la última; centro desde la derecha, fallaron Diego Rodríguez
y Caitano, y Gregory Correa marcó el gol del triunfo canario.
Antes de esto, seremos claros al mencionar que no hubo puntos flacos en
la media cancha serrana; gran partido de “Rubito” Abreu y de Nicolás Gamarra;
bien Corbo y Diego Fernández por los costados. Arriba Manuel Abreu manteniendo
su nivel. Pero a pesar de esto, no alcanzó. Fallamos en la definición; Manuel y
Corbo estuvieron cerca en el primer tiempo. “Juani” se lo perdió en la boca del
arco, en el comienzo del complemento. Un tiro lejano de Gamarra pasó rozando el
palo; una notable tijera de Mario Amorín obligó a una gran atajada de Clérici.
Y hubo más llegadas minuanas, y casi ninguna canaria. Pero esto es fútbol, y
muchas veces detalles puntuales deciden
la suerte de uno y la del otro.
En definitiva, un partido donde no se puede hablar de merecimientos.
Canelones hizo lo que nosotros no: los goles. Queda la amargura del resultado,
y la satisfacción por el rendimiento. Cada quien pondrá en su balanza y
valorará cada uno de estos ítemes en su justa medida. Y mirará el vaso medio
lleno o el medio vacío. Solo resta seguir trabajando y mirar hacia adelante.
Hoy sufrimos un castigo exagerado.
0 comentarios :
Publicar un comentario