Ayer se realizó en la Casa Encantada de Minas
una reunión con una treintena de personas para recibir a Yarisleidis Medina
Valle, cubana de visita en el país, e integrante del Instituto Cubano de
Amistad con los Pueblos (ICAP), una institución que trabaja desde su fundación
el 30 de diciembre de 1960 en relación a los comités de solidaridad con Cuba,
que hoy son más de 2.000, en más de 150 países.
Yarisleidis tiene 28 años, es graduada
universitaria en Filosofía y cursa estudios de posgrado en Estudios
Interdisciplinarios sobre América Latina y el Caribe. Se integró al ICAP al
culminar sus estudios de Filosofía, ya que todos los graduados universitarios
cubanos deben atravesar un período de uno a dos años de Servicio Social, trabajando
en instituciones o empresas. Al culminar ese período continuó trabajando en la
institución. Actualmente trabaja sobre todo con los grupos de solidaridad con
Cuba que existen en Uruguay –a dónde ha llegado cinco veces de visita en los
últimos años- y Paraguay, y se quedará en nuestro país una semana más, luego de
realizar diferentes actividades en ciudades del interior y barrios de
Montevideo.
En la reunión de ayer de la Casa Encantada,
organizada por personas interesadas en formar un comité de solidaridad con Cuba
en la ciudad de Minas, participaron unas treinta personas, entre ellas varios minuanos
que ya visitaron la isla en el marco de las brigadas que viajan a Cuba cada año
para conocer de cerca la realidad de ese país.
Primera Página tuvo la oportunidad de entrevistar a la
visitante antes de que se realizara la reunión. Medina Valle dijo a Primera
Página que el ICAP trabaja tanto con los grupos y comités de
solidaridad con Cuba, “y también hacia adentro”, recibiendo a los grupos que
llegan. “Es una solidaridad de ambas partes, la que nos brindan los amigos y la
que nosotros podemos brindar desde Cuba”, cuenta.
El ICAP se creó en 1960 “un poco para explicar
a los amigos de la revolución lo que estaba ocurriendo en la isla con el
proceso revolucionario”. Con el paso de los años se ha redimensionado el
trabajo de la institución, y se proponen “mostrar cómo es Cuba realmente, con
sus defectos y virtudes”. Los cubanos están convencidos que el trabajo de más
de 2.000 comités de solidaridad con su país en el mundo han impedido agresiones
mayores de los Estados Unidos hacia su país, y también que, por ejemplo, la
Asamblea General de las Naciones Unidas
vote cada año –desde 1992- de manera abrumadora a favor del levantamiento del
bloqueo de EE.UU. sobre el país caribeño, sin que la resolución se haya
traducido hasta hora en hechos concretos, gracias al poder que los propios
EE.UU. tienen en la ONU.
Un aspecto importante del trabajo del ICAP es
el recibimiento de las brigadas internacionales de jóvenes que visitan el país.
Hay 13 brigadas: una Brigada Mundial, “en la que participan amigos de todos los
continentes”, que en general viaja para estar en Cuba el 1° de Mayo. Hay una
Brigada Che Guevara, formada por canadienses. Está la Brigada Venceremos, de los
Estados Unidos, “la brigada más antigua, que llegó por primera vez a Cuba en el
año 1969, rompiendo el bloqueo, y sigue llegando aún”. La Brigada José Martí
llega de algunos países europeos, y la Brigada Latinoamericana y Caribeña reúne
a los países que no pertenecen a la Sudamericana (con integrantes de Argentina,
Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil). La Brigada Nórdica (países escandinavos) y
la Brigada Cruz del Sur (Australia y Nueva Zelanda) son otras que visitan Cuba
cada año. Uruguay tiene la particularidad de participar en dos brigadas, la
Sudamericana y la José Artigas, formada únicamente por uruguayos. Unos 100
jóvenes uruguayos visitan Cuba cada año por un periodo de unos 15 días, por lo
general a fines de enero o inicios de febrero. Allí tienen un programa que
incluye trabajo voluntario, conferencias, intercambio con organizaciones
juveniles y sindicatos, y actividades recreativas. El costo del viaje por lo
general lo cubren vendiendo rifas.
Por otro lado, el ICAP trabaja con los
estudiantes universitarios extranjeros que estudian en Cuba. “No se hace
trabajo político, sino de atención”, cuenta. El ICAP sirve de nexo entre los
estudiantes y sus padres, facilitando el contacto entre ellos. Hay unos 30 mil
jóvenes latinoamericanos realizando estudios universitarios en Cuba. “La idea
de que jóvenes latinoamericanos pudiesen hacer estudios universitarios en Cuba
surgió en 1998, cuando por Centroamérica pasó el huracán Mitch, que arrasó
Centroamérica –cuenta Yarisleidis-. Se creó entonces una brigada de médicos
cubanos que fue a Centroamérica a apoyar. En ese momento Fidel dijo que
podíamos apoyar, pero que no teníamos toda la fuerza para hacerlo, y propuso
entonces formar jóvenes de Centroamérica para que pudiesen ayudar en esos
países cuando hubiese catástrofes de esta naturaleza. En ese momento se creó la
Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas. Primero se planteó formar a 10 mil
jóvenes en Cuba, pero vamos ahora por más de 30 mil. Este proyecto se basa en
una de las ideas centrales de la revolución, el internacionalismo, tratar de
apoyar con lo que se pueda a otros pueblos. Realmente es un costo muy
importante para el país, pero nosotros decimos siempre que compartimos lo que
tenemos, y no lo que nos sobra”. En esta escuela de Medicina se han graduado ya
más de 5.000 profesionales, entre ellos unos 500 uruguayos. Y otros 500
uruguayos cursan estudios allí actualmente.
En la reunión de ayer en Casa Encantada, a la
que concurrieron entre otros el senador Hebert Clavijo y el presidente de la
Casa Uruguay-Cuba con sede en Montevideo, Héctor Vernengo, se exhortó a los
presentes a participar en actividades de solidaridad con Cuba que se realizarán
antes de fin de año en Minas, y a participar en la creación de un comité de
solidaridad con ese país en la capital de nuestro departamento.
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