martes, 30 de octubre de 2012

Ex funcionarios de Mina Valencia cobraron sus haberes


SÍNDICOS LLEGARON A MINAS Y ENTREGARON LOS CHEQUES RESPECTIVOS

Pasado el mediodía de la víspera, el hall de la Intendencia de Lavalleja está repleto de ex funcionarios de Mina Valencia y familiares de los mismos, quienes llegaron hasta el recinto comunal para, tras una larga y ardua lucha, poder cobrar parte de lo adeudado por la empresa.

Si bien la convocatoria era para la hora 13:00, los síndicos, contador Hugo Pérez Moretto y contador Daniel Sureda, se encontraban desde muy temprano en el despacho de la intendenta Adriana Peña ultimando todos los detalles, y a la hora convenida, y de a uno, pasaron los ex funcionarios a finiquitar la gestión con los síndicos y recibir el tan ansiado cheque.

Primera Página pudo dialogar con los síndicos Pérez y Sureda, previo a su encuentro con los ex funcionarios.

Sureda dijo que “estamos cerrando una etapa, que tiene 19 años, y que en este instante se van a satisfacer los créditos laborales en forma parcial porque el remate así lo determinó. Estamos aquí en la Intendencia, porque la intendenta Peña nos propuso que en vez de que estos ciudadanos viajaran a Montevideo, nos dio una sala para que hiciéramos este pago en Minas”.

Por su parte, Pérez Moretto informó que “los acreedores laborales están estimados en unos 80. Tenemos el acreedor hipotecario que es el Banco República y también gastos, dada la característica de esta liquidación judicial, es una liquidación de una sociedad anónima que prácticamente se liquida sin ningún activo disponible, es un caso muy especial”.

Acotó que “hoy estamos terminando este tema, no como hubiéramos querido, obteniendo un buen precio en el remate y pagándole más a cada acreedor laboral”.

Pérez Moretto informó que “los ex funcionarios van a estar percibiendo en forma global aproximadamente 200.000 dólares, repartidos en ocho grupos. Nosotros en esta instancia les hacemos firmar un recibo, si es una sucesión tenemos una escribana que habilita si está en condiciones de cobrar, entregamos el cheque y lo cobran en el Banco República”.

El entrevistado recordó que la subasta fue en 610.000 dólares. De allí hubo que descontar los gastos que se originan por un par de llamados previos a remate que fueron frustrados. Descontada esa cifra, también los honorarios del rematador, la hipoteca del Banco República, los honorarios que cobra la sindicatura por los 19 años de actuación, se llega a una cifra que es equitativa, 200.000 dólares para el Banco República y lo mismo para los acreedores laborales.

DOS OBJETIVOS

También dialogamos con Daniel Capezzolo, uno de los ex funcionarios que luchó desde el primer momento por este reclamo, y al llegar a esta instancia, no pudo ocultar su emoción, indicando que “nosotros empezamos a trabajar al firme con esto hace unos cinco años, poniendo como objetivo dos cosas. Una era la reactivación de la planta y la otra el cobro, las dos cosas iban de la mano. La reactivación se está dando de a poquito, tan es así que está a punto de abrir quien compró la Mina, y después lo nuestro, lamentablemente lo nuestro va a ser un cobro simbólico porque cada uno va a cobrar no más de un 12 porciento en relación a lo que teníamos para cobrar”.

Acotó que “hicimos todo lo posible para que se llegara a una vuelta de la Mina, pero pasaron 30 años, está todo destruido, saquearon todo, era muy difícil”.

Capezzolo recordó que hubieron tres remates “los cuales fueron fallidos. En el primero no se presentó nadie, en el segundo fueron muchos oferentes pero ninguno ofertó, y en el tercer remate donde se bajó un poco la base, ahí se llegó a la venta de Mina Valencia, en una cifra que es ridícula para lo que valen esos yacimientos. De todas maneras tenemos que ser realistas que fue a lo que pudimos llegar”.

El entrevistado fue claro al expresar que “siempre mantuvimos la fe, pero la verdad en el segundo remate un poco se nos bajó el ánimo al no darse las ofertas. De ahí empezamos a trabajar de nuevo, porque no nos podíamos convencer que no hubieran inversores, hasta que llegó el tercero y apareció Jorge Bonilla de Maldonado, quien finalmente fue quien se quedó con la Mina el 24 de junio del año pasado”.

FIN DE UNA HISTORIA

En tanto, la intendenta Adriana Peña dijo a nuestra redacción que “este es el fin de una historia. Mucha gente peleó para que esto saliera adelante, especialmente cuatro o cinco ex funcionarios que fueron los que estuvieron luchando desde siempre para que esto saliera adelante. Creo que a esa gente hay que hacerle un monumento, porque se llegó a esto gracias a ellos, a su perseverancia”.

“Lo importante es que cerramos un capítulo en la historia de nuestro departamento que ha sido dolorosa, porque una fábrica que cierra siempre duele, pero que a su vez los nuevos propietarios ya pidieron una ampliación de lo que es la carga eléctrica para la planta, están de a poquito empezando a tener una nueva expectativa con la planta, así que lo importante es mirar para adelante, y los pesitos no vienen mal, y entran a la ciudad y vienen muy bien”.






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