SÍNDICOS LLEGARON A
MINAS Y ENTREGARON LOS CHEQUES RESPECTIVOS
Pasado el mediodía
de la víspera, el hall de la
Intendencia de Lavalleja está repleto de ex funcionarios de
Mina Valencia y familiares de los mismos, quienes llegaron hasta el recinto
comunal para, tras una larga y ardua lucha, poder cobrar parte de lo adeudado
por la empresa.
Si bien la
convocatoria era para la hora 13:00, los síndicos, contador Hugo Pérez Moretto
y contador Daniel Sureda, se encontraban desde muy temprano en el despacho de
la intendenta Adriana Peña ultimando todos los detalles, y a la hora convenida,
y de a uno, pasaron los ex funcionarios a finiquitar la gestión con los
síndicos y recibir el tan ansiado cheque.
Primera Página pudo dialogar con los síndicos Pérez y Sureda, previo a su encuentro
con los ex funcionarios.
Sureda dijo que
“estamos cerrando una etapa, que tiene 19 años, y que en este instante se van a
satisfacer los créditos laborales en forma parcial porque el remate así lo
determinó. Estamos aquí en la
Intendencia , porque la intendenta Peña nos propuso que en vez
de que estos ciudadanos viajaran a Montevideo, nos dio una sala para que
hiciéramos este pago en Minas”.
Por su parte, Pérez
Moretto informó que “los acreedores laborales están estimados en unos 80.
Tenemos el acreedor hipotecario que es el Banco República y también gastos,
dada la característica de esta liquidación judicial, es una liquidación de una
sociedad anónima que prácticamente se liquida sin ningún activo disponible, es
un caso muy especial”.
Acotó que “hoy
estamos terminando este tema, no como hubiéramos querido, obteniendo un buen
precio en el remate y pagándole más a cada acreedor laboral”.
Pérez Moretto
informó que “los ex funcionarios van a estar percibiendo en forma global
aproximadamente 200.000 dólares, repartidos en ocho grupos. Nosotros en esta
instancia les hacemos firmar un recibo, si es una sucesión tenemos una
escribana que habilita si está en condiciones de cobrar, entregamos el cheque y
lo cobran en el Banco República”.
El entrevistado
recordó que la subasta fue en 610.000 dólares. De allí hubo que descontar los
gastos que se originan por un par de llamados previos a remate que fueron
frustrados. Descontada esa cifra, también los honorarios del rematador, la
hipoteca del Banco República, los honorarios que cobra la sindicatura por los
19 años de actuación, se llega a una cifra que es equitativa, 200.000 dólares
para el Banco República y lo mismo para los acreedores laborales.
También dialogamos
con Daniel Capezzolo, uno de los ex funcionarios que luchó desde el primer
momento por este reclamo, y al llegar a esta instancia, no pudo ocultar su
emoción, indicando que “nosotros empezamos a trabajar al firme con esto hace
unos cinco años, poniendo como objetivo dos cosas. Una era la reactivación de
la planta y la otra el cobro, las dos cosas iban de la mano. La reactivación se
está dando de a poquito, tan es así que está a punto de abrir quien compró la Mina , y después lo nuestro,
lamentablemente lo nuestro va a ser un cobro simbólico porque cada uno va a
cobrar no más de un 12 porciento en relación a lo que teníamos para cobrar”.
Acotó que “hicimos
todo lo posible para que se llegara a una vuelta de la Mina , pero pasaron 30 años,
está todo destruido, saquearon todo, era muy difícil”.
Capezzolo recordó
que hubieron tres remates “los cuales fueron fallidos. En el primero no se
presentó nadie, en el segundo fueron muchos oferentes pero ninguno ofertó, y en
el tercer remate donde se bajó un poco la base, ahí se llegó a la venta de Mina
Valencia, en una cifra que es ridícula para lo que valen esos yacimientos. De
todas maneras tenemos que ser realistas que fue a lo que pudimos llegar”.
El entrevistado fue
claro al expresar que “siempre mantuvimos la fe, pero la verdad en el segundo
remate un poco se nos bajó el ánimo al no darse las ofertas. De ahí empezamos a
trabajar de nuevo, porque no nos podíamos convencer que no hubieran inversores,
hasta que llegó el tercero y apareció Jorge Bonilla de Maldonado, quien
finalmente fue quien se quedó con la
Mina el 24 de junio del año pasado”.
FIN DE UNA HISTORIA
En tanto, la
intendenta Adriana Peña dijo a nuestra redacción que “este es el fin de una
historia. Mucha gente peleó para que esto saliera adelante, especialmente
cuatro o cinco ex funcionarios que fueron los que estuvieron luchando desde
siempre para que esto saliera adelante. Creo que a esa gente hay que hacerle un
monumento, porque se llegó a esto gracias a ellos, a su perseverancia”.
“Lo importante es
que cerramos un capítulo en la historia de nuestro departamento que ha sido
dolorosa, porque una fábrica que cierra siempre duele, pero que a su vez los
nuevos propietarios ya pidieron una ampliación de lo que es la carga eléctrica
para la planta, están de a poquito empezando a tener una nueva expectativa con
la planta, así que lo importante es mirar para adelante, y los pesitos no
vienen mal, y entran a la ciudad y vienen muy bien”.
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